6/11/2016

cortes de gas a industrias : mientras el gobierno como es costumbre no tiene respuestas, desde came proponen como alternativa dejarnos sin garrafas ni encendedores

LPOEl Gobierno pide que reduzcan el consumo a cero para hacer frente a la ola de frío. Las pymes gas-intensivas en estado crítico.
El Gobierno nacional solicitó hoy a las industrias reducir a cero el consumo de gas natural para poder mantener el abastecimiento domiciliario, escuelas y hospitales ante la llegada de un frente frío que afectará a todo el país.

"El Comité de Emergencia convocado por el Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS) decidió hoy solicitar a las industrias el inicio de reducción de consumo hasta llegar al corte total de sus consumos", dijo el Ministerio de Energía en un comunicado de prensa.

El Ministerio aseguró que "el suministro a las estaciones de GNC sigue normal".

Las industrias, que además de verse afectadas por el tarifazo ahora se ven obligadas a perder días de producción temen por la profundización del ahorcamiento de las empresas que hacen uso intensivo de la energía.

El parte señala que el pedido se debe a "la ola de frío que afecta al territorio nacional con temperaturas mínimas cercanas a cero grados hasta el lunes próximo que genera una mayor demanda del suministro de gas por parte de los usuarios".

En realidad el pico de consumo es tanto de energía eléctrica como de gas. Pero en la medida en que aproximadamente la mitad de la generación eléctrica del país se hace en centrales termoeléctricas de ciclo abierto y ciclo combinado, que queman gas para convertirlo en electricidad, el consumo estacional para calefacción termina repercutiendo de lleno en la demanda agregada de gas.

La semana pasada las mareas fueron particularmente bajas y los barcos que tenían que atracar en el puerto de Bahía Blanca para descargar las importaciones de gas natural licuado (GNL) no pudieron hacerlo. Así, aunque se descarguen las cargas, la planta de regasificación tiene una capacidad acotada para volcarlo al sistema de distribución.Entre los motivos esgrimidos por la cartera de Juan José Aranguren, se destaca que "Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) nos comunicó que entregarán cinco millones de m3 menos de gas por día de lo que está contractualmente acordado por haberse incrementado la demanda de Brasil que tiene prioridad sobre el contrato con Argentina, y el retraso en la llegada a puerto de los barcos de GNL por malas condiciones climáticas".

LPO consultó al Secretario Industrial de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Pedro Cascales, por el impacto de la medida en la industria. "Normalmente afectan a industrias de consumo medio y alto de gas, que pueden ser grandes empresas o pymes, pero quiero llevar tranquilidad a las industrias que no son gas-intensivas."

"Sin embargo, no son decenas sino miles las empresas pyme que son alcanzadas por la medida. Estamos hablando de fundiciones, hornos de cerámica, fábricas de vidrio, químicas, fábricas con procesos de secado, de horneado y de panificación, entre otras" detalló el industrial. También aclaró que aquellas industrias que no pueden apagar sus equipos por requerimientos técnicos que harían que se eche a perder la maquinaria, tendrán el suministro del piso técnico.

Al respecto, LPO consultó al equipo del ministro de Producción, Francisco Cabrera, sobre la suerte de las empresas lácteas y de bebidas (como la cerveza) que dependen del suministro de gas para los procesos de pasteurización, al igual que el resto de la industria alimentaria depende de los hornos para el proceso de deshidratación y precocción. Estos rubros son gas-intensivos y no tienen alternativas al suministro del gas para sostener la producción. Al cierre de esta nota, no supieron dar respuesta.

"La industria no es estacional en el consumo de gas porque el 50% de la matriz energética de la industria depende del gas. Es el consumo domiciliario el que tiene un pico de consumo en el invierno y este mayo, es cierto, fue el más frío en los últimos sesenta años y el cuarto más frío de la historia; pero no se puede restringir el consumo de gas porque si se cortara, antes de volver a suministrarlo, habría que revisar casa por casa que no haya ninguna llave de gas abierta y esto es técnicamente imposible. Entonces, cuando escasea el gas, el Gobierno apunta a las industrias para reducir la demanda", explicó Cascales.

El problema no es novedad. El país pasó de ser exportador neto de gas natural a ser importador. "Esto viene de hace rato y cada vez está peor. No se hizo una buena comunicación de la gravedad real del problema. Pasás por las oficinas públicas y ves que quedan las luces prendidas y esa luz se genera en al menos un 50% con gas que tiene en la transformación eléctrica un desperdicio del 70%. El problema también es de eficiencia", evaluó el secretario de CAME.

Un problema serio de en materia de eficiencia tiene que ver con la paralización de las obras pendientes de cierre del circuito de las plantas termoeléctricas que mientras son de ciclo abierto, pueden aprovechar el 30% de la capacidad energética del gas, mientras que al convertirlas en plantas de ciclo combinado se puede aumentar un 55% su eficiencia. Pero, como adelantó LPO, Aranguren congeló estas obras que podrían significar un ahorro masivo de un recurso que hoy importamos.

En este sentido, hoy el Ministerio de Energía reveló que en la licitación de 1.000 megavatios recibió 49 ofertas por un total de 6.611 megavatios de energía eléctrica térmica; pero no dio novedades sobre la finalización de las obras ya licitadas e inconclusas.

"No todas son pálidas. Hay soluciones viables. En primer lugar, premiar o dar algún incentivo al que se equipa para ahorrar o autobastecerse cuando escasea la energía porque asume un costo de inversión para valerse durante 30 a 120 días al año de otra forma de suministro liberando los recursos de la red de gas para que lo usen otros. Segundo, replantearse el uso de los desperdicios industriales y domiciliarios, como aceite o viruta que se pueden transformar en energía sin necesidad de importar. Y tercero, en esta línea, mirar los recursos propios disponibles. 

Tenemos un excedente del 50% de producción de gas licuado de petróleo (GLP) que se exporta y que es el que se usa principalmente para las garrafas y los encendedores, que podrían usarse para generar energía o respaldo energético de gas en estos momentos de crisis", opinó Cascales.Además, las centrales termoeléctricas aumentarán la demanda del gas de la generación eléctrica, por lo cual, si bien son de las inversiones más rápidas de concluirse (Algunas podrían estar terminadas a fines de 2016), aumentan la dependencia de un recurso que hoy importamos. Si bien algunas de ellas admiten también el funcionamiento a base de diésel, este combustible no solo es más caro sino que reduce hasta un 40% la vida útil de las turbinas. La energía nuclear, hidroeléctrica, de biomasa o de fuentes renovables darían un respiro a la importación de gas.

La restricción con este último recurso es que no sirve para alimentar centrales termoeléctricas, pero sí grupos electrógenos, o sistemas de back up para grandes industrias. "No tengo un número de cuánto se puede ahorrar, pero desde 2003 me dedico al equipamiento de industrias con respaldo basado en energía de GLP y logramos un ahorro de 150 millones de dólares al año en importación de GNL", ejemplificó el industrial.

"Lo que hay que entender es que las grandes empresas en muchos casos están en condiciones de invertir en un mecanismo de back up para no frenar la actividad o de generación de sobrestocks para poder cumplir con sus compromisos aguas abajo en caso de corte de energía, pero las pymes no. Para las pymes el corte energético es un mazazo. Y si son gas-intensivas, su situación es crítica. Además de encarecerles la energía, ahora les cortan el suministro mientras los costos fijos, como los costos financieros que ya están por la nubes, los alquileres y los salarios siguen corriendo. Día de producción que se pierde no se recupera", diagnosticó tajante Cascales.

"Y cuando los anuncios son así de intempestivos ni siquiera hay tiempo para arreglar con los trabajadores para adelantar vacaciones y así menguar el impacto sobre los costos. Ni de organizarse para no perder contratos. Porque si una fábrica de vidrio no puede producir, no puede entregar las botellas que la industria vitivinícola, aceitera o cervecera necesita, con lo cual no solo complica la producción de otras industrias, sino que pierde compradores por una causa por la que no es responsable", concluyó el industrial de CAME.

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