11/01/2015

psicho killer: habló randazzo y contestó zannini ! ... en fin



Argentina está instalada en las palabras
José Aricó

Aníbal Florencio Randazzo fue un muy buen candidato. Había logrado ocupar el lugar del "candidato de Cristina " en el imaginario del votante del FpV y si disponía de 30 días adicionales , hubiera ganado la interna, eso es ya casi obvio, hoy mucho más que evidente.

Enfrente no había nada consistente: Un increíble candidato , o mejor un candidato increíble, pero a contrario sensu, un estrecho margen temporal para desplegar su figura como presidenciable y un mega aparato publicitario que driblear.

Estas eran las (extravagantes) reglas de juego y se conocían perfectamente, doy fe. Una apuesta muy dura y aún así se aceptó participar.

El calendario, la información falseada, el cerrojo de medios amigos y enemigos no permitieron que lo evidente surja y  aquello, no sucedió. Hay que afrontar los hechos.

Empecinarse en replicar en el tiempo un acontecimiento político para transmutarlo en personal no está a la altura de las complejas circunstancias por las que transcurre la fueza de la que aún es parte , y cuyo candidato faltando dos semanas para la elección, luego de años de ser consagrado el campeón de la carrera por la siempre iluminanda "ancha avenida del medio" acaba de ingresar forzado por los suceesos que son de público dominio en la oscura "angosta callejuela del miedo" y finalmente transhumar desde el festival de los set publicitarios dirigidos a los huayno 14 "atrapados por la pantalla", hacia los "festivales artísticos en las plazas" y  los"cabildos abiertos de la militancia ".



En fin, mucho quilombo consultoril esta campaña del FpV, más facil ser kirchnerista y entonces ser "El candidato de Cristina". Si se gana bien, y sino La otra, parafraseando al compañero Cuervo, Oscar que no Larroque.

Desanda entonces con sus dichos extemporáneos el hoy ministro todo lo hecho, desanda lo bueno realizado. Queda lo horrible - siempre hay lo horrible - y con el transcurrir del tiempo las sombras se agigantan. Cuanto peor, peor, los peronistas lo sabemos . Una pena Aníbal.

Randazzo rompió el silencio: "La Presidenta eligió a Scioli y los resultados están a la vista"




Notas Relacionadas
Zannini: "Randazzo pretendía ser ungido por Cristina"
Reportaje a D`elía

5 comentarios:

Diego dijo...

Comunicado N° 51: Estamos sumando, seguimos sumando.

Nando Bonatto dijo...

Un corcho en la garganta ahí

Jorge Devincenzi dijo...

A Randazzo no lo conocía ni el loro. Eso sí, los de Carta Abierta sí.

Polito dijo...

Forrencio, llamate un poco a silencio.

PepeArizona dijo...

A mí siempre me pareció que a Randazzo le faltaba ese ángel que tenían Néstor o Alfonsín para ser un candidato ideal. Pero era un candidato mucho mejor que Scioli para polarizar, y a pesar de eso tenía atributos que lo hacían atractivo para los no-K, como su gestión de gobierno. Bastaba mirar los comentarios de lectores en Clarín o La Nación para ver que había una fracción no desdeñable que lo respetaba. Además, era un tipo más potable para la izquierda tradicional, algo importante en un balotaje. Por ejemplo, en el reportaje en Artepolítica dio a entender claramente entre líneas que él estaba por la despenalización del aborto, cosa que no podemos esperar de alguien ligado al Opus Dei como Scioli.
Pero me parece que Randazzo cometió errores políticos muy serios. En primer lugar, al pintar a Scioli como un menemista disfrazado jugó todas sus fichas a que Cristina nunca apoyaría a Scioli y ni siquiera sería neutral. Si hubiera encontrado una línea argumental que aceptaba a Scioli como representativo del modelo, pero sostenía que él mismo era mejor, podría haber seguido en carrera cuando Cristina le prestó su secretario a Scioli. Este error se lo podemos disculpar, porque no sabemos si lo que hizo lo hizo por propia estrategia u obligado por Cristina. Pero el error de ayer, cuando atacó a Cristina y no dio su abierto apoyo a Scioli, es un suicidio político. Después de esto, el sanbenito de traidor no se lo saca nadie. Y además se convirtió ingenuamente en chivo expiatorio en caso de que esto termine en desastre. No se entiende, a menos que haya decidido sinceramente abandonar la política para siempre. Una lástima.