Preocupados por los acuerdos con China y "el trabajo argentino" sobre cuya generación no invierten desde hace un lustro, otra tradicional preocupación de "nuestros industriales" ya asoma en el horizonte.
Ariel Maciel amaciel@diariobae.com
Empresarios alertaron por el arribo de las negociaciones paritarias promedio de mayor volumen de la última década, en el medio de un año electoral y luego de haber dejado atrás uno de los peores años productivos y comerciales desde la recuperación económica. Admitieron que el efecto infl ación y la necesidad de un consumo interno en alza para compensar la falta de exportación a países en crisis serían dos factores que respaldarían una pauta salarial elevada.
El antecedente de los acuerdos de docentes estatales por encima del 30% fue la base de la preocupación empresaria, que pretendía poner como tope el 24 por ciento.
El Gobierno de Neuquén acordó un aumento del 30% hasta junio, cuando se volverá a debatir la paritaria.
Antes, los universitarios habían acordado en 38 por ciento.
Hombres de negocios advirtieron que el “círculo virtuoso” de benefi cios para empresas y trabajadores podría alterarse si el acuerdo paritario supera los 35 puntos debido a que repercutiría “inevitablemente en la pérdida de competitividad para hacer frente a los desafíos de exportación y congelaría, en el mejor de los casos, el empleo”, afi rmó un integrante de la UIA consultado por BAE Negocios.
En tanto, los comerciantes consideraron que “una buena capacidad económica de los trabajadores, sumada la mejora de las expectativas en torno a la actividad económica y el futuro del país, impactaría directamente en el consumo” aunque la advertencia es sobre la capacidad que tienen los pequeños y medianos mercantiles de absorber el impacto del aumento.
El Gobierno mantiene una alianza muy sólida con los empresarios Pymes, quienes resurgieron luego de la crisis del 2001. Sin embargo, un crecimiento por encima del 35% de los sueldos entre los trabajadores de los sectores industriales podría agrietar las relaciones. “Sabemos que el Gobierno quiere aumentar la capacidad de consumo de la población pero los márgenes de los que se habla (35 por ciento) sería casi devastador para nuestros empresarios pymes”, afi rmó un integrante de la Confederación General Empresaria (CGERA).
La administración nacional implementó medidas para controlar los aumentos de precios a través de controles y acuerdos, y empresarios de diversas cámaras elogiaron los efectos sobre la infl ación. Sin embargo, dejaron entrever sospechas sobre la libertad que dará el Gobierno para que empresas y gremios debatan una paritaria por encima de los números ofi ciales.
“Ante un Brasil que no crece y la falta de competitividad de las empresas para explorar nuevos mercados, la fortaleza de un mercado interno es importante y el Gobierno respaldará la posibilidad de tener trabajadores que tengan una mayor capacidad de consumo para buscar que la actividad económica se sostenga”, analizó un economista y asesor industrial.
Uno de los sectores más afectados por la decaída brasileña fue el automotriz. Según señalaron fuentes de una terminal argentina, “el objetivo es mantener el nivel de producción de 2014, que de por sí no es malo en comparación con otros años, más allá del 2013 en donde la venta de 0 kilómetros fue récord”.
En ese marco, esperan “una negociación racional” durante las paritarias aunque enfatizaron el buen vínculo que mantienen con el gremio de SMATA. “Creemos que los trabajadores deben tener mejor capacidad económica porque se vuelca inmediatamente al consumo aunque hay que ser responsables y pensar en cuidar los puestos de trabajo”, le dijo a este diario el integrante de la empresa automotriz consultada.
Industriales dicen que el “circulo virtuoso” de la economía se quiebra con subas del 35% .Las terminales miran como se cierran los primeros acuerdos
No hay comentarios.:
Publicar un comentario