8/26/2016

carrera sin línea de llegada



Se repite la historia. El sistema financiero internacional y el capital concentrado multinacional con sus aliados nacionales, en gran número formando parte del gobierno, nos conducen a una carrera sin línea de llegada. Primero dicen que debes reinsertarte al mundo, pagar a los fondos buitres, volver al FMI, apertura del mercado interno, etc.

Después que cumplís te dicen que eso era necesario pero no suficiente, imponiéndote nuevos objetivos y así hasta el infinito sin solución de continuidad. En el camino el país va perdiendo capacidad de decisión autónoma en beneficio de esos poderes concentrados, y en detrimento de los distintos sectores laborales y productivos tanto pequeños, medianos e incluso grandes, que no están ligados a esos intereses.

¿Qué dicen ahora las tan mentadas calificadoras de riesgo?, Standard & Poor's entre otras cuestiones señaló, "hay que generar confianza con la acción porque el optimismo (que se había generado por el cambio de Gobierno) no se está traduciendo en niveles de inversión". Incluso en un párrafo le asigna responsabilidad al gobierno de Macri al afirmar: "el incumplimiento de las metas se convierte en falta de credibilidad para los inversores".

A su vez Moody's en la misma sintonía agrega: "Las condiciones crediticias siguen siendo difíciles...". En definitiva, a la sociedad se le demandará cada vez más esfuerzo, para que paulatinamente vea empeorar su situación.

*Eduardo Di Cola*

1 comentario:

Marcelo, el gaucho dijo...

Hace muchos años leí un comentario de un africano, que decía más o menos así: primero nos exigieron que nos vistiéramos para dejar de perseguirnos; después, que nos hiciéramos una casa, que habláramos su idioma. Más tarde, que trabajáramos para una empresa de ellos, que le rezáramos a su dios; luego, que usáramos zapatos; después, saco y corbata, que aprendiéramos a leer y a escribir.

Llegamos a ser como ellos: vivíamos como ellos, nos vestíamos como ellos, rezábamos, hablábamos, escribíamos como ellos. Entonces pedimos ser iguales y tener los mismos derechos, poder viajar a Europa, votar.

Pero la respuesta fue no, porque somos negros.