3/04/2015

partido judicial: las correrías del lord enzetti

Lorenzetti dejó afuera del acto de la Corte a los familiares de víctimas de la AMIA para sentar en lugares destacados a Majul, Asís, Fontevecchia y Hadad




DEMOCRATIZACIÓN DE LA JUSTICIA

Fierros judiciales: Los delirios de Lorenzetti o “lo que me pone en pedo es la soda”

El discurso corporativista del Poder Judicial, encarnado en las palabras del presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, no hace más que confirmar la alta politización del sistema judicial argentino. La propuesta del Poder Ejecutivo, justamente, redobla la apuesta y busca abrirlo definitivamente a la política

La  memorable frase del dirigente radical César "Chacho" Jaroslavsky, "Hay que cuidarse de ese diario. Ataca como partido político y si uno le contesta, se defiende con la libertad de prensa", puede ser perfectamente aplicada a muchos de nuestros magistrados. Atacan como partido político y, si uno les contesta, se defienden con la independencia del Poder Judicial. El caso más notable, por lo empinado de su rol institucional, es el del presidente de la Corte Suprema de Justicia, Don Ricardo Lorenzetti.

En efecto, el magistrado, en su ya inocultable disputa con la Presidenta -y a fin de dar volumen a su candidatura opositora-, no dudó en subir el tono del enfrentamiento hasta poner en suspenso la soberanía del voto y las mayorías conformadas en democracia. Utilizó para ello una sentencia, no por falaz menos demostrativa del profundo desprecio a la voluntad popular que mueve a quien la pronuncia: "La Corte no debe gobernar, debe ser consistente con las mayorías del pueblo, con lo que van haciendo el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo a través de las leyes. Pero hay sobradas muestras históricas de que las mayorías han tomado decisiones inconstitucionales muy graves, como por ejemplo apoyar el Holocausto, el terrorismo de Estado o la pena de muerte".

Seguramente Lorenzetti sabrá que también hay “sobradas muestras históricas” de magistrados acompañando dictaduras genocidas. Aún hoy podríamos enumerar  una lista, como él señala, “consistente”, de jueces cómplices del genocidio. Pero nadie pone en duda la legitimidad del Poder Judicial, menos con semejantes “sobradas muestras históricas”.
"Lo que sí prueba Lorenzetti con estas intervenciones opositoras es la politización ya existente en el aséptico Poder Judicial".

Sucede que, presumiendo inteligencia, Lorenzetti pone en acto una muy básica falacia post hoc (falsa causa), razonamiento que, a partir de la coincidencia entre dos fenómenos, establece, sin suficiente base (vaguedades como “sobradas  evidencias históricas”), una relación causal: el primero es la causa, y el segundo, el efecto. Clásicamente esa falacia era conocida con la expresiónPost hoc, ergo propter hoc (Después de esto, entonces por causa de esto).

Lamentable razonamiento el del Presidente de la Corte, quien desconoce la especificidad de los fenómenos que enumera (Holocausto, dictadura y pena de muerte) y a los que encuentra una extravagante “causa común", las mayorías electorales. La sabiduría popular ha reaccionado ante tonteras semejantes, y hasta las ha transformado en un simpático chascarrillo: “Si tomo vino con soda me emborracho, lo mismo el whisky con soda, igual que el fernet con soda. Lo que me pone en pedo es la soda”.

En fin, si no gran conocimiento histórico, lo que sí prueba Lorenzetti, y de manera concluyente con estas intervenciones opositoras, es la politización ya existente en el aséptico Poder Judicial, frente a la cual, luego de denunciar la existencia de “fierros judiciales” que analizáramos en Télam oportunamente, la Presidenta impulsa ahora la democratización de la Justicia.
"Ampliar la intervención de la política al conjunto de las alternativas existentes rompiendo el gheto político conservador que configura el Poder Judicial. No se trata entonces de 'despolitizarlo', vieja consigna liberal conservadora, sino de politizarlo al límite."

Se trata de abrirla definitivamente a la política, la cual en su formato conservador ya la rebasa de cabo a rabo, y sin hipocresías dejar que toda la política ingrese en el “inmaculado” Poder Judicial, y no solo la que representa el interés de las corporaciones y los grupos de poder concentrado, la política en su modalidad ultra conservadora, que hoy domina ese poder del Estado.

En esa dirección secular se ordenan los proyectos de voto popular para seleccionar los integrantes del Consejo de la Magistratura, la creación de nuevas cámaras de Casación, transparentar el acceso a la Justicia, devolver las Cautelares “a su verdadero lugar y a su verdadera funcionalidad”  y, finalmente, obligar a todos los funcionarios a presentar sus declaraciones juradas.

Ampliar la intervención de la política al conjunto de las alternativas existentes rompiendo el gheto político conservador que configura el Poder Judicial. No se trata entonces de “despolitizarlo”, vieja consigna liberal conservadora, sino de politizarlo al límite. Democratizar la Justicia, una propuesta que rememora, discretamente, aquella conmovedora sentencia con la que Louis Althusser describía su método de pensamiento: “Jamás pude alcanzar la transparencia. Entonces he practicado como Mallarmè, como Heidegger, el obscurum per obscurius. A lo oscuro por lo más oscuro”.

5 comentarios:

hector dijo...

"Pero hay sobradas muestras históricas de que las mayorías han tomado decisiones inconstitucionales muy graves, como por ejemplo apoyar el Holocausto, el terrorismo de Estado o la pena de muerte".
Estas muestras historicas, si se puede demostrar que fueron acompañadas por el pueblo,(que masa bien fue su victima) fueron aplaudidas, auxiliadas y justificadas por el poder judicial.
O ahora Lorenzeti nos quiere hacer creer que el PJ lucho contra la dictadura. Eran muy poquitos los jueces que libraban abeas corpus en favor de los secuestrados.-

Anónimo dijo...

La definicion de este hombre sobre la causa de la embajada de Israel me llevo a visualizar en mi imaginario una version refinada de Nazareno, deberia renunciar pero por supuesto no lo hara no tiene entre sus valores y principios, la honestidad. Para la justicia Argentina veo dos soluciones, una reforma constitucional que la de vuelta como una media o el cambio sin prisa pero sin pausa desde adentro, comensando por los dirigentes sindicales, personalmente preferiria la segunda opcion, es mas lenta, pero con la primera se corre el riesgo que algunos encuentren un escondrijo. Muchas Gracias por permitirnos expresar. Sergio O Rubinetti

hosebe dijo...

vamos a suponer...Si el Citi no pagara los bonos de ley Argentina y siendo una sociedad argentina se decidiera suspender la operación en el país , y el caso llegara a la justicia y luego a la corte cual seria la decision...luego de consultar con la embajada......

Nicolás Alfonso dijo...

Y... put on then lord all...https://www.youtube.com/watch?v=TkxY1tdtBCA

Abrazo V

Ricardo Rizzi dijo...

Que Lorenzetti juegue a político y tenga ilusiones presidenciales, ya era conocido y no me parece mal, pero que sea desconocedor de lo que ocurre en su propia casa la Corte y diga que lo de la Embajada era cosa juzgada,lo pone al nivel de ignorancia supina de Macri. Lo esperamos en las urnas Don Ricardo