6/05/2016

vuelvan ya !



Vació, defraudó y lo pescaron


El ex titular de Marsans, que controló Aerolíneas Argentinas durante siete años, fue condenado en España por diversos delitos contra el fisco español y clientes. Ya había sido procesado por el vaciamiento de Aerolíneas.
El ex dueño del grupo español Marsans Gerardo Díaz Ferrán fue condenado ayer a cinco años y medio de prisión y al pago de una multa de 1,2 millón de euros. El empresario, que a través de Marsans tuvo el control de Aerolíneas Argentinas en su etapa privatizada, fue procesado por delitos de “alzamiento de bienes, concurso fraudulento, blanqueo de capitales e integración en banda criminal”. Díaz Ferrán aguardará en la cárcel la resolución de otro juicio por apropiación de 4,4 millones de euros de clientes de Viajes Marsans, al tiempo que afronta una querella presentada por Aerolíneas Argentinas por haberse adjudicado indebidamente 453 millones de dólares. El hombre de negocios ya contaba con prisión domiciliaria desde 2012 por el vaciamiento de la línea de bandera argentina, que incluyó el remate de aeronaves, simuladores y otros bienes de la firma.
La Justicia española investigó a Díaz Ferrán por su responsabilidad en la disminución del patrimonio de Marsans, firma turística que llegó a posicionarse entre las más importantes del Viejo Continente. El empresario, según el resultado de la fiscalía, acordó con su socio fallecido, Gonzalo Pascual, la transferencia de activos de la compañía a un tercer asociado (Angel de Cabo), quien asumió el compromiso de reintegrarle cerca de 8 millones de euros a cada uno en pagos de 100 mil euros por mes. Las modalidades para vaciar el patrimonio de las sociedades de Marsans fueron diversas y permitieron retirar del grupo cerca de 30 millones de euros. De este modo, la compañía empezó a acumular deudas y su viabilidad financiera quedó comprometida y generó diversos juicios por deudas impagas. La situación operativa de Marsans continúo deteriorándose hasta quebrar en 2010, con deuda acumulada por 550 millones de dólares y más de 4700 individuos afectados.
El Grupo Marsans, que fue propietario de Aerolíneas Argentinas durante casi siete años, fue responsable del vaciamiento de la firma. En 2001, Díaz Ferrán le compró la línea de bandera a la SEPI (organismo estatal español) por un valor simbólico de un dólar, y en 2008 dejó la empresa con patrimonio negativo de alrededor de 2500 millones de pesos y un pasivo de 890 millones de dólares.
La flota de Aerolíneas era la más antigua de la región. Marsans ejecutaba una política de desmembramiento, utilizando partes de aeronaves en tierra para reponer repuestos en otros aviones. La flota era alquilada, con lo cual acumuló incumplimientos con los locadores. Air Comet, firma del grupo Marsans, se armó prácticamente de cero a partir del capital de vuelo que tenía la línea de bandera argentina. “Los empresarios españoles se basaron en los negocios de las empresas del Grupo Aerolíneas para apalancar el crecimiento de unidades de negocios distintas, como Air Comet Europa, Air Comet Chile, Marsans Internacional Argentina y Marsans Internacional Chile”, explicó el gobierno nacional en un trabajo que se presentó ante el Ciadi, ante el cual Marsans había demandado al país.
Díaz Ferrán fue denunciado además, en marzo del año 2015, por presunta apropiación indebida de 453 millones de dólares. El empresario recibió estos recursos del Estado español en 2001 para desarrollar un plan industrial en Marsans, pero lo desvió a favor de su propia empresa, Air Comet. En esta causa está imputado también su ex socio Antonio Mata, quien ocupó el cargo de presidente de Aerolíneas Argentinas, para luego participar en el negocio de medios, junto a Jorge Lanata, en el fallido diario Crítica.

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