4/30/2016

devaluación y el "yo no fui"


La cifra es por la diferencia entre los precios pactados para el cierre de abril, en torno a los 10 pesos, y los 14,25 que cotizaba ayer a la hora de ejecución del contrato.

El Banco Central debió afrontar ayer una nueva consecuencia de la devaluación concretada en diciembre. El organismo que conduce Federico Sturzenegger afrontó el pago en pesos de los vencimientos de los futuros de dólar pactados para abril por el equivalente a contratos abiertos por unos 2700 millones de dólares. Todavía restan contratos abiertos de mayo y junio por 4000 millones de dólares del total de 16.000 millones que se tomaron antes de la asunción del gobierno de Mauricio Macri y que derivó en dos causas judiciales, una que involucra a la anterior administración por ofrecer este instrumento y otra a la actual por funcionarios que los adquirieron. El Central pagó por la diferencia entre los precios pactados para el cierre de abril, en torno a los 10 pesos, y los 14,25 con que se ubicó al momento de la operación. El anterior pago se había hecho con una cotización de la divisa de 14,58 pesos, pero en esta oportunidad la intervención oficial y el mercado le permitieron morigerar la brecha. De todos modos, el Central debió vender 424 millones de dólares para contener la demanda de dólares físicos de los bancos que cobraron los futuros.

Funcionarios del gobierno de Macri impulsan una demanda contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, el ex presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, y el entonces ministro de Economía, Axel Kicillof. La causa es por haber permitido que empresas y bancos tomaran cobertura sobre el tipo de cambio a través de los futuros por valores debajo de la cotización en los mercados informales. Desde la anterior administración replican que el costo de pagar esos contratos no deviene de la operatoria en sí misma sino de la devaluación abrupta del macrismo que elevó la brecha entre el precio pactado y el que finalmente adquirió la divisa. Esta situación sumó un nuevo capítulo en los últimos días al conocerse que funcionarios del gobierno de Macri habían comprado futuros antes de que asuma el gobierno, lo que fue confirmado y minimizado por el jefe de Gabinete, Marcos Peña.

El resultado de la devaluación fue una ganancia de casi el 50 por ciento por la diferencia en el tipo de cambio. El Central pagó ayer la diferencia por contratos a futuro por 2700 millones de dólares, mientras queda un 25 por ciento de los 16.000 millones de ese stock adquirido antes de octubre y previo a que se suspendiera la operatoria. En simultáneo, el organismo que conduce Sturzenegger tuvo que hacer una agresiva intervención para evitar que el precio de la divisa se dispare. Los bancos y empresas que obtuvieron el cobro se volcaron al mercado de cambios a comprar dólares físicos. Esto derivó en que el Central venda 424 millones de dólares. Las reservas cayeron en 289 millones de dólares para ubicarse en los 34.364 millones de dólares.

La diferencia respecto de lo abonado en marzo fue inferior porque el precio de la divisa se redujo desde entonces en 33 centavos. Fuentes del mercado aseguran que la baja sobre el cierre de mes permitió morigerar los pagos pero que la demanda podría volver a hacerlo subir. Todo dependerá de cuánta más devaluación esté dispuesta a convalidar el Central. En la jornada de ayer, tras cinco bajas consecutivas, el dólar repuntó tres centavos a 14,54 pesos en el minorista, con lo que acumuló durante este mes una baja de 35 centavos. En el mayorista, que se toma de referencia para los futuros, bajó ocho centavos y medio a 14,285 pesos ante la intervención de la autoridad monetaria y entidades oficiales como el Nación y Provincia. De esta forma, el Central desinfló la cotización para pagar menos por los contratos de dólar futuro de abril, que vencieron en la jornada.

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