7/28/2016

reapertura de paritarias


Sindicatos ya reclaman otro aumento salarial


El sueldo se licuó por una inflación mayor a la prevista (en el año estará entre 42% y 47%) combinada con subas de tarifas muy por encima de ese índice. La política económica de Macri unió a todo el frente sindical en el reclamo. Piden reabrir paritarias, no descartan un paro general y ya preparan una marcha federal. En Provincia, los docentes podrían parar al terminar las vacaciones de invierno.

En el segundo semestre las promesas incumplidas se transforman en reclamos. Al cacerolazo desatado por la suba de tarifas, se suma ahora el frente sindical. Las centrales obreras fragmentadas se están acercando: preparan una marcha federal, reclaman al gobierno y las empresas volver a negociar salarios antes de fin de año y amenazan con un paro general.

Los acuerdos salariales logrados durante la primera parte de 2016 promediaron el 32% anual -en varios tramos- y se licuaron al calor de una inflación que al cierre del año no será menor al 42%, según las proyecciones del propio ministro Alfonso Prat-Gay, y podria llegar al 47%. Combinada con la suba de tarifas por encima de ese número, el poder adquisitivo del salario perdió aún más. Con esta realidad quemando en los bolsillos, el frente sindical comenzó a reclamar al unísono, pese a sus divisiones. Tanto la CGT como la CTA están subiendo la presión para volver a discutir sueldos, en una escalada que podría derivar en medidas de fuerza. “Es posible que los sindicatos confederados comiencen a discutirlo,. Si no hay desaceleración de los precios y sigue cayéndose el poder adquisitivo, lo más lógico es que nuevamente se pidan aumentos”, afirmó el portuario Juan Carlos Schmidt, candidato moyanista para la futura CGT, y llamó a evaluar un paro general.

Desde la otra central obrera, Hugo Yasky hizo la misma advertencia: “Los gremios vamos a pedir la reapertura de paritarias, tanto la CTA como la CGT. Cuando se hicieron los acuerdos salariales no se imaginaban estos niveles de inflación”.

A la pelea por reabrir las paritarias se suman -como ejes trasversales del frente sindical para unificar acciones- la lucha por puestos de trabajo (tanto los perdidos como los que peligran hacia adelante) y la protesta contra el tarifazo

“Si no hay una señal del Gobierno que permita ir solucionando los problemas, no queda otra salida que el paro general”, resumió Moyano.

Unidos o ajustados

En el frente interno de la CGT, el 22 de agosto se celebrará un congreso con la idea de reagrupar las tres ramas bajo una conducción colegiada. La central moyanista de Azopardo, la de Alsina de Antonio Caló, y la Azul y Blanca, de Luis Barrionuevo, tendrían un representante cada una en un futuro triunvirato. Moyano dará un paso al costado –al menos en lo formal– tras 12 años. Este triunvirato –que puede ampliarse en caso de sumar nuevos miembros– tendria mandato por un año hasta “normalizar” la situación.

La danza de nombres incluye a Schmidt, de Dragado y Balizamiento, postulado por el propio Moyano. Los “gordos” de Alsina jugarían a Héctor Daer, y el alfil del barrionuevismo sería Carlos Acuña, de las estaciones de servicio. Si se confirmara este esquema, el Frente Renovador, de Sergio Massa, tendría dos aliados en la cúpula, ya que Daer es diputado nacional y Acuña es legislador bonaerense por ese espacio.

La pelea interna aparece con los que quedan afuera de la conducción: el ascendente bancario Sergio Palazzo, duro en su rechazo al macrismo (insultó al ministro Aranguren por su método de “prueba y error” con las tarifas) cuenta con el respaldo de la Corriente Federal y el Núcleo del MTA. Por otro lado, desde el Movimiento de Acción Sindical, donde pesa el taxista Omar Viviani, no acuerdan con una conducción compartida, pero no les molestaría sentar en una cuarta silla a Sergio Sassia, de la Unión Ferroviaria.

En cambio, el mayor aliado del PRO en el mundo sindical, Gerónimo Momo Venegas (líder de UATRE), es una buena medida de la pérdida de capital político del macrismo: antes se oponía a la colegiatura de la CGT y aspiraba a que el Gobierno lo ayudara a suceder a Moyano. Ahora quedó lejos de un lugar en la conducción por venir y tuvo que salir a ratificar su filiación: “Soy peronista de cuna”, aclaró, frente a la brecha que abrió el gobierno entre trabajadores y empresarios. Otro aliado sindical del PRO, Barrionuevo, trató de defender a Macri en un congreso al que lo invitaron los bancarios y fue tapado por silbidos.

Moyano y Caló se a reúnen hoy para evaluar, entre otros temas, el camino hacia la conducción colegiada que quiere Moyano. También se espera para esta tarde un duro comunicado sobre la situación económica, profundizando las críticas al macrismo de las últimas semanas.

“Si no hay una señal del Gobierno que permita ir solucionando los problemas, no queda otra salida que el paro general” (Moyano)

En la otra vereda, las dos CTA, una liderada por Hugo Yasky y la Autónoma conducida Pablo Micheli, ya lograron la “unidad en la acción”. Peleados por la relación con el kirchnerismo, aún hoy es difícil que avancen hacia una articulación más orgánica, en parte porque el voto directo con que eligen a sus dirigentes bloquea soluciones intermedias. Así lo explicó Pedro Wasiejko, secretario General Adjunto de la CTA de Yasky, en diálogo con Nuestras Voces. Destacó que en algunas provincias ya confluyen en “comités de coordinación, integrados con delegados de ambas centrales”.

Macri lo hizo

Así las cosas, con la feroz transferencia de ingresos desde los asalariados hacia las corporaciones, los terratenientes y la clase alta (con quita de impuestos arriba y quita de subsidios abajo) Macri acercó a las centrales sindicales, facilitó las reunificaciones, perdió aliados internos y dio lugar al crecimiento de los opositores.

El combo de inflación, tarifazo y estancamiento dejó en segundo plano las diferencias políticas y cuentas personales del mundo gremial, furioso por la promesa incumplida de eliminar el impuesto a las ganancias.

Incluso Moyano, que juega en varios tableros al mismo tiempo -AFA, contratista del Estado, empresario, aliado electoral de peso- se paró lejos de la Rosada el jueves de la semana pasada, en el microestadio de Ferro Carril Oeste: “Seguiremos peleando por los intereses y derechos de los trabajadores, sea quien sea con quien tengamos que pelear”, advirtió.

Un ejemplo del nuevo escenario es la Marcha Federal de las CTA, que irá de Mendoza a la Plaza de Mayo. Estaba convocada para el 17 de agosto, aniversario de la muerte de San Martín, pero la fecha se corrió para esperar al congreso de la CGT del 22, con la esperanza de que se sumen. “Por ahora, va a ser el 24, con las CGT, la CTA y las multisectoriales”, vaticinó Eduardo López, secretario general de los maestros porteños de UTE. “Estamos a 9 meses de la asunción de Macri hablando de esta marcha. La marcha federal que le hicimos a Menem fue en el ‘94, o sea, a cinco años de su asunción”, graficó López.

Bolsillo vs. Precios

Para el INDEC, la inflación de junio fue de 3,1%, lo que arroja un 47% interanual. Prat-Gay recalculó que 2016 terminará cerca del 42%, muy por encima del tope de 25% que prometieron el ministro de Hacienda y el propio Presidente. Previsores, varios sectores cerraron sus acuerdos sólo por 6 meses (como Smata, Uocra, el gremio de la carne, Comercio) o sujetos a cláusulas de monitoreo (docentes y bancarios, entre otros). De todos modos, saben bien que la letra por sí sola no alcanza y que para reabrir paritarias tendrán que dar señales de fortaleza. Luz y Fuerza, ATE Nacional, los docentes y los estatales de varias provincias son sólo algunos de los sectores que ya dejaron en claro que la plata no alcanza.

“Por la insistencia del gobierno en una política que tiende a convertir al salario en una variable de ajuste, avanzamos hacia una rediscusión salarial general”, dicen desde La Bancaria
La Bancaria, que en abril acordó una suba del 33%, incluyó en su convenio un punto que gatilla la reapertura de la paritaria si la inflación se desboca. “El salario pierde rápidamente poder adquisitivo y los últimos números marcan que no se está acomodando la inflación, como no podía ser de otra manera con esta seguidilla de devaluación, alza de precios y tarifazo”, indicó a este medio Eduardo Berrozpe, secretario de Prensa de los bancarios. “Por la insistencia del gobierno en una política que tiende a convertir al salario en una variable de ajuste, avanzamos hacia una rediscusión salarial general y cuando eso sucede es un motor importante de la movilización de los trabajadores”, dijo Berrozpe.

Desde la CTA de Yasky, Pedro Wasiejko afirmó que “la pérdida del poder adquisitivo está llegando a un 45% y se va a ampliar con el transcurrir de los meses”. Para el dirigente del caucho, “la expectativa del segundo semestre se va a desvanecer como humo y quedará lo sólido: un proceso inflacionario que deteriora el nivel de ingreso de los trabajadores”. Por eso, consideró que “en esos convenios que se quedaron atrás va a haber que reabrir la paritaria”.

En la CGT Azopardo coincidieron. “Hay gremios que pactaron aumentos del 30 al 32% y que quedaron desactualizados. Se habla de reabrir las paritarias, no uno sino todos. Sindicatos y trabajadores colaboraron en la contención de la inflación, pero el Gobierno nada hizo para que otros sectores también ayuden”, remarcó el petrolero Guillermo Pereyra, muy cercano a Moyano.

“Se habla de reabrir las paritarias, no una sino todas. Sindicatos y trabajadores colaboraron en la contención de la inflación, pero el Gobierno nada hizo para que otros sectores también ayuden”, dicen desde la CGT de Moyano.

En ATE Nacional, Hugo “Cachorro” Godoy convocó a una huelga para la primera quincena de agosto. “El gobierno –señaló– dio un aumento salarial que no supera el 27% en el Estado, mientras que ya reconoció una inflación superior, por lo que el gremio exige reabrir las paritarias nacional y sectoriales”.

Maestros en punta

Los maestros son el sector que más rápido salió a reclamar un reajuste de los sueldos. En Buenos Aires, el Frente Gremial Docente ya se lo hizo saber a la gobernadora María Eugenia Vidal. “Avanzamos en una paritaria que la inflación superó a mitad de año, queremos empezar el segundo semestre discutiendo la recomposición salarial, para que no paguemos de nuestros bolsillos el ajuste que hacen otros”, planteó Roberto Baradel, de SUTEBA. Mirta Petrocini, de la FEB, remarco que “si no hay una señal clara por parte del Gobierno para dar respuesta a las demandas del sector, el regreso a clases luego del receso invernal va a ser conflictivo”. Por ahora, la respuesta de la administración Vidal es que “no hay elementos para reabrir la paritaria”.

El mismo pedido que sus pares bonaerenses hicieron los maestros porteños, los santafesinos de Amsafé y los mendocinos de SUTE. Para Eduardo López, de UTE, “hay una pérdida de 7 puntos reconocida por el propio gobierno”. Por eso advirtió que, “sin dudas, va a haber conflicto en la segunda mitad del año si al menos no se recupera esa diferencia”. También recordó que otro gran problema es la situación de los desocupados y los trabajadores en negro. “Por cada peso que perdemos los ocupados, los precarizados pierden tres”, subrayó.

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