1/26/2017

objetivo e impacto del plan de visualización de recargos con pagos en cuotas


Mariano Kestelboim *

La obligatoriedad para los comercios de exhibir el costo financiero tiene como principal objetivo que los índices de precios al consumidor (IPC) del INDEC y de los institutos de estadísticas provinciales no expongan la real dimensión del proceso inflacionario que afecta a nuestro país. Esto es así dado que los organismos de estadísticas públicos registran los precios de contado (en un solo pago independientemente del medio de pago que el consumidor utilice).

Por otra parte, además de efecto que implicará una subestimación de la inflación real, la medida, que estará vigente desde el próximo miércoles primero de febrero, también contribuirá a reducir realmente la inflación por provocar un mayor desaliento al consumo. La financiación “sin interés” era una forma muy importante para impulsar la demanda. O visto de otro modo: los recargos por pago con tarjeta en cuotas que serán visibles en los comercios de todo el país van a desalentar a muchos consumidores de realizar operaciones a plazo.

En un contexto inflacionario como el nacional y con muy fuerte pérdida de poder de compra en el último año, ese sistema de ventas era un mecanismo relevante de estímulo que el mercado interno perderá y, por lo tanto, los comerciantes deberán actuar por otros canales para impulsar sus ventas. Pero ha quedado en evidencia que en nuestra economía durante la última década que ese método era muy potente. En los diferentes rubros de la economía nacional tenía un poderoso efecto. Ni siquiera el “Ahora12” o el “Ahora18” estarán a salvo de la nueva regulación.

Por lo tanto, de forma indirecta, la medida contribuye a contener la inflación porque habrá menos incentivo a consumir, agravando la caída de la demanda interna.

Ese efecto, a su vez, agravará la pérdida de rentabilidad que en la actualidad afecta a los comercios y a la industria. La caída del consumo que implica la medida genera menores economías de escala en la comercialización y en la industria. Por eso, ese impacto también contribuye a empeorar el cuadro recesivo y de pérdida de rentabilidad de las empresas con foco en el mercado interno. Los comercios, para aliviar su pérdida de rentabilidad, también afectada por el cambio de precios relativos, liderado por los aumentos de las tarifas de los servicios públicos y de los costos financieros, buscarán sustituir mayor producción nacional por productos importados a menores precios.

Lógicamente, esa diferencia de precios no se trasladará a los consumidores y permitirá que los comercios compensen, al menos en parte, la pérdida de rentabilidad por menores escalas de ventas, vinculadas a la caída de la demanda interna. Esa merma en el consumo se retroalimentará a medida que se profundice la pérdida de puestos de trabajo en la industria y en todas sus actividades de servicios vinculadas.

-------------------

* Economista y periodista. Profesor de la UBA y UNDAV. Consultor de empresas y cámaras industriales. Coordinador del Depto. de Desarrollo Industrial de @SIDbaires



1 comentario:

Anónimo dijo...

TAMBIÉN SE PODRÍA LLAMAR SE VIENE UNA INFLACIÓN GALOPANTE

SE VIENE.



NO TE LO DIGO PORQUE NO ME QUIERO HACER PROPAGANDA EN CONTRA

NO ME QUIERO HACER.