Mito: Nos Dejaron un país Quebrado
En reiteradas oportunidades el Presidente
Mauricio Macri (y otros integrantes de la Alianza Cambiemos) se refirieron a la
pesada herencia o a que recibieron un país quebrado con frases como: "El
punto de partida fue muy duro ya que nos dejaron un país quebrado" o “Cristina nos deja un país sin reservas, un país
quebrado, con mucha conflictividad”
Desde lo más básico, su definición, para
la Real Academia Española, quebrado
significa que ha hecho bancarrota, y bancarrota se refiere a la quiebra de una
empresa, ruina económica o hundimiento de un sistema.
En ese sentido la estrategia discursiva
de Macri (y sus voceros) ha sido oscilante: durante la campaña electoral realizó
afirmaciones de las que se desdijo inmediatamente; y luego de asumir, respecto
a la situación heredada, también ha sostenido un argumento y lo contrario;
cuando la situación se ha tornado más difícil y el clima social adverso, ha recurrido
al refugio de la “pesada herencia”, sosteniendo que el país que se recibió
estaba quebrado y que también ésta es la situación de varios estados
provinciales, particularmente el de la mayor de las Provincias: Buenos Aires.
Ante esta situación de “Quiebra”, la
solución planteada por los nuevos gobernantes ha sido recurrir al endeudamiento
mayoritariamente externo.
Ya desde el inicio de gestión, para
recuperar el Estado Nacional se endeudó al BCRA en U$S 5.000 Millones (M), y
para pagar la sentencia de la justicia norteamericana y otros gastos U$S 16.500
M (¡¡¡Con una apetitosa demanda de los inversores que alcanzó los U$S 68.500 M!!!).
Al mismo tiempo, para la provincia de Buenos Aires, el ejecutivo encabezado por
Vidal envió a la legislatura provincial un primer proyecto de Ley de Presupuesto 2016 conteniendo
una solicitud de autorización de endeudamiento de casi $110.000 M (que se aprobó
y utilizó por $60.000 M).
A nivel federal, de acuerdo a la
estimación del INDEC en 2016 la deuda
pública externa, los compromisos del sector público argentino con el resto
del mundo, crece en un año un 25,4% (U$S
25.818 millones); mientras que a la vez el stock total de la deuda externa a diciembre
de 2016 ascendió a U$S 192.462 millones, un incremento neto de U$S 22.048
millones, un 13% más que en diciembre de 2015. El incremento de deuda se
concentra entonces exclusivamente en el sector público ya que los privados
recortaron su endeudamiento U$S 3.770 M.
De manera que la deuda pública externa
que crece 25,4% alcanza el 66,2% del total de compromisos externos, un aumento
de 6,5 puntos porcentuales (pp).
¡Qué paradoja extraña¡ recibir un país institucional
y territorialmente quebrado, al que el sistema financiero voluntariamente le
ofrece voluminosas masas de ofertas de crédito y cuyos administradores,
nacionales y provinciales, deciden curarlo endeudándolos. En ese camino continúan
el Estado Nacional y la Provincia de Buenos Aires, pero también otros estados
subnacionales gobernados por indistintos signos políticos: Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, Córdoba, Chaco, Chubut, Entre Ríos, Mendoza, Salta, Santa Fé y Tucumán,
entre otros.
Suele ocurrir, en realidad ocurre en todos los demás casos de
quebrados, que a estos nadie les quiere prestar nada y que sus acreedores no
cobran o cobran sólo una parte.
El calificativo de quebrado hubiera
sido en todo caso más acorde con la Argentina de 2002, a quien nadie le
prestaba nada y que sólo conseguía financiamiento a través de créditos
compulsivos que tenían que aceptar los trabajadores y proveedores del sector
público (y cobrar sus haberes y acreencias en Lecop, Lecor, Patacones,
Federales, etc., o sea en Letras o “cuasimonedas” de emisión domestica), del
Estado Nacional y de los Estados Provinciales.
Cabría ese adjetivo a los ciudadanos de
ese país del 2002, a los que nadie tampoco les prestaba nada (y ni siquiera podían
retirar sus ahorros de los bancos) o casi nadie, porque mucho argentinos se dieron
crédito a sí mismos (créditos de los clubes del trueque) para poder ir a la
peluquería o para arreglar un caño que se había roto.
Estamos asistiendo a una nueva etapa conservadora,
una más, en la que las medidas tomadas se direccionan a restituirles la
rentabilidad de los sectores primarios exportadores (agro, minería, petróleo,
pesquero), a la vez que se sostienen los privilegios a la Renta Financiera. Se
trata de un nuevo intento de "llevarnos" a ser Australia, como el de
1976 que terminó en el desastre de 1982 y como en los 90’ que terminó en 2002,
la mayor crisis económica y social de la
historia argentina.
Tweet 1- La
Argentina quebrada que heredó Macri en 1 año incrementó 25% en un año la deuda
pública externa, con financiamiento voluntario de los mercados internacionales.
Tweet 2 - A la Argentina quebrada tras la crisis del 2001 al que nos llevó un
modelo neoliberal como el que implementa Macri, nadie le prestaba un céntimo.
Fernando Alvarez - Ciepyc-Centro de Investigación
en Economía Política y Comunicación-FPyCS – UNLP
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