7/02/2015

crisis en el mercosur: el plan del fmi para brasil

La directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, elogió hoy la política económica del gobierno de la presidenta brasileña Dilma Rousseff y dijo que el ajuste fiscal que se está implementando hará que el país sudamericano retome el camino del crecimiento.

"Brasil está claramente en la dirección correcta", dijo Lagarde en Río de Janeiro, donde participa en la 17 edición del Seminario Anual de Metas para la Inflación, que organiza el Banco Central.
"El reciente fortalecimiento de las políticas monetaria y fiscal, junto con una fuerte posición de reservas internacionales, es fundamental para ampliar la credibilidad y solidez de la política económica brasileña", agregó.

Lagarde destacó el llamado "trípode" macroeconómico sobre el que se apoya la economía brasileña, que se basa en cambio fluctuante, metas de inflación definidas e independencia del Banco Central.

Esa política, opinó, le ha rendido "importantes beneficios" al país, al "mantener altas tasas de crecimiento y estabilizar la inflación", en momentos en que "el país reducía la deuda pública, acumulaba reservas internacionales y sacaba millones de personas de la pobreza".

Lagarde admitió como natural que "en un contexto de caída del crecimiento económico" como el actual, las medidas adoptadas para reajustar la economía, como recortes de gastos y beneficios sociales y aumento de impuestos, sean blanco de críticas.

No obstante, dijo que en la visión del FMI, implementar medidas de estímulo adicionales, en el mencionado contexto, podría poner en riesgo la credibilidad del país, "duramente lograda con el esfuerzo de políticas económicas pasadas", que fueron aplicadas a partir de 2008 para hacer frente a los efectos de la crisis económica mundial.

"Esa credibilidad es especialmente importante para restablecer y sostener las perspectivas de crecimiento económico fuerte, equilibrado y que genera inclusión", indicó.

"Las dificultades actuales posiblemente van a abrir oportunidades para enfrentar fragilidades antiguas y para implementar reformas para lanzar una nueva fase de prosperidad", añadió.

Desde que asumió su segundo gobierno, en enero, Rousseff y su equipo económico han promovido una serie de medidas de ajuste fiscal destinadas a alcanzar este año un superávit primario de 1,2 por ciento del Producto Interno Bruto. Para lograrlo, se necesita un ahorro de 66.300 millones de reales (unos 22.100 millones de dólares).

Respecto a la inflación, Lagarde dijo que el reajuste al alza aplicado a algunos precios tarifados -que tienen topes impuestos por el gobierno- es una medida importante, aún cuando tenga como efecto colateral un aumento de la inflación.

"Para impedir que las alteraciones de estos precios relativos afecten las expectativas del mercado a mediano plazo, la política monetaria pasó, en forma acertada, a adoptar una postura más restrictiva desde fines del año pasado", acotó.

La meta oficial de inflación para este año es de 4,5 por ciento anual, con dos puntos porcentuales hacia arriba o hacia abajo. No obstante, según consta en el proyecto de Ley de Directrices Presupuestarias dado a conocer recientemente, Brasilia estima para este año un aumento de precios del 8,2 por ciento.

El FMI, en tanto, espera que la inflación en Brasil "vuelva a quedar por debajo del techo de la meta en 2016, continuando entonces a retornar hacia el centro de la meta", dijo Lagarde.

En relación al crecimiento económico del país, el organismo estima un encogimiento del uno por ciento para este año y una recuperación modesta el año que viene.

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