1/24/2016

la agonía marplatense y la voracidad privada : nadie fue, no fue nadie


Así como el progresista Ibarra fue el jefe de campaña de Macri en la CABA , el oportunista pero siempre sensible intendente Pulti, dió paso al neofacho Arroyo en la ya más que extravagante "ciudad feliz". 

Gran aldea vapuleada por décadas que sin embargo creyó ser un enclave paradisíaco y "tener las mejores playas del universo" , desentendiéndose entre otras cosas de desarrollar infraestructura y servicio integral de norte a sur, para el mejor vivir de su población nativa primero y el turista luegoLeemos al respecto:


Emiliano Giri fue nombrado presidente del Emtur entre acusaciones de la oposición por incompatibilidad de funciones. Su designación se aprobó por exclusiva mayoría oficialista. Ahora aspira a sumar a su cargo la coordinación de las áreas de Cultura y Deporte. Serían tres funciones para alguien que tiene una historia en la que el interés privado siempre estuvo por delante del interés público.


A poco de empezar la temporada, parecía volver a repetirse una película que vemos todos los años: los concesionarios de los balnearios avanzan con su negocio sobre el espacio público y los vecinos realizan sombrilleadas para reclamar su derecho a disfrutar de la playa sin tener que pagarles por eso. Generalmente, las protestas activan los controles del municipio, que generalmente se desactivan tan pronto como el tema deja de estar en los medios de comunicación.

Pero este año pasó algo diferente.

En primer lugar, la sombrilleada se trasladó de las playas del Sur a las puertas del Municipio. En segundo lugar, un particular presentó un recurso de amparo, logrando que un juez dicte una medida cautelar que obliga a los balnearios a otorgar “ingreso irrestricto” al sector público de las playas. Y en tercer lugar, la Municipalidad, en vez de activar los controles para contener el abuso de los concesionarios, sorprendentemente apeló la medida judicial, posicionándose en contra de la ciudadanía y a favor de los administradores privados de los balnearios.

Todo esto ocurre cuando al frente del Ente Municipal de Turismo (Emtur) acaba de ser nombrado el referente de PRO local, Emiliano Giri, quien hasta hace poco ha estado a cargo de la explotación de una de las playas cuestionadas: el balneario Mariano.

El caso de Giri en el gabinete del intendente Carlos Arroyo es emblemático, y permite analizar las tensiones que irremediablemente existen en los casos en los que la labor empresarial y la labor pública se funden en una orgía en la que sólo algunos tienen el privilegio del goce.

Quien fue el jefe de campaña de Cambiemos, asegura que su acuerdo con el intendente le otorgará, dentro del nuevo gabinete, la coordinación de los Entes de Turismo y Cultura (esta última dejaría de ser Secretaría) y el Ente de Deportes. Para ello, el Concejo Deliberante deberá aprobar la unificación.

Mientras esto ocurre, veamos algunas experiencias de Giri en cada una de las tres áreas.

Deportes

“Estamos trabajando mucho porque analizamos todos los antecedentes, hacia delante y hacia atrás. No es una tarea fácil, es una tarea de ajedrez”

Carlos Arroyo, días antes de anunciar su Gabinete

Para deporte, el golf

Emiliano Giri nació en Mar del Plata en 1974 y se quedó en la ciudad hasta que la crisis neoliberal lo empujó a irse del país. En su biografía de Facebook lo explica así: “Mi desempeño y actitud me llevaron a querer siempre más y por eso en el año 2000 como miles de marplatenses emigré a la Ciudad de Valencia – España”.

La diferencia con los otros miles de marplatenses es que antes de irse se había casado con Silvana Fernández, la sobrina del millonario Francisco Roig, uno de los empresarios más poderosos de la Comunidad Valenciana, ex presidente del club de fútbol Valencia y titular del Roig Grupo Corporativo. Una suerte de Florencio Aldrey Iglesias, pero del otro lado del charco.

Por esa razón, al llegar a Valencia, Giri rápidamente consiguió trabajo en la empresa del tío.

Y ahí es cuando aparece el golf.

Campos por campos

“Fueron años vibrantes, desarrollé mi carrera laboral en Roig Grupo Corporativo llegando a dirigir la compañía para toda Latinoamérica, permitiéndome incrementar mi experiencia en gestión a través de los diferentes desafíos que se presentaban dentro de la empresa”, continúa en su breve reseña autobiográfica.

La representación del grupo fuera de España llegó sobre la etapa final. De hecho, una de sus últimas tareas fue intentar ingresar un proyecto de iniciativa privada para construir un mega-shopping en la exTerminal de Omnibus de Mar del Plata, proyecto que perdió la carrera con Florencio Aldrey Iglesias y su Paseo Aldrey. En aquella oportunidad, Giri reconoció que su lobby fue insuficiente: “Indiscutiblemente uno de los dos proyectos ha tenido mucha más capacidad de lobby que el otro”, declaró en una entrevista con Víctor Hugo Morales. Esa fue una de las últimas gestiones que realizó para el Grupo.

Pero diez años antes de todo eso, cuando su vida aún transcurría en España, uno de los desafíos más importantes que tuvo que enfrentar fue un ambicioso proyecto anunciado con bombos y platillos por el tío rico. “De la mano de la hierba del golf viene una nueva riqueza”, declaró Francisco Roig al periódico Expansión al presentarlo.

En la foto que acompaña la nota, al magnate lo acompañan un jóven Emiliano Giri, junto a Andrés Morata (cuñado de Roig) y Alfonso Roig (su hijo).

Ese 24 de mayo de 2005, el jefe de Roig Grupo Corporativo anunció el desarrollo de 10 campos de golf en la Comunidad Valenciana y presentó lo que pretendía ser el primero de los proyectos inmobiliarios, pensado para el municipio Sanet i Els Negrals, en la comarca Marina Alta. El mega-emprendimiento, que contaba con el acuerdo del alcalde del conservador Partido Popular (PP), Pascual Riera, incluía un campo de golf y 1.500 viviendas en una pequeña localidad agrícola de tan solo 600 habitantes. El complejo deportivo-turístico pretendía levantarse sobre 1,5 millones de metros cuadrados de tierra.

Pero había un solo problema: los 600 habitantes.

Giri II


Naranjas o pelotas de golf

El grupo formó una Sociedad Agraria Transitoria llamada La Marina Golf de Sanet, integrada por miembros de la familia de Roig, entre ellos Emiliano Giri, quien además sería designado gerente y tendría a su cargo una tarea específica: convencer a los habitantes de Sanet de que les convenía más el golf que la producción de cítricos (la principal actividad del pueblo). El objetivo: que vendan sus tierras a la corporación Roig, para transformar ese pueblo rural en un proyecto turístico privado alrededor de un gran campo de golf. Frente a los cuestionamientos por el alto consumo de recursos hídricos que implicaba el proyecto, Giri sostenía en los medios que “el riego de campos de golf requiere de menos agua que los proyectos agrícolas”.

La batalla era desigual: Giri tenía detrás al millonario Roig Grupo Corporativo, el asesoramiento de la consultora norteamericana Buena Vista Hospitality Group y el acuerdo del Alcalde de Sanet. Los 600 habitantes del pueblo, en cambio, estaban —o parecían estar— solos.

Salvem Sanet

Los pobladores de Sanet decidieron enfrentar el proyecto. No pensaron en lo que tenían enfrente, pensaron en sus vidas. Así es que salieron a la calle a pegar carteles en los naranjos y a tratar de organizarse con sus vecinos. El pueblo amaneció inundado de afiches que decían “No queremos ser arrancados por un campo de golf”, “No queremos ser vendidos” y “Somos una fábrica de oxígeno y vitamina C”, entre otras consignas. Al poco tiempo, se organizó una asamblea bajo el lema “Salvem Sanet” (que traducido del valenciano/catalán quiere decir “Salvemos a Sanet”), desde donde se impulsaron importantes manifestaciones para oponerse al proyecto.

Mientras tanto, Emiliano Giri hacía desesperadas declaraciones a los medios para que el emprendimiento no se frene. Así lo reflejó el diario El País de España: «El gerente de la promotora aseguró que dos tercios de los vecinos del municipio “están con el proyecto” porque han vendido sus tierras o se han adherido. Giri reconoció que existe otro tercio que no está con ellos, pero precisó que las puertas de la Sociedad “siguen abiertas” para ese colectivo. “Ellos tienen todo el derecho a decir lo que quieran, pero el resto del pueblo también”, subrayó el gerente».

Contra todos los pronósticos, la lucha de los vecinos de Sanet venció los millones de euros, el poder de lobby y los espejitos de colores de golf del Grupo Roig. El ejemplo se desparramó como la pólvora y a la plataformaSalvem Sanet se sumaron Salvem Segaria-Vinyah, Salvem la Bossarta Carcarxent, entre muchos otras asambleas de pueblos atacados por los mega-proyectos de golf.

La presión fue tan importante, que desde una coordinación de las asambleas vecinales lograron hacer llegar su reclamo hasta la Unión Europea. El diario El Mundo tituló la noticia así: “Afectados por los campos de golf ultiman un informe sobre los abusos para la Unión Europea”.

El diario El País anunciaba que la Asociación Valenciana en Defensa de los Derechos Humanos Medioambientales y en contra de los Abusos Urbanísticos “consiguió una movilización diplomática internacional sin precedentes. Más de una decena de embajadores de países de la Unión Europea y del Canadá el año pasado se dirigieron a la Unión Europea solicitando que abriera una investigación oficial sobre estos casos de abusos urbanísticos. El Parlamento Europeo creó una comisión de europarlamentarios que se desplazaron a las zonas afectadas para entrevistarse con los residentes”.

Respecto del proyecto en Sanet, la presión logró que los concejales socialistas, e incluso los del PP (en contra de la orden de su propio intendente) votaran en contra de la iniciativa, lo que dio por desechado el proyecto de Giri y el Grupo Roig, en favor de los pobladores.

Giri III


La vuelta a casa

Luego de algunos años —en los que desarrolló más gestiones para el Grupo, incluyendo una breve residencia en México para impulsar negocios de Roig en América Latina— Emiliano Giri volvió a Mar del Plata, en primer lugar, a hacer o fortalecer algunos negocios (la empresa Ripsa pagos, la concesión de la playa Mariano, el proyecto para la concesión de la exTerminal, entre otros). Más tarde lanzó su carrera política aspirando a ser intendente: “Quiero una ciudad que recupere sus valores. Queremos acercar la propuesta de cambio que propone Mauricio Macri”.

Lo de después es conocido: bajó su candidatura para ser jefe de campaña de Carlos Arroyo, quien ganó la elección de octubre y decidió, con el apoyo de los concejales de Cambiemos, designarlo al frente del Ente de Turismo de la ciudad...

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