EE UU: ¿A quién hubiera votado en 1840? ¿Y a quién votará el 8 de noviembre?
Dan La Botz
Imagine que está en 1840 y que alguien se le acerca por la calle y le entrega un pasquín a favor de James G. Birney, el candidato presidencial del nuevo Partido Libertad. El folleto dice que el Partido Libertad se opone a la esclavitud. Es el único partido que lo hace.
Los demócratas y los whigs -los dos partidos del sistema bipartidista de entonces- apoyaron la esclavitud, no en el mismo grado tal vez, pero ninguno de los dos partidos se opuso a la esclavitud. El Partido Libertad es nuevo y pequeño, diminuto. Su candidato Birney no tiene absolutamente ninguna posibilidad de ganar las elecciones. Pero se opone a la esclavitud. ¿Por quién hubiera votado en 1840?
¿Argumentaría que votar por el Partido Libertad sería desperdiciar su voto y que en su lugar votaría por los partidos Whig o Demócrata, que aceptaron la esclavitud?
Por supuesto, si vota al Partido Libertad, los Whigs o los Demócratas ganarán las elecciones. Designarán a la Corte Suprema. ¿Qué vas a hacer? ¿Votar el Partido Whig porque es quizás un partido un poco menos esclavista que los demócratas?
¿No es más correcto votar al Partido de la Libertad, para votar en contra de la esclavitud? ¿No parece que sea lo correcto, aunque el partido ganó sólo 6.797 votos en 1840? (Sin embargo, debe tenerse en cuenta que cuatro años después Birney obtuvo 62.103 votos o 2.3 por ciento del voto popular).
Sí, era lo correcto. Y no sólo moralmente, también políticamente.
El Partido Libertad y más tarde el Partido del Suelo Libre, y otros partidos abolicionistas pequeños y aparentemente insignificantes crecieron en influencia. Eran la expresión política de un creciente movimiento abolicionista que desafiaba la Ley de Esclavos Fugitivos liberando a los negros de las manos de los policías federales en las calles de las ciudades de EE UU. El movimiento abolicionista y los aparentemente insignificantes partidos abolicionistas eventualmente forzaron un realineamiento del sistema político en los Estados Unidos.
Si votaste por el Partido Libertad en 1840, ayudaste a iniciar el proceso que condujo a la formación del Partido Republicano a partir de escisiones en los partidos Whig y Demócrata. Su voto ayudó a crear el impulso que llevó a la victoria del candidato del Partido Republicano, Abraham Lincoln. Su voto en 1840 ayudó a resistir en la Guerra Civil, una guerra revolucionaria que condujo a la abolición de la esclavitud y más tarde a la aprobación de las enmiendas 13, 14 y 15 de la Constitución, que pusieron fin a la esclavitud, dieron la ciudadanía a los esclavos y el derecho de voto a los hombres negros. ¿Desperdició su voto a un tercero partido menor en 1840?
Y su voto en 2016
En esta elección, alguien puede acercarse a usted en la calle con un folleto a favor de Jill Stein, del Partido Verde. Stein es candidata de un pequeño partido. El candidato presidencial de su partido nunca ha ganado más del 2,7 por ciento: fue Ralph Nader en 2000.
El folleto sobre Stein le dirá que se opone a la dominación corporativa de EE UU, que es, de hecho, la esclavitud contemporánea. Que se opone al militarismo y a la guerra. Que se compromete a tomar medidas contra el cambio climático. Sin embargo, no tiene oportunidad de ganar.
¿Votará entonces por Hillary Clinton, candidata de los bancos y las corporaciones? ¿Del militarismo, de las invasión y de las intervenciones en el extranjero? ¿La candidata del imperio y de la guerra? ¿O votará por Donald Trump, el misógino racista que promete hacer de nuevo grande a América, con un modelo capitalista nacional? ¿No es evidente que el capitalismo es el problema? ¿Y no es evidente que tanto Clinton como Trump representan el capitalismo con todos sus problemas concomitantes: desigualdad económica, pobreza, racismo, discriminación de género.
Pero, ¿ votar a un tercer candidato, a Jill Stein y los Verdes, no es un voto perdido? Peor aún que un voto perdido, ¿ no es en realidad un voto para Trump?
No, no lo es. Como el voto para el Partido Libertad en 1840, un voto a los Verdes es un voto para el futuro. Vamos a votar a favor de los Verdes porque son una expresión, aunque no totalmente adecuada, de los movimientos en los que hemos luchado: desde Immigrant Rights, a Occupy Wall Street, y Black Lives Matter. Votamos por el Partido Verde porque es parte del proceso de reivindicar el futuro, de construir un partido de masas, de trabajadores, socialista.
Un tercero partido a la izquierda
El Partido Libertad demuestra perfectamente la función del tercero partido a la izquierda. ¿Qué es lo que hacen esos partidos, partidos como el Partido Libertad y el Partido Verde?
1. Desarrollan un análisis político del sistema social, revelando su carácter de clase y su naturaleza opresora.
2. Sirven como centros organizadores de los movimientos reivindicativos y revolucionarios opuestos al statu quo.
3. Permiten una posición moral frente a los grandes males de esta sociedad, males que implican el racismo, la explotación económica y el abuso del poder político.
4. Abren el camino a un movimientos reivindicativos y revolucionarios mas amplios por venir.
5. Ofrecen una concepción diferente de la política, porque entre elecciones el partido y sus miembros se comprometen en la organización de movimientos sociales radicales, no sólo en la lucha contra el status quo, sino también ofreciendo su ejemplo y actividades como modelo de una sociedad futura.
6. Proporcionan una alternativa, un lugar para aquellos que se alejan de los principales partidos políticos, aumentando así la masa crítica y creando el impulso para ayudar a romper los viejos partidos.
7. Establecen una nueva posición política emancipatoria, una visión de una sociedad más humana. Defienden un modelo utópico de una nueva sociedad, sin las divisiones de clase, el racismo y la opresión de género del mundo en que vivimos.
No voy a tirar mi voto en esta elección, votando por uno de los dos partidos que representan y apoyan el sistema existente. No me limitaré a emitir un voto de protesta, aunque no hay nada de malo en asumir una posición moral contra un mal omnipresente, ya que aquellos que primero toman la decisión convencen a otros a hacerlo también. No desperdiciaré mi voto dándoselo a Clinton y el pasado. No, votaré por los Verdes, por la libertad y por el futuro.
(1945) veterano activista sindical, académico y latinoamericanista marxista estadounidense. Fue candidato al Senado por el estado de Ohio en 2010. Editor de Mexican Labour News and Analysis. Su libro más reciente es Cesar Chavez and La Causa. Pearson Longman. 2006.
http://newpol.org/content/who-would-you-vote-1840-and-who-will-you-vote-nov-8
Traducción:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario