Debates y controversias por el TISA en Uruguay
EMMANUEL BONFORTI*
Las discusiones sobre el ingreso al TISA en Uruguay. Las posiciones de Tabaré Vázquez y Pepe Mujica y los debates dentro del Frente Amplio. El TISA ¿es una jaula jurídica que atenta contra los procesos de integración regional? Los desafíos de la integración en un mundo multipolar.
Hace unos días el ex presidente uruguayo José Mujica sostenía que “la no integración es una tragedia”, afirmando además que la batalla más importante que debe darse en América Latina tiene que ir en esa dirección. Estos dichos se dan en un contexto particular, el de un mundo que está construyendo nuevos polos de poder -en algunos casos, con nuevas referencias hegemónicas- aun cuando también prevalezcan los históricos armadores de la dominación imperial. ¿Cuál es la situación interna en el Frente Amplio en el marco de esta discusión? ¿En qué marco económico internacional se da el origen del TISA? ¿Puede este tratado ser una “jaula jurídica” contra los procesos de integración regional?
La situación interna del FA respecto al TISA
Mujica anunció este pedido urgente a la integración para dar nuevos pasos en miras a un futuro poco claro y más complejo a nivel global, pero también, en momentos donde Uruguay se encuentra en un proceso de negociación para ingresar a un tratado comercial mundial conocido como TISA -por su sigla en inglés Trade In Services Agreement-. La historia del ingreso de Uruguay al TISA viene de larga data, incluso desde el propio gobierno de Mujica, pero lo cierto es que en el último tiempo -con Tabaré Vázquez en el gobierno- este tema ha incrementado los niveles de discusión interna entre las diferentes expresiones políticas que conforman el Frente Amplio.
Mujica anunció este pedido urgente a la integración para dar nuevos pasos en miras a un futuro poco claro y más complejo a nivel global, pero también, en momentos donde Uruguay se encuentra en un proceso de negociación para ingresar a un tratado comercial mundial conocido como TISA -por su sigla en inglés Trade In Services Agreement-. La historia del ingreso de Uruguay al TISA viene de larga data, incluso desde el propio gobierno de Mujica, pero lo cierto es que en el último tiempo -con Tabaré Vázquez en el gobierno- este tema ha incrementado los niveles de discusión interna entre las diferentes expresiones políticas que conforman el Frente Amplio.
La historia del ingreso de Uruguay al TISA viene de larga data […] pero lo cierto es que en el último tiempo -con Tabaré Vázquez en el gobierno- este tema ha incrementado los niveles de discusión.
Repasemos el escenario planteado. Al poco tiempo de que Tabaré accediera al poder, el canciller Rodolfo Nin Novoa realizaba declaraciones poco amigables respecto de Brasil y Argentina, situación que generó cierta tensión al interior del Frente Amplio. Pero la discusión viene de antes: cuando Vázquez asumió su primera presidencia, el clima en América Latina era el de un despertar de integración, luego de casi cuarenta años de políticas internacionales orientadas al hemisferio Norte -donde los países del Sur se daban la espalda unos a otros-. Para el 2005 la política de Hugo Chávez, Néstor Kirchner y Luiz Inácio Lula da Silva brindó muestras de gran habilidad, bloqueando la posibilidad del ingreso de las naciones al ALCA, el acuerdo de libre comercio desde Alaska a Tierra del Fuego que promovía Bush.
Cuando Vázquez asumió su primera presidencia, el clima en América Latina era el de un despertar de integración, luego de casi cuarenta años de políticas internacionales orientadas al hemisferio Norte -donde los países del Sur se daban la espalda unos a otros-.
De aquel momento refundador no podía escapar Vázquez, del cual también fue partícipe. Aquella situación generó una novedad, ya que los antiguos gobiernos del Uruguay -colorados y blancos- se habían dedicado a vincularse comercialmente por fuera del continente, reforzando la idea del “estado tapón”. Las primeras intervenciones de Vázquez fueron precisamente contra aquella historia, al decidirse a apoyar los acuerdos que promovían la integración suramericana.
Posterior al conflicto de las pasteras con Argentina, y tras la llegada de Mujica -que reforzó su compromiso con la integración- Vázquez fue nuevamente elegido presidente durante 2014. Su asunción abrió nuevos interrogantes en un mundo que se muestra diferente al de su primera presidencia, y en un contexto complejo en Brasil -a partir de las denuncias de corrupción- donde el gigante del sur comienza a repensar aspectos de la política internacional y nacional.
Los nuevos acuerdos post Doha y el nacimiento del TISA
El mundo comenzó a sufrir una mutación comercial a partir de una proliferación de tratados que surgieron en diferentes partes del globo luego del fin de la Ronda de Doha. Con las mismas potencias hegemónicas tratando de coordinar dichos acuerdos, surgió el TISA, cuya formulación data del año 2012 y tiene como nación rectora a los Estados Unidos. Estos nuevos acuerdos marcan una serie de características novedosas a nivel comercial: se refuerza el rol de la potencia que conduce el acuerdo, siendo ésta la que define el marco conceptual de los bienes a intercambiar comercialmente.
El TISA viene a poner en juego la necesidad de negociar la liberación de los servicios: es un acuerdo fundamentalmente orientado al estímulo de esta rama de la economía.
El TISA viene a poner en juego la necesidad de negociar la liberación de los servicios: es un acuerdo fundamentalmente orientado al estímulo de esta rama de la economía. Desde el 2012, dieciséis países vienen construyendo el acuerdo y generando las bases del mismo, con la característica que lo discutido no se vuelve a reactualizar en las siguientes reuniones. Por ello Uruguay, que ingresa a partir de la décima ronda de negociación, no tiene derecho a discutir la agenda de las anteriores nueve rondas.
Desde el 2012, dieciséis países vienen construyendo el acuerdo y generando las bases del mismo […] Uruguay, que ingresa a partir de la décima ronda de negociación, no tiene derecho a discutir la agenda de las anteriores…
La evaluación de hombres fuertes de la política uruguaya como Danilo Astori -político de orientación aperturista en materia regional, que se pronunció contrario al ingreso de Venezuela en el Mercosur- apunta a reforzar uno de los temas centrales de la economía uruguaya: la exportación de servicios fundamentalmente de las zonas francas de Montevideo. Esto generó un aumento del 40% de las exportaciones de la informática uruguaya a los Estados Unidos. Además, las zonas francas tienen cerca de dieciséis mil empleados y cubren alrededor de cinco actividades vinculadas a servicios financieros e informáticos. Astori y los políticos frenteamplistas que apoyan el ingreso al TISA argumentan que esta nueva situación mundial permitiría reordenar la división internacional del trabajo, y Uruguay podría sacar ventajas de tal coyuntura.
Los problemas que reviste el TISA son de diversa índole, pero lo importante es que al estar dentro de las familias de Tratados de Libre Comercio, permite equiparar jurídicamente a una empresa con el Estado, pudiendo la primera demandar al Estado cuando lo considere oportuno.
¿Una “jaula jurídica” contra la integración regional?
El historiador uruguayo Vivian Trías, cuando describía la maquinaria de los acuerdos comerciales que sometieron a nuestro continente, sostenía que los instrumentos legales que diseñaban dichos acuerdos podían ser una suerte de “jaula jurídica”.
El historiador uruguayo Vivian Trías, cuando describía la maquinaria de los acuerdos comerciales que sometieron a nuestro continente, sostenía que los instrumentos legales que diseñaban dichos acuerdos podían ser una suerte de “jaula jurídica”.
El uruguayo veía como parte del drama latinoamericano el ingreso de nuestros países en las jaulas jurídicas imperiales, y aconsejaba que la única posibilidad de saltar el cerco imperial se daba no solamente a través de un proceso de industrialización autónomo, sino principalmente fomentando la creación de un mercado único. El tiempo le dio la razón a Trias con la creación del MERCOSUR, institución que debe cubrir esta urgencia a través del fortalecimiento comercial de la zona, planificando una integración que contenga y evite fugas de miembros hacia acuerdos comerciales que debiliten el futuro de la región.
*Emmanuel Bonforti, sociólogo UBA-UNLa
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