Ya Lula había advertido que los comportamientos oscilantes cuando no contradictorios no daban rédito electoral y en la base de la pérdida de popularidad de Dilma estaba la incoherencia entre los dichos de campaña y los hechos de gobierno. El transfuguismo politico y electoral, como metodo habitualmente propalado por la consultoria politica tradicional, es hoy un error de diseño básico en cualquier estrategia electoral y de gobierno.
El opacamiento de la identidad original, además de un ejercicio de arribismo político despreciable ( logreros los llamaba Peron en 1971), no parece ya una estrategia electoral adecuada.
Leemos ahora lo sucedido en España en el 26J y en particular lo ocurrido a los candidatos de Ciudadanos y Unidos Podemos , fuertemente castigados electoralmente por su itinerario errático, modelado sin duda por su apego enfermizo a las encuestas que bajo el paradigma del "pragmatismo extremo" ,los transformó en saltimbanquis políticos al calor de los estuduios de opinión, que los arruinaron como candidatos, y a pesar de su juventud, tal vez la ruina sea definitiva .
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"Ante el peligro real de que la 'izquierda radical' (Unidos Podemos) quedase en segundo lugar, como señalaban todas las encuestas, y el PSOE apoyase a Iglesias para llegar a ser presidente de gobierno, el PP ha conseguido recuperar gran parte del voto de centro y centro derecha que en diciembre se fue a partidos como Ciudadanos, y a UPyD (Unión Progreso y Democracia). Ese voto 'del miedo' a la izquierda radical probablemente haya podido pesar más que cuestiones más 'morales' como la corrupción", explicó Javier Astudillo, vicedirector del Departamento de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Pompeu Fabra, consultado por Infobae.
Uno de los grandes derrotados fue Rivera (Ciudadanos), a quien muchos de sus seguidores no le perdonan haber intentado formar gobierno con el socialismo. Entre diciembre y junio perdió 390.759 votos, y todo indica que la mayor parte pasó al PP, que sumó 669.220 sufragios.
Todavía peor fue el fiasco de Unidos Podemos. Si se considera lo que obtuvieron Podemos e Izquierda Unida por separado en diciembre, perdieron un millón de votos en estos seis meses. "Están desconcertados —dijo Astudillo—. Quizás Iglesias dio demasiados cambios ideológicos, como pasar de declararse comunista hace dos años a socialdemócrata ahora, o decir que José Luis Rodríguez Zapatero había sido el mejor presidente de la historia reciente de España. Muchos de sus votantes habían sido electores del PSOE muy desencantados con Zapatero".
Estas inconsistencias rescataron al socialismo de la humillación máxima que habría significado perder el segundo lugar. Pero no lo sacaron de su profunda crisis interna, que de hecho se profundizó.
"Todo esto hace suponer que, por paradójico que pueda parecer a primera vista, el PP sea el partido que goza de mejor salud y de mayor claridad ideológica. Sus tesis pueden gustar más, o menos. Pero todo el mundo sabe a qué juega", sostuvo Josep Baqués Quesada, profesor de ciencia política en la Universidad de Barcelona, en diálogo con Infobae.
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