10/11/2015

recordaremos las canciones



A medida que se extingue la aspiración maximalista, lo que se hará habitual en las próximas semanas es un intento de operar en la interna oficialista. Alimentarán la fantasía de que Scioli pueda prescindir desde el primer día de su mandato del apoyo kirchnerista (que él necesita para ganar) y se disponga a implementar el plan de ajuste y el arreglo con los buitres que tendría que haber implementado alguno de los candidatos que les responden. Operar en la interna peronista/kirchnerista es un recurso desesperado de un establishment que abomina del peronismo. Se ponen a soñar con que Scioli, que solo llegará con votos cristinistas, dé una voltereta hacia la ortodoxia. Por eso se entusiasman con declaraciones como las de Urtubey o Blejer, que encarnan el ala derecha de la coalición que encabeza Scioli, ese sector que no le dará votos sino alguna benevolencia de parte de los enemigos de Cristina. 

El obstáculo para que estos sueños derechistas se cumplan no reside principlamente en el liderazgo de Cristina después de dejar su cargo ni tampoco en el bloque K puro del próximo Congreso. Para devaluar brutalmente, ajustar, bajar el salario real, allanarse a las exigencias de los buitres y borrar con el codo lo que en la campaña escribió con la mano, Scioli debería renunciar a su propia base electoral, en una escena que lo aproximaría peligrosamente a la temblequeante Dilma. La presidenta de Brasil hizo una voltereta como la que la derecha argentina espera que haga Scioli. El resultado, que si Scioli es inteligente debería tener muy en cuenta el deterioro acelerado de Dilma, que pocas semanas después de ganar las elecciones perdió su sustento político por hacer el ajuste que en la campaña ella prometió impedir.

Cristina, como cualquier líder político, puede pasar, pero el pueblo queda. Es al pueblo que lo vote a quien Scioli debe temer.

Si gana Scioli, el elenco opositor quedará diezmado. Macri, Sanz, Carrió a retiro. El fin de ciclo del PRO y de Cambiemos puede que llegue antes del de Cristina. Massa con un discurso retrógrado y apoyos inciertos. El recuerdo de estabilidad política y económica de los 12 años kirchneristas y la fidelidad que este gobierno mantuvo hacia su base social será un patrón de medida más cercano para evaluar un presunto gobierno de Scioli.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Es verdad, Artemio pero el 30% rabioso y quizas mas que odia al kirchnerismo mas el total del Establishment y la derecha oligarca le van a bancar cualquier voltereta, y mas cuando da claras señales de simpatia hacia Clarin. Y Clarin se atreve a mover sus mercenarios judiciales para suscitarle al kirchnerismo multitud de litigios. Eso lo hace porque SABE QUE PUEDE.

profemarcos dijo...

Yo pensaba que Ámbito Finaciero era el oficialismo que no come vidrio, pero leyendo esto me doy cuenta de que es AntiK Rabioso.

hosebe dijo...

El problema con Scioli es, que no terminamos de conocer si las políticas las manejara el, o se las manejaran, recuerdan cuando Nestor lo puso en cuarentena, para que se sacara de encima a ciertos asesores.
Tendra Scioli esa firmeza? . Cuando se sacara de encima a Bein, Blejer, Pepe,Barbieri,Casal ,etc,etc,Cuando?....pero siempre con fe , esperanza.