4/01/2016

votaron un nuevo ciclo de endeudamiento externo para financiar gastos corrientes, déficit externo y fuga de capitales

Deuda externa, fondos buitre y después


PABLO MANZANELLI*
 La deuda en los tiempos de la dictadura. El proceso de desendeudamiento post 2001. El problema de la restricción externa y las recetas de Cambiemos para resolver los desequilibrios externos. La urgencia por arreglar con los Fondos Buitres y el ajuste de fondo.
Durante los últimos 40 años la deuda externa, ya sea por su inédita expansión entre 1976-2001 o por su posterior y no menos relevante disminución relativa durante las gestiones kirchneristas, ocupó un lugar central en el comportamiento macroeconómico de la Argentina.

Deuda externa, fondos buitre y después
En el marco del patrón de acumulación que puso en marcha la dictadura militar en 1976 y que perduró hasta el 2001, el papel de la deuda externa estatal y privada fueron ejes centrales para instaurar un esquema económico en el que la maximización de los beneficios se sustentó en los diferenciales implícitos entre la tasa de interés local y las internacionales (la primera fue superior a la segundas durante buena parte del período). Así, el endeudamiento externo privado se valorizaba en el mercado financiero interno, generando una renta financiera que luego era fugada al exterior. La acción del Estado fue determinante por varios motivos: a) produjo desde el mismo momento del golpe de Estado una inédita redistribución del ingreso en contra de los trabajadores que marcó una nueva matriz distributiva en el largo plazo y se perfeccionó durante la década de 1990 mediante la irrupción de un desempleo masivo; b) impuso como parte de su política económica la apertura en el mercado de bienes y de capitales; c) proveyó mediante su propio endeudamiento las divisas que hicieron posible la fuga de capitales al exterior; d) determinó a través de su endeudamiento en el mercado interno la existencia de un diferencial positivo entre la tasa de interés interna y la internacional que permitió la valorización financiera de los sectores oligopólicos; e) estatizó la deuda externa privada mediante los seguros de cambio durante la década de 1980; f) enajenó el patrimonio nacional mediante la transferencia de la propiedad de las empresas públicas a los grupos económicos locales y empresas extranjeras durante la década de 1990.
Desde el 2003 en adelante, la deuda externa siguió siendo decisiva pero estuvo signada por un proceso contrario al que tuvo en el patrón de acumulación anterior, es decir, por el desendeudamiento y el cambio de la composición de la deuda pública. Estas modificaciones tan relevantes se desplegaron en un contexto en el que la política económica privilegió la expansión de la economía real impulsando el consumo y la industrialización, logrando tasas de crecimiento desconocidas por sus altos registros.
Desde el 2003 en adelante, la deuda externa siguió siendo decisiva pero estuvo signada por un proceso contrario al que tuvo en el patrón de acumulación anterior, es decir, por el desendeudamiento y el cambio de la composición de la deuda pública.

argentinafondosEntre los hitos fundamentales del desendeudamiento se encuentran el canje con quita consumado en 2005 y el pago al FMI, a lo que debe agregarse el canje posterior realizado en 2010 que fue complementario al primero pero destacable porque permitió incrementar el monto de la deuda que adhirió al canje por encima del 92%. Por su parte, el hecho decisivo en la modificación de la composición de la deuda externa fue la estatización de los fondos jubilatorios que pasaron a ser administrados por la ANSES, lo cual permitió incrementar la deuda externa en manos del propio sector público y disminuir, en consecuencia, la tenencia del sector privado.
A pesar del proceso de desendeudamiento no se logró evitar la emergencia de un problema endémico de la economía argentina: la restricción externa. La misma tiene sus fundamentos estructurales en el tipo de crecimiento industrial que es, dada la estructura productiva actual, altamente demandante de importaciones y la elevada fuga de capitales asociada a la internacionalización productiva y financiera del gran capital concentrado interno. Esta crítica situación del sector externo se vio agravada por el intento de extorsión de los fondos buitre que contaron con la complicidad no sólo del juez Griesa sino también del conjunto del sistema judicial norteamericano, que impidió la estrategia de acceso al mercado de capitales.
A pesar del proceso de desendeudamiento no se logró evitar la emergencia de un problema endémico de la economía argentina: la restricción externa.
Es poco discutible que la asunción del nuevo gobierno de la alianza Cambiemos representa un giro copernicano en la política y la economía del país. Respecto a los problemas que enfrentaba la economía argentina su diagnóstico se asienta en que los desequilibrios macroeconómicos son producto de los excesos en la intervención estatal y la sobreexpansión del consumo interno en base a los altos salarios de los trabajadores y a un elevado gasto público. Esta visión desatiende las causas estructurales de la restricción externa. Así, desde la óptica oficial las recetas para resolver los desequilibrios externos no residen en políticas que tiendan a diversificar la matriz industrial y reorientar el excedente a la inversión, sino en medidas que tienen estrecha relación con su diagnóstico. Es decir, resolverlos a partir de la devaluación, la quita de retenciones, el ajuste de la demanda y el inicio de un nuevo ciclo de endeudamiento (el cual también deviene central para financiar el ajuste fiscal “gradualista”). De esta manera, según las nuevas autoridades, se restauraría el equilibrio, condición suficiente para que se radiquen nuevas inversiones y se reimpulse el crecimiento económico, lo cual es ciertamente cuestionable en un escenario de caída de la demanda interna e internacional.
Desde la óptica oficial las recetas para resolver los desequilibrios externos no residen en políticas que tiendan a diversificar la matriz industrial y reorientar el excedente a la inversión, sino en medidas que tienen estrecha relación con su diagnóstico. Es decir, resolverlos a partir de la devaluación, la quita de retenciones, el ajuste de la demanda y el inicio de un nuevo ciclo de endeudamiento
Argentina Debt StandoffEl proyecto enviado por el Poder Ejecutivo para cancelar la deuda de algo más del 7% de los acreedores que no accedieron a los canjes 2005 y 2010, implica la emisión de bonos por aproximadamente 15.000 millones de dólares. Se trata de un monto significativo si se contempla que la deuda con privados en moneda extranjera se ubica en 40.000 millones, y que con esos recursos públicos se podría “solventar” 6 años completos de la Asignación Universal por Hijo, o más de un año de jubilaciones mínimas, o 250 mil viviendas para beneficiar a un millón de personas, o 45 mil kilómetros de red cloacal, o 12 mil kilómetros de rutas.
Asimismo, debe señalarse que la quita propuesta a los fondos buitre y a los “me too” (no así la oferta base) es inferior que las ofrecidas informalmente por los fondos buitre en 2014, donde habían planteado una quita de alrededor del 30%. En ese momento, el rechazo del Gobierno Nacional se fundamentaba en la vigencia de la cláusula RUFO y en la posibilidad cierta de que los acreedores que entraron a los canjes anteriores demanden un trato igualitario. Si bien en la actualidad dicha cláusula venció, estos bonistas podrían ampararse en la cláusula “pari passu” y, ante la eventualidad de otra interpretación antojadiza de cualquier juez como Griesa, poner en riesgo el conjunto de la deuda reestructurada.
El proyecto enviado por el Poder Ejecutivo para cancelar la deuda de algo más del 7% de los acreedores que no accedieron a los canjes 2005 y 2010, implica la emisión de bonos por aproximadamente 15.000 millones de dólares. (…) con esos recursos públicos se podría “solventar” 6 años completos de la Asignación Universal por Hijo, o más de un año de jubilaciones mínimas, o 250 mil viviendas para beneficiar a un millón de personas, o 45 mil kilómetros de red cloacal, o 12 mil kilómetros de rutas.
Argentina Debt StandoffEn los fundamentos de la negociación se plantea que la rapidez con que se ha llevado esta negociación tiene relación con las necesidades macroeconómicas de moderar el ajuste fiscal y reactivar el crecimiento económico. En primer lugar, debe aclararse que si bien la economía argentina tiene problemas que atender no había entrado en una fase recesiva. El Producto Bruto Interno creció al 2% anual en el primer semestre de 2015, la inflación venía desacelerándose hasta alcanzar 24% interanual en septiembre, en ese mes el salario real había mejorado un 5% interanual, la desocupación había bajado al 5,9% en tercer trimestre y la pobreza al 19,7% en el segundo trimestre de 2015. De modo que la economía argentina no registraba una situación económica de catástrofe, sino que sus problemas eran específicos y se asociaban principalmente a la restricción externa. Si los problemas se agravaron después de la asunción del nuevo gobierno es por las medidas que se implementaron. De modo que no parece se justificarse la aceleración del proceso de negociación “a como dé lugar” y mucho menos los argumentos de imperiosidad ante un ajuste inminente e irreversible.
La economía argentina no registraba una situación económica de catástrofe, sino que sus problemas eran específicos y se asociaban principalmente a la restricción externa. Si los problemas se agravaron después de la asunción del nuevo gobierno es por las medidas que se implementaron.
Argentina Debt StandoffEsta necesidad imperiosa y urgente de arreglar con los fondos buitre pone de manifiesto que el actual gobierno plantea salir del problema real que tiene la economía argentina a través del ajuste que ya hicieron y que van a continuar y fundamentalmente con el inicio de un ciclo de endeudamiento que no tiene su raíz en la economía real sino en el financiamiento de la brecha fiscal y externa, lo cual no solo no resuelve los problemas reales sino que además genera significativos “costos” hacia adelante. Al respecto, vale señalar que si se consideran solo las necesidades de emisión de deuda para cubrir el pago a los fondos buitre y el déficit fiscal según las metas anunciadas, el endeudamiento externo con privados en moneda extranjera alcanzaría poco más de 97.000 millones de dólares hasta 2019 (último año de mandato presidencial). En efecto, se trata de un nuevo ciclo de endeudamiento externo que no se destinará a financiar inversiones productivas y capital de trabajo sino gastos corrientes y el déficit externo, el cual en un escenario de escasas oportunidades de inversión tenderá a tener como protagonista principal la fuga de capitales al exterior.
Esta necesidad imperiosa y urgente de arreglar con los fondos buitre pone de manifiesto que el actual gobierno plantea salir del problema real que tiene la economía argentina a través del ajuste que ya hicieron y que van a continuar y fundamentalmente con el inicio de un ciclo de endeudamiento que no tiene su raíz en la economía real sino en el financiamiento de la brecha fiscal y externa.
 * Investigador del Área de Economía y Tecnología de la FLACSO y CIFRA-CTA, pdmanzanelli@gmail.com

1 comentario:

Agustinteresa dijo...

Estimado Artemio,
Sin ninguna duda durante el período de los vendepatria que nos gobiernan en este momento, la pobreza pegó un salto enorme muy rápido. Sin embargo:

¿Debemos entender que ahora Ud. está validando las cifras de la UCA?

EL año pasado, Uds. estaban dando una cifra de alrededor del 15% cuando la UCA tiraba cerca del 29% de pobreza (la oficial era creo del 7% creo). Tengo enorme confianza en su trabajo y la verdad era la cifra que usaba para describir la pobreza en nuestro país.

La de CIFRA, de Eduardo Basualdo, quién me merece el mayor de los respetos (estudié en la facultad con sus varios de sus textos), me parecía también una de las más confiables. Ellos indicaban una pobreza del orden del 19% (para diciembre de 2015), y que iba variando, desde ya, con un máximo durante del gobierno de CFK del 20% (de todos modos muy por debajo de aquel desastre que fue 2001-2002). Aún aguardo los nuevos datos de CIFRA.

Espero que pueda aclarar este tema en un posteo futuro.

Cordial saludo.