Iriarte: “El argentino gasta menos en otras cosas pero no resigna su consumo de carne vacuna”
La fortaleza del sector se sostiene en la demanda interna.
“Argentina lo que le sobra es demanda y le falta producción de carne bovina. Esa escasez se va a sostener en el tiempo”. Así lo indicó hoy en analista de mercados cárnicos Ignacio Iriarte durante una charla ofrecida en una jornada ganadera realizada por los grupos CREA de la zona Norte de Buenos Aires en la sede porteña de Aacrea.
“Hoy la variable de ajuste es la exportación. El consumo interno, medido en dólares, está dispuesto a pagar mejores precios que los chinos, chilenos o rusos. Y eso sin considerar los gastos adicionales que requiere una operación de comercio exterior”, añadió.
Iriarte dijo que, si bien en lo que va de 2016 el consumo local de carne vacuna descendió medido en kilos con respecto al mismo período del año pasado, en términos monetarios se mantuvo prácticamente constante.
“El argentino gasta menos en otras cosas pero no resigna su consumo de carne vacuna. Con las crisis, la dieta argentina en base a carne se refuerza a costa de otros consumos; cuando las familias se repliegan, el consumo de carne se incrementa”, apuntó Iriarte.
El analista dijo que los máximos precios históricos de la hacienda se lograron en el trienio 2010-2012 a partir de una oferta concentrada en el mercado interno y que desde 2013, con la recomposición de la oferta, los valores del novillo empezaron a descender. “Eso tenemos que tenerlo en cuenta: cuando avance el proceso de retención y tengamos un millón y medio de vacas más que produzcan más terneros, los precios de la hacienda van a ser otros”, explicó.
“Hicimos una devaluación para ser más competitivos (en el mundo). Pero hoy el valor del novillo en el mercado argentino es del orden de 3,25 u$s/kg y somos mucho más caros que Brasil, Paraguay y Uruguay”, advirtió Iriarte.
“En Uruguay el precio (promedio del novillo) es de 2,80 u$s/kg con una exportación que representa aproximadamente un 70% de la producción total. ¿Queremos ser como Uruguay y aspirar a esos valores? ¿O preferimos sostenernos en un mercado interno que consume el 93% de la oferta con precios en dólares, por efecto del retraso cambiario, superiores a los que les pagan a nuestros competidores? Esto es una disyuntiva”, añadió.
Iriarte señaló que este año nuevamente se incumplirá la cuota Hilton de 30.000 toneladas –destinada a la Unión Europea– debido a la falta de oferta de novillos pesados trazados. También estamos subutilizando la cuota 481 con ventas de unas 300 toneladas mensuales versus 1500 toneladas por parte de frigoríficos uruguayos.
“Si no podemos cumplir con la totalidad de la cuota Hilton, que tiene un valor promedio de 15.000 u$s/tonelada versus 3000 a 6000 u$s/tonelada el resto de los cortes convencionales, ¿vamos a poder cumplir con la cuota de 20.000 toneladas (anuales) destinada a EE.UU.?”, preguntó.
“En los últimos diez años la cantidad de novillos cayó a la mitad. En algunos departamentos del oeste bonaerense, por ejemplo, esa caída es del orden del 80%. No se hace más macho castrado de 420 a 440 kilos. Y las categorías livianas son de cabotaje: sólo pueden emplearse en el mercado interno”, agregó Iriarte.
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