6/16/2017

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Mito: Nos Dejaron un país Quebrado
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En reiteradas oportunidades el Presidente Mauricio Macri (y otros integrantes de la Alianza Cambiemos) se refirieron a la pesada herencia o a que recibieron un país quebrado con frases como: "El punto de partida fue muy duro ya que nos dejaron un país quebrado" o “Cristina nos deja un país sin reservas, un país quebrado, con mucha conflictividad”






Desde lo más básico, su definición, para la Real Academia Española, quebrado significa que ha hecho bancarrota, y bancarrota se refiere a la quiebra de una empresa, ruina económica o hundimiento de un sistema.

En ese sentido la estrategia discursiva de Macri (y sus voceros) ha sido oscilante: durante la campaña electoral realizó afirmaciones de las que se desdijo inmediatamente; y luego de asumir, respecto a la situación heredada, también ha sostenido un argumento y lo contrario; cuando la situación se ha tornado más difícil y el clima social adverso, ha recurrido al refugio de la “pesada herencia”, sosteniendo que el país que se recibió estaba quebrado y que también ésta es la situación de varios estados provinciales, particularmente el de la mayor de las Provincias: Buenos Aires.

Ante esta situación de “Quiebra”, la solución planteada por los nuevos gobernantes ha sido recurrir al endeudamiento mayoritariamente externo.

Ya desde el inicio de gestión, para recuperar el Estado Nacional se endeudó al BCRA en U$S 5.000 Millones (M), y para pagar la sentencia de la justicia norteamericana y otros gastos U$S 16.500 M (¡¡¡Con una apetitosa demanda de los inversores que alcanzó los U$S 68.500 M!!!). Al mismo tiempo, para la provincia de Buenos Aires, el ejecutivo encabezado por Vidal envió a la legislatura provincial un primer  proyecto de Ley de Presupuesto 2016 conteniendo una solicitud de autorización de endeudamiento de casi $110.000 M (que se aprobó y utilizó por $60.000 M).

A nivel federal, de acuerdo a la estimación del INDEC en 2016 la deuda pública externa, los compromisos del sector público argentino con el resto del mundo, crece en un año un 25,4% (U$S 25.818 millones); mientras que a la vez el stock total de la deuda externa a diciembre de 2016 ascendió a U$S 192.462 millones, un incremento neto de U$S 22.048 millones, un 13% más que en diciembre de 2015. El incremento de deuda se concentra entonces exclusivamente en el sector público ya que los privados recortaron su endeudamiento U$S 3.770 M.



De manera que la deuda pública externa que crece 25,4% alcanza el 66,2% del total de compromisos externos, un aumento de 6,5 puntos porcentuales (pp).



¡Qué paradoja extraña¡ recibir un país institucional y territorialmente quebrado, al que el sistema financiero voluntariamente le ofrece voluminosas masas de ofertas de crédito y cuyos administradores, nacionales y provinciales, deciden curarlo endeudándolos. En ese camino continúan el Estado Nacional y la Provincia de Buenos Aires, pero también otros estados subnacionales gobernados por indistintos signos políticos: Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Córdoba, Chaco, Chubut, Entre Ríos, Mendoza, Salta, Santa Fé y Tucumán, entre otros.

Suele ocurrir, en realidad ocurre en todos los demás casos de quebrados, que a estos nadie les quiere prestar nada y que sus acreedores no cobran o cobran sólo una parte.

El calificativo de quebrado hubiera sido en todo caso más acorde con la Argentina de 2002, a quien nadie le prestaba nada y que sólo conseguía financiamiento a través de créditos compulsivos que tenían que aceptar los trabajadores y proveedores del sector público (y cobrar sus haberes y acreencias en Lecop, Lecor, Patacones, Federales, etc., o sea en Letras o “cuasimonedas” de emisión domestica), del Estado Nacional y de los Estados Provinciales.

Cabría ese adjetivo a los ciudadanos de ese país del 2002, a los que nadie tampoco les prestaba nada (y ni siquiera podían retirar sus ahorros de los bancos) o casi nadie, porque mucho argentinos se dieron crédito a sí mismos (créditos de los clubes del trueque) para poder ir a la peluquería o para arreglar un caño que se había roto.
Estamos asistiendo a una nueva etapa conservadora, una más, en la que las medidas tomadas se direccionan a restituirles la rentabilidad de los sectores primarios exportadores (agro, minería, petróleo, pesquero), a la vez que se sostienen los privilegios a la Renta Financiera. Se trata de un nuevo intento de "llevarnos" a ser Australia, como el de 1976 que terminó en el desastre de 1982 y como en los 90’ que terminó en 2002, la mayor crisis  económica y social de la historia argentina.

Tweet 1- La Argentina quebrada que heredó Macri en 1 año incrementó 25% en un año la deuda pública externa, con financiamiento voluntario de los mercados internacionales.

Tweet 2 - A la Argentina quebrada tras la crisis del 2001 al que nos llevó un modelo neoliberal como el que implementa Macri, nadie le prestaba un céntimo.


Fernando Alvarez - Ciepyc-Centro de Investigación en Economía Política y Comunicación-FPyCS – UNLP

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