10/27/2016

derrotándonos



Tres informes grafican que la producción de bienes básicos cayó fuerte en septiembre. Y que la demanda de productos de canasta básica, carne y otros retrocedió más de 8%, como adelantó Letra P.
La última parte del año enfrenta al Gobierno al dilema de la manta corta. Desde el Ministerio de Hacienda, y luego de un primer semestre de reprimendas presidenciales, han logrado el tan ansiado retroceso de la inflación general. Pero la curva descendente de los precios globales se dio en un marco de caída de casi todos los indicadores económicos. Desde los más complejos a los más básicos: la Fundación FIEL comunicó que en septiembre la industria se contrajo 8% interanual, con desplomes superiores al 6% en Metalmecánica y de más del 10% en la producción de tabaco. Hay incluso rubros de la industria que reconocen estar trabajando sólo un día a la semana por la baja demanda, y uno de ellos es la metalmecánica en varias fábricas radicadas en el Conurbano Bonaerense.


También se reflejó -siempre según FIEL- una baja de casi 2% en elaboración de alimentos y bebidas. Este último retroceso coincide además con una demanda significativamente menor de todos los productos de la canasta básica. Un trabajo que elaboró la consultora CCR mostró que -tal como adelantó hace un mes Letra P- el consumo en grandes supermercados tuvo una baja de 8,1%. Si se miran los detalles, los productos de cosmética cayeron 12,8%; 10,8% artículos para el hogar; 10,9% bebidas con alcohol; 8,9% productos frescos para heladera; 6,5% bebidas sin alcohol; 6,6% almacén; 6,3% freezer; siendo sólo golosinas el único rubro que mejoró con una demanda mayor al 10% de suba. Observados en volumen septiembre contra agosto de este año, también hubo bajas generalizadas, incluso con golosinas cayendo más de 7% intermensual. Estos números grafican dos cosas: que no sólo hay una retracción del consumo interanual, sino que no se observa aún una recuperación mes a mes.

Un tercer trabajo, elaborado por la empresa Kantar WorldPanel, explica que casi 4 de cada 10 argentinos confesaron que compran carne con menos frecuencia; y 3 de cada 10 ha reducido la cantidad a comprar. Un 24% sigue comprando igual, y un 18% reemplazó la carne vacuna por cortes más económicos, como la milanesa. Asimismo, un 2% reconoció que ya no come carne, impactado por los precios y el desequilibrio en los gastos de la canasta.

Este escenario tiene un problema serio en el corto plazo: el regreso de la inflación elevada en un proceso recesivo. Según las consultoras que miden precios, los próximos meses tendrán precios globales más altos por el impacto de las tarifas y, en menor medida, otras subas como las de la tarifa del subte. Semejante dinámica puso en alerta a casi todos los sectores, y hasta a las empresas que reflejan indicadores, que empezaron a recalcular la perspectiva de la recuperación tan ansiada. Hasta el momento, las definiciones del Gobierno sobre mejoras en la económica se han basado en expectativas más políticas que reales, y una confianza que han depositado los empresarios y una parte de la opinión pública tras el cambio de Gobierno. Pero los datos muestran una realidad compleja. Una cifra más: la consultora Economías y Regiones, que supo comandar el ahora ministro del Interior, Rogelio Frigerio, publicó un análisis de los datos del sector automotriz argentino según el cual la producción de autos cayó casi 20% en septiembre, las exportaciones clase A 19,2% abajo y los envíos a Brasil –primer destino de las ventas de autos argentinos- bajaron 33%. Los coches son casi el 80% de la producción fabril nacional. En el sector la desesperación por el derrumbe de Brasil es tal que Cristiano Ratazzi, el italo argentino que conduce la FIAT Chrysler, empezó a hacer lobby en el Gobierno para abrir las fronteras de exportación de vehículos a otras latitudes. Todos mercados que históricamente han sido esquivos a la Argentina. Además, las exportaciones de 0Km nacionales se han hecho históricamente de punto a punto, de marca a marca, de destino a destino de las mismas empresas que producen. Este ejemplo es una muestra de lo complejo que será reactivar sectores industriales y del consumo, donde hoy, objetivamente, no se observan brotes verdes.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Este hombre no entiende que solo es el tanito castigatore de los argentinos.

Que parezca un accidente.

Con las gaciosas multinacionales no se juega.