La cifra es por la diferencia entre los precios pactados para el cierre
de abril, en torno a los 10 pesos, y los 14,25 que cotizaba ayer a la hora de
ejecución del contrato.
El Banco
Central debió afrontar ayer una nueva consecuencia de la devaluación concretada
en diciembre. El organismo que conduce Federico Sturzenegger afrontó el pago en
pesos de los vencimientos de los futuros de dólar pactados para abril por el
equivalente a contratos abiertos por unos 2700 millones de dólares. Todavía
restan contratos abiertos de mayo y junio por 4000 millones de dólares del
total de 16.000 millones que se tomaron antes de la asunción del gobierno de
Mauricio Macri y que derivó en dos causas judiciales, una que involucra a la
anterior administración por ofrecer este instrumento y otra a la actual por
funcionarios que los adquirieron. El Central pagó por la diferencia entre los
precios pactados para el cierre de abril, en torno a los 10 pesos, y los 14,25
con que se ubicó al momento de la operación. El anterior pago se había hecho
con una cotización de la divisa de 14,58 pesos, pero en esta oportunidad la
intervención oficial y el mercado le permitieron morigerar la brecha. De todos
modos, el Central debió vender 424 millones de dólares para contener la demanda
de dólares físicos de los bancos que cobraron los futuros.
Funcionarios del gobierno de Macri impulsan una demanda contra la
presidenta Cristina Fernández de Kirchner, el ex presidente del Banco Central,
Alejandro Vanoli, y el entonces ministro de Economía, Axel Kicillof. La causa
es por haber permitido que empresas y bancos tomaran cobertura sobre el tipo de
cambio a través de los futuros por valores debajo de la cotización en los mercados
informales. Desde la anterior administración replican que el costo de pagar
esos contratos no deviene de la operatoria en sí misma sino de la devaluación
abrupta del macrismo que elevó la brecha entre el precio pactado y el que
finalmente adquirió la divisa. Esta situación sumó un nuevo capítulo en los
últimos días al conocerse que funcionarios del gobierno de Macri habían
comprado futuros antes de que asuma el gobierno, lo que fue confirmado y
minimizado por el jefe de Gabinete, Marcos Peña.
El resultado de la devaluación fue una ganancia de casi el 50 por
ciento por la diferencia en el tipo de cambio. El Central pagó ayer la
diferencia por contratos a futuro por 2700 millones de dólares, mientras queda
un 25 por ciento de los 16.000 millones de ese stock adquirido antes de octubre
y previo a que se suspendiera la operatoria. En simultáneo, el organismo que
conduce Sturzenegger tuvo que hacer una agresiva intervención para evitar que
el precio de la divisa se dispare. Los bancos y empresas que obtuvieron el
cobro se volcaron al mercado de cambios a comprar dólares físicos. Esto derivó
en que el Central venda 424 millones de dólares. Las reservas cayeron en 289
millones de dólares para ubicarse en los 34.364 millones de dólares.
La diferencia respecto de lo abonado en marzo fue inferior porque
el precio de la divisa se redujo desde entonces en 33 centavos. Fuentes del
mercado aseguran que la baja sobre el cierre de mes permitió morigerar los
pagos pero que la demanda podría volver a hacerlo subir. Todo dependerá de
cuánta más devaluación esté dispuesta a convalidar el Central. En la jornada de
ayer, tras cinco bajas consecutivas, el dólar repuntó tres centavos a 14,54
pesos en el minorista, con lo que acumuló durante este mes una baja de 35
centavos. En el mayorista, que se toma de referencia para los futuros, bajó
ocho centavos y medio a 14,285 pesos ante la intervención de la autoridad
monetaria y entidades oficiales como el Nación y Provincia. De esta forma, el
Central desinfló la cotización para pagar menos por los contratos de dólar
futuro de abril, que vencieron en la jornada.
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