Mito : Nos estábamos
por quedar sin energía
El presidente Macri, en el contexto de los tarifazos ocurridos a partir de 2016, defendió la medida indicando que “nos estábamos por quedar sin energía”. El país iba directamento a un colapso energético y la única forma de solucionarlo era impulsando un fuerte proceso de reestructuración tarifaria.
Los argentinos consumimos energía por medio del gas natural y la electricidad que llega a nuestras casas, comercios e industrias. También es energía el combustible que utilizan los automóviles. Pero este mito se refiere específicamente al gas de red y la electricidad que tuvieron fuertes incrementos tarifarios.
La matriz energética de un país, indica la manera en que se obtiene toda la energía que se consume. En la actual matriz predomina el gas (52%), seguido por el petróleo (33%), la energía hidroeléctrica (4,1%) y la nuclear (2.7%). El gas es crucial para la energía que consumimos, porque es utilizado tanto de manera directa distribuido por la red o en garrafas o como insumo para la generación de electricidad.
El mito del colapso energético, podría hacer referencia a:
1. Argentina importa gas lo que era un esquema económicamente insostenible. Cada vez el costo era mayor y en algún momento no se iba a poder hacer frente a la demanda con los recursos del país y las importaciones.
2. Era un problema de la infraestructura del país. La energía tiene que ser transformada y distribuida para consumirse. Quedarse sin energía en este sentido, significaría que se producía menos energía de la que se demandaba, o estábamos muy próximos a esa frontera.
A partir del año 2007 la producción de gas natural empezó a disminuir, y por esta razón se incrementó la importación de gas boliviano y Gas Natural Licuado. Las empresas redujeron sensiblemente su producción, presionando por la suba del precio doméstico del gas. Las reservas declaradas, también disminuyeron sensiblemente, pero esto no significa necesariamente que no hubiera mas gas, sino que las empresas no declaraban o no invertían en la exploración de nuevos pozos. Otra razón, es que Repsol (quien era en ese momento dueña de YPF) tenía una estrategia internacional, ya que también explotaba numerosos pozos y gasoductos en Bolivia. Mientras la cuenca gasífera del Noroeste disminuía la producción, Argentina se veía forzada a incrementar la importación de gas boliviano que provenía de la misma cuenca al otro lado de la frontera.
El mercado del gas (y el petróleo también) es un mercado muy concentrado: casi el 70% de la producción de gas está explicado por tres empresas: YPF (30,4%), TOTAL SA (25,9%) y PAE (12,8%). El resto de las empresas no totaliza ninguna individualmente más del 6,2% de la producción. Para 2012, la producción se había estancado y la importación de gas había llegado a un máximo histórico. Por esta razón, el Estado Nacional decidió re-Estatizar la mayoría accionaria en 2012 y desarrollar un agresivo plan de inversiones. El gas y el petróleo se encuentran mezclados en la mayoría de los pozos, y la ampliación de las inversiones pudo realizarse con las ganancias obtenidas de la producción de petróleo y sus derivados como la nafta. Otras empresas, como Shell, se beneficiaron de los incrementos del precio del combustible motorizado por YPF, pero no incrementaron la inversión. También se emitieron bonos que tuvieron un muy buen rendimiento en el mercado y se aceleró la puesta en producción de Vaca Muerta, la mayor reserva de Petróleo y Gas no Convencional.
A partir del 2014, la curva descendente en la producción de gas se revirtió. Entre 2014 y 2015, YPF incrementó su producción un 10%, luego de muchos años de estancamiento. A pesar de que la estrategia no fue acompañada por otras empresas del mercado, la sustancial mejora de YPF generó una mejoría del 4% en la producción total. Es destacable que todo esto se logró sin necesidad de aplicar fuertes tarifazos que pongan en riesgo el crecimiento en un contexto de crisis internacional.
En relación al costo que tiene para la economía argentina la importación de gas, cabe destacar que de continuar la estrategia de YPF y proyectar el crecimiento, para el 2019 se habría logrado el autoabastecimiento gasífero. Asimismo, el costo de las importaciones de gas en 2016, habrían disminuido por la caída en el precio internacional. Esto no sucedió, porque le Ministro de Energía decidió importar gas de Chile atreves de la empresa Shell, a un costo mucho mayor. Chile es un país que no tiene gas y el mismo proviene de la importación de gas licuado re-gasificado en sus sistema. Paralelamente, también se quitaron las retenciones a las exportaciones, resultado en una menor disponibilidad de recursos fiscales.
Con relación a la producción de electricidad, El Grafico 3 muestra la evolución de la demanda anual de electricidad y la potencia instalada de los generadores que operan en el MEM[1] en GWh y MW respectivamente. La demanda anual, es la suma de todas las demandas de los grandes usuarios y usuarios residenciales a lo largo del año, y se mide en GWh. La potencia, por su lado es la capacidad de generar energía en un instante del tiempo dado; y se mide en MW.
Grafico 3: Evolución de la potencia instalada y la demanda de electricidad
A pesar del estancamiento en la oferta experimentado a partir de 2002, la importante caída en la demanda experimentada durante la crisis, y la capacidad instalada, posibilitó el crecimiento pos-2002. A partir del 2007, motorizado por las numerosas inversiones públicas, el sistema eléctrico amplió la potencia instalada en un 21%, superando incluso al crecimiento de la demanda que fue de un 21%.
Conclusión
Es falso que nos estábamos por quedar sin energía.
· Los problemas referidos a la producción de gas, estaban en vías de solucionarse gracias a los buenos resultados de la re-estatización de YPF.
· La crisis que aquejó al sector eléctrico en el año 2007, ya estaba totalmente superada para el 2014. Entre 2017 y 2014 el crecimiento de la potencia instalada superó el crecimiento de la demanda de electricidad.
2007
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2014
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variación
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Demanda total en GWh
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9051
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10941
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20%
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Potencia instalada en MW
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25782
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31427
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21%
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En relación a las promesas de cambiemos, de disminuir el costo relacionado a la importación de gas.
· Aranguren se preocupó muy poco del déficit causado por la importación de gas, aumento el costo del gas importado al reemplazar gas boliviano por gas proveniente de Chile. Se argumentó la negativa de Bolivia a satisfacer los requerimientos argentinos, pero esto fue desmentido por la embajada boliviana.
· Los tarifazos de gas y electricidad no disminuyeron el monto de subsidios, sino que solamente aumentaron la rentabilidad de las empresas productoras de gas y electricidad. De hecho, Macri devolvió el subsidio a la electricidad de los grandes usuarios que se había eliminado en 2008, y condonó deudas que las empresas eléctricas mantenían con CAMMESSA.
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