3/24/2016

historia del garrochismo argento: el apoyo político a la última dictadura


Vivimos horas de garrochazos indignantes. Son parte de una práctica tradicional en los cambios de etapas drásticos. Siendo indignantes los giros políticos de hoy, cuya figura emblemática es el locuaz diputado Diego Bossio , no se comparan en su gravedad a los que buena parte de la clase política de mediados de los años 70, cuando el último golpera militar del que hoy se conmemoran 40 años. Veamos algunos giros imperdonables de los políticos tradicionales en los días de plomo.

Ricardo Balbín (a la sazón presidente de la UCR), efectuó un público y desembozado lavado de manos el 22 de marzo, alegando: “Hay soluciones, pero yo no las tengo”. 

Días atrás (el 27 de febrero), el comité nacional de la UCR publicó la siguiente declaración destituyente: “El país vive una grave emergencia nacional… ante la evidente ineptitud del Poder Ejecutivo para gobernar… Toda la Nación percibe y presiente que se aproxima la definición de un proceso que por su hondura, vastedad e incomprensible dilación, alcanza su límite”. 

Incluso, hasta el mismísimo Partido Comunista, el 12 de marzo reiteró su propuesta de formación de “un gabinete cívico-militar”. El senador radical Eduardo Angeloz, con sutil imprecisión arengaba: “Alguien tiene que dar la orden…alguien tiene que decir basta de sangre en la República Argentina”.

El 25 de marzo de 1979, el diario La Nación detallaba que de las 1.697 intendencias vigentes en la gestión del Presidente Jorge Rafael Videla, solo el 10% de ellas eran comandadas por miembros de las FF.AA.; el 90% restante, estaba conformado por civiles repartidos del siguiente modo: el 38% de los intendentes eran personalidades ajenas al ámbito castrense de cierta visibilidad en sus respectivas comunas, y el 52% de los municipios era comandado por los partidos tradicionales en el siguiente orden: la UCR contaba con 310 intendentes en el país, secundada por el PJ (partido derrocado) con 192 intendentes; en tercer lugar se encontraban los demoprogresistas con 109, el MID con 94, Fuerza Federalista Popular con 78, los democristianos con 16, el izquierdista Partido Intransigente con 4 y el socialismo gobernaba la ciudad de Mar del Plata. 

En otras áreas gubernamentales, el socialista Américo Ghioldi se constituía en embajador en Portugal; en Venezuela, el radical Héctor Hidalgo Solá haría lo propio, Rubén Blanco en el Vaticano y Tomás de Anchorena en Francia; el demoprogresista Rafael Martínez Raymonda en Italia, el desarrollista Oscar Camilión en Brasil y el demócrata mendocino Francisco Moyano en Colombia. Asimismo, el Partido Comunista emitió proclamas de apoyo al gobierno. Tanto es así que ésta fue la primera gestión cívico-militar que no prohibió ni declaró ilegal al PC

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mas emblematicos son los mulos de la campora y nuevo encuentro que dejaron de desgastar a scioli y empezar a militarlo en octubre.