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Chica del Suburbano: Una mirada territorial del triunfo de Mauricio Macri
La diferencia corta que logró Macri muestra una nueva distribución del voto. El FPV ganó en la provincia de Buenos Aires, pero Cambiemos venció en 104 de 135 municipios. El rol del NOA, el nuevo congreso y el futuro de Cristina Fernández
MARTÍN SZULMAN*
En el primer ballotage presidencial de la historia argentina, el candidato de la alianza Cambiemos, Mauricio Macri, se consagró como presidente de la nación al derrotar al candidato del oficialismo, Daniel Scioli. Con el 99,17% de las mesas escrutadas, el ingeniero y jefe de gobierno porteño alcanzó el 51,4% de los votos contra el 48,6% del gobernador bonaerense. La ajustada diferencia que existió entre ambos candidatos – alrededor de 700 mil votos – volvió a dar por tierra los pronósticos preelectorales que auguraban una diferencia de entre diez y quince puntos de ventaja a favor del hoy presidente electo. Al igual que en la primera vuelta del 25 de octubre la participación electoral se mantuvo en un alto nivel y superó el 80% del padrón. De esta manera, la derecha vuelve a recuperar el gobierno del Estado tras doce años de años de gobierno kirchnerista, donde los sectores dominantes de la economía, que abiertamente apoyaron al candidato de Cambiemos en estos comicios, estuvieron relegados de las decisiones gubernamentales.
La derecha vuelve a recuperar el gobierno del Estado tras doce años de años de gobierno kirchnerista, donde los sectores dominantes de la economía, que abiertamente apoyaron al candidato de Cambiemos en estos comicios, estuvieron relegados de las decisiones gubernamentales.
Los resultados del último domingo dibujaron un mapa político un tanto particular: de los 24 distritos (las 23 provincias más la Ciudad de Buenos Aires), el candidato del Frente para la Victoria (FPV) se alzó como ganador en quince, mientras que Macri lo hizo en tan sólo nueve. Sin embargo, la clave estuvo en que el candidato de Cambiemos ganó en cinco de los seis distritos con mayor caudal de votantes y logró contener la diferencia en los territorios más cercanos al kirchnerismo. Los amplios triunfos de Cambiemos en Córdoba (71,5% a 28,4%), Ciudad de Buenos Aires (64,7% a 35,2%), Mendoza (57,5% a 42,4%), Santa Fe (55,7% a 44,2%) y Entre Ríos (53,8% a 46,1%) marcan con claridad por dónde pasó gran parte del triunfo. En la provincia de Buenos Aires, que representa casi el 38% del padrón nacional, el FPV se alzó como ganador, aunque por una diferencia corta de poco más de dos puntos (51,1% a 48,9%).
La clave estuvo en que el candidato de Cambiemos ganó en cinco de los seis distritos con mayor caudal de votantes y logró contener la diferencia en los territorios más cercanos al kirchnerismo.
La paradoja es que si se hace una lectura capilar de la provincia, resalta el amarillo en el mapa bonaerense: de 135 municipios, Macri triunfó en 104. Sin embargo, en el conurbano (primera y tercera sección electoral bonaerense) el FPV ganó con un margen suficiente que le posibilitó quedarse con el triunfo a nivel provincia. Macri predominó sobre el norte del Gran Buenos Aires, el oficialismo hizo lo propio en el sur y ganó la pulseada en el oeste. En el norte del país Cambiemos trabajó desde las PASO de agosto para tratar de mermar el caudal de votos del FPV. Lograron que en Tucumán y Salta se achique la diferencia que Scioli había logrado en octubre y en Jujuy, donde el radical Gerardo Morales había ganado la gobernación, venció Macri
[…] de 135 municipios, Macri triunfó en 104. Sin embargo, en el conurbano (primera y tercera sección electoral bonaerense) el FPV ganó con un margen suficiente que le posibilitó quedarse con el triunfo a nivel provincia. Macri predominó sobre el norte del Gran Buenos Aires, el oficialismo hizo lo propio en el sur y ganó la pulseada en el oeste.
Así, los resultados del domingo abrieron un nuevo ciclo político y económico en nuestro país, donde si bien todavía existen muchos interrogantes y suposiciones sobre qué es lo que hará la nueva gestión, es certero que el rol que adoptó el Estado a lo largo de estos doce años no será el mismo. Sin embargo, el margen del nuevo gobierno estará marcado por los límites estructurales que ha sentado el kirchnerismo, así como también por el importante caudal de votos que tras doce años de gestión conserva el FPV. Resulta todavía temprano indagar acerca de los verdaderos motivos que impulsaron a la sociedad argentina a optar por otra fuerza política, diametralmente opuesta al kirchnerismo y con un programa neoliberal que han tratado de ocultar a lo largo de toda la campaña. No obstante, las nuevas demandas de los sectores que a lo largo de esta docena de años han elevado su piso, han sido mejor leídas por esta coalición opositora, logrando canalizar en mayor medida un cierto descontento y los nuevos deseos de las mayorías.
[…] el margen del nuevo gobierno estará marcado por los límites estructurales que ha sentado el kirchnerismo, así como también por el importante caudal de votos que tras doce años de gestión conserva el FPV.
Finalmente, la reorganización del peronismo en general y del campo popular en particular entró en discusión, sobre todo en lo que respecta a los próximos dos años. La alta imagen con al que la presidenta concluye su mandato, el significativo apoyo obtenido a lo largo de las tres instancias electorales recientes, las gobernaciones en manos del peronismo y aliados y la primera minoría en ambas cámaras del Congreso, serán los puntos clave para su reordenamiento.
*Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires.
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