El perfil market friendly de Cambiemos enfrentará ahora un mundo distinto y más caro para obtener dinero. La Nación y la Provincia financian sus déficits y obras con colocaciones de deuda.
“Pare de sufrir”, insta el pastor de un programa religioso de la medianoche que se emite en distintos países y que parecía premonitorio de lo que artesanalmente la gestión económica macrista había elegido como vía para sostener el gasto público y la inversión: el endeudamiento más barato. Ahora, con Donald Trump en el ruedo, es hora de hablar de sufrimiento, porque los analistas coinciden en que el plan proteccionista del electo presidente de los Estados Unidos encarecerá el financiamiento de los países emergentes.
Argentina va a sentir el rigor de su alto nivel de endeudamiento porque se espera que los mercados financieros mundiales –que hoy reaccionaron espantados ante la victoria electoral del excéntrico millonario- tomarán lo que se llama en la jerga el "fly to quality" (vuelo a la calidad) y la salida del dólar dará lugar a una suba de la tasa de interés, que arrastrará a bonos corporativos estadounidenses y más dificultades para países como el nuestro y de empresas que quieran colocar nueva deuda.
Por ejemplo, por cada punto porcentual que se paga por colocar deuda, la provincia de Buenos Aires paga 12 millones de dólares al año, unos 184 millones de pesos al cambio oficial de este miércoles. La gestión de María Eugenia Vidal estaba financiándose a tasas del 7% en títulos a diez años. Con el nuevo mapa económico mundial, los especialistas proyectan tasas más altas, lo que es decir, será más caro el dinero. Y el Presupuesto bonaerenses 2017 prevé necesidades de financiamiento por $95.000 millones.
Las complicaciones tendrán otras aristas no sólo para el gobierno bonaerense, sino también para el nacional, que se había jugado un pleno al triunfo de Hillary Clinton y había exacerbado, como ningún otro gobierno de Latinoamérica, su preferencia por la ex secretaria de Estado.
En cuanto a la política comercial, la sintonía con el gobierno demócrata alentaba esperanzas de acuerdos arancelarios especiales para el ingreso de productos argentinos al mercado norteamericano. Pero Trump prometió subir hasta 20% los aranceles a todas las importaciones, lo que derrumbará la posibilidad de reabrir ese mercado. Además, a eso se le suma que el país quizá más castigado por el triunfo de Trump, México, es uno de los principales destinos de las exportaciones criollas. Ante la contracción que se espera, habrá menos ventas y menos dólares para los productores argentinos.
En este escenario y ante una suba natural del costo del dinero por la promesa del electo presidente republicano de instaurar un mayor proteccionismo y fortalecer el mercado interno estadounidense, es muy probable que la Reserva Federal (FED) postergue el alza de la tasa que rige para los bonos soberanos que se preveía para diciembre.
En ese combo, el futuro de los U$S13.000 millones en inversiones que habían comprometido empresas estadounidenses en el país es hoy un interrogante, al igual que el destino del carismático embajador estadounidense en Argentina, Noah Mamet.
El Gobierno nacional esperaba desembolsos del Banco Mundial para los próximos 12 meses por U$S2.000 millones, fondos que tenían como destino obras de infraestructura, programas sociales y planes de innovación productiva.
También la gestión macrista tenía en carpeta líneas de crédito con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para el período 2016-2019 por un total de U$S6.000 millones.
La lluvia de dólares financiera fue muy alta en estos primeros diez meses del año, no así la de inversiones. Ahora, como la expectativa de ventas para el sector privado en el mercado interno o externo se achica, se espera, al menos, un stand by de la IED (inversión extranjera directa).
A la Argentina lo perjudicará la demora o el freno a la integración con Estados Unidos y, en consecuencia, habrá fuga de capitales de los países emergentes. Por eso, la agenda de integración deberá pasar por nuevos jugadores del mercado mundial.
1 comentario:
TODAS LAS DEUDAS CONTRAIDAS Y NEGOCIADAS TIENEN UNA TAZA FIJA Y UNA FLOTANTE REFERIDA A LA LIBOR, SIBOR, HIBOR U OTRA(todas estan en armonia y resonancia no son tan independientes).
ASI QUE NO SOLO LA DEUDA NUEVA, LA VIEJA TAMBIEN SE VA HA PONER GORDA.
La LIBOR (London InterBank OffeLA red Rate, tipo interbancario de oferta de Londres) es una tasa de referencia diaria basada en las tasas de interés a la cual los bancos ofrecen fondos no asegurados a otros bancos en el mercado monetario mayorista o mercado interbancario. El LIBOR será ligeramente superior a la tasa London Interbank Bid Rate, la tasa efectiva bajo la cual los bancos están preparados para aceptar depósitos. Es aproximadamente comparable con la tasa Federal funds rate de los Estados Unidos.
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