Sturzenegger dijo que por culpa de Aranguren la inflación seguirá alta y por eso no baja más la tasa
El presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, sólo redujo medio punto (a 37,5 por ciento anual) la tasa de interés de las letras a 35 días, a pesar de que el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, venía presionándolo para que la reducción sea más pronunciada.
La entidad monetaria se hizo eco de la presión de Prat Gay y admitió que "diversas fuentes oficiales y privadas (...) muestran una baja en la inflación subyacente de abril respecto de marzo", es decir sin considerar los aumentos de los servicios públicos, una forma de conseguir un número menor al de la suba real.
No obstante, Sturzenegger defendió su decisión de que la reducción de la tasa de interés no sea más grande y culpó por ello al ministro de Energía, Juan José Aranguren, quien el fin de semana autorizó un aumento del 10 por ciento en los combustibles, lo que tiene impacto en toda la economía.
"A pesar del descenso de la inflación subyacente la situación sigue recomendando prudencia", sostuvo el BCRA en un comunicado, donde le pega sin disimulo a Aranguren. "Por ejemplo, en el mes de mayo la suba del precio de los combustibles incidirá en la tasa de inflación", afirma.
El ministro quedó en la mira en los últimos y le pegaron desde todos los sectores, hasta Domingo Cavallo. El ex Shell tuvo que salir a defenderse y sostuvo que la nafta aumenta por la devaluación, pese a que durante semanas Prat Gay habló de una "inflación asumida" y que los precios se habían anticipado a la corrección cambiaria.
"El balance de estos factores induce al BCRA a mantener el actual sesgo contractivo de su política monetaria", señala el comunicado de la entidad, que resistió la presión de las otras áreas económicas del Gobierno. Sturzenegger viene repitiendo que sólo habrá un descenso importante de las tasas una vez que se perciba una baja sostenida en la inflación.
El BCRA inició en marzo una recorrido de suba en las tasas de interés, que el 1 de ese mes se elevó al 37 por ciento y desde el 8 de marzo hasta el 26 de abril estuvo ininterrumpidamente en el 38 por ciento.
El alto interés fue motivo de críticas de economistas y empresarios, por entender que entorpecía el impulso de las actividades productivas y comerciales, en razón de que ninguna ofrecía una rentabilidad tan elevada como el que daba las Lebacs.
El más agresivo fue el secretario de Finanzas, Luis Caputo, mano derecha de Prat Gay. "Ni en pedo me endeudo a estas tasas", respondió ante una oferta de los bancos.
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1 comentario:
Parece que todavía no se avivaron, che ! ...
ESTO ES UN RODRIGAZO !
Y un Rodrigazo no es un evento de la naturaleza.
Tampoco es el resultado de un déficit producto de una mala administración.
Un Rodrigazo es un PLAN DELIBERADO para licuar el salario del trabajador y bloquear toda posibilidad de movilidad social ascendente, mandando a millones a la pobreza.
Clase media aabaaaajoooo !
Siempre conservo este artículo
El vice de Rodrigo era Ricardo Zinn
http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-70532-2006-07-27.html
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