Andrés Rodríguez, el anfitrión de ayer, encabezó el encuentro que volvió a unir a los líderes de las tres CGT, Hugo Moyano, Luis Barrionuevo y Antonio Caló, detrás de los reclamos por Ganancias y contra los despidos.
La CGT selló ayer una tregua entre sus grupos de poder y acordó finalmente que marchará sólo como demostración de fuerza pero sin martillar contra el Congreso o el Gobierno, para sostener demandas como la declaración de la emergencia ocupacional y una reformulación inmediata del Impuesto a las Ganancias. Además, sus principales referentes fijaron el próximo mojón de su proceso de reunificación para el 22 de agosto con la realización de un Congreso Normalizador de los tres sectores en los que está dividida la central.
Fue el resultado de una nueva cumbre que unió a los tres referentes de sendas CGT, Hugo Moyano, Antonio Caló y Luis Barrionuevo, y a los principales dirigentes de los otros sectores influyentes, como los "gordos" de los grandes gremios de servicios, los "independientes" siempre afines a los gobiernos, y los sindicatos del transporte nucleados en la CATT. Sólo se ausentó del encuentro en la sede de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) el Movimiento de Acción SindicalArgentino (MASA), un sello que coordina el taxista Omar Viviani.
Del debate surgió un documento consensuado que debió sintetizar las posiciones de, por un lado, Moyano y Barrionuevo, y por otro de los "gordos" e "independientes" que recelan del binomio. Respecto del primer borrador que habían acordado el camionero y el gastronómico, el que vio la luz ayer contempla una marcha el 29 de abril por el Día del Trabajador para un acto en Paseo Colón al 800, a una cuadra de la sede de la CGT, pero no al Congreso ni con el traslado de un millón de firmas para sustentar los reclamos, como se había pensado originalmente.
El epicentro de la movilización, el Monumento al Trabajo, fue elegido por entender que la otra opción implicaba presionar sobre legisladores de ambas cámaras que, en su mayoría, son de bloques de origen peronista, el mismo que agrupa al movimiento obrero burocrático. El propio Moyano abrió ayer las deliberaciones con un reconocimiento de que la otra alternativa había sido mal elegida y un ofrecimiento de cambiar el eje de la marcha.
Otro ítem que sufrió cambios fue uno relacionado con ratificar "la vigencia del derecho de huelga" y objetar cualquier intromisión "en la vida institucional" de los gremios. Ese postulado genérico reemplazó el original, que reclamaba elecciones en el intervenido gremio de marítimos (SOMU), lo que fue interpretado como una avanzada de la oposición al exlíder de ese sindicato, Omar Suárez, auspiciada por Moyano.
En tanto, el camionero irá con Caló y Barrionuevo mañana al Congreso para ejercer presión directa por cambios en Ganancias.
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