12/20/2014

crecimiento y empleo: panorama regional



Las dificultades de crecimiento económico local y regional son atribuibles a los "altos niveles" de demanda doméstica apalancada en los tan altos como "insostenibles" niveles del "salario medio medido en dólares", según nos lo explicita de manera increíble el equipo económico de Scioli en sus múltiples apariciones y  - más cautos y canutos- ,  mantienen "in pectore" los asesores de  Massa y Macri. El sale o sale en materia de crecimiento, empleo y salario.

Sin embargo la OIT que evidentemente no cree en "el que más mide" , elabora un interesante y complejo panorama regional sobre crecimiento y empleo en el que por el contrario se considera una restricción estructural al crecimiento económico y el empleo tanto la caída de la demanda interna , como el nivel salarial a la baja.  Este es su prólogo:

El panorama laboral de América Latina y el Caribe en 2014 está marcado por la desaceleración del
crecimiento económico. Después de una década de gran dinamismo durante la cual esta región generó empleos y mejoró en la calidad de los puestos de trabajo, ahora predomina la incertidumbre y la preocupación por la posibilidad de que no podamos seguir avanzando o incluso se reviertan algunos de los logros alcanzados.

En la actualidad hay cerca de 15 millones de personas desempleadas en las zonas urbanas de la región. Es muy posible que el próximo año haya 500 mil desocupados más, pues es previsible que la tasa de desocupación urbana aumente en dos décimas desde el 6,1% que la OIT prevé para 2014 a 6,3% para 2015.

Las estimaciones de crecimiento económico para la región se han ido reduciendo desde comienzos del año y ahora se espera que sea apenas superior al 1% en 2014 y 2,2% en 2015. Este crecimiento no será suficiente para evitar que aumente la desocupación.

En la coyuntura actual, lo más preocupante es que en América Latina y el Caribe se están creando menos empleos. La tasa de ocupación urbana ha bajado en los últimos dos años y actualmente es de 56,2%. La única vez que cayó la tasa de ocupación en la última década fue en 2009, año de la crisis financiera internacional.

¿Qué nos indica esta cifra? Básicamente, que en 2014 dejaron de generarse 1 millón de empleos. Pero el desempleo no sólo no ha subido, sino que ha experimentado una leve baja este año. ¿Por qué?

Normalmente las reducciones en la creación de empleo son acompañadas por un aumento de la desocupación, pero en este caso no ha sido así. Esto se debe, esencialmente, a la baja de la tasa de participación, que refleja el tamaño de la fuerza laboral. Este indicador cayó a 59,9%, un descenso suficiente para compensar la reducción en el ritmo de creación de empleo.

Es decir que si en años anteriores la reducción del desempleo fue consecuencia de una mayor oferta de trabajo, en la actualidad se explica porque un número importante de personas está saliendo del mercado laboral.

La baja en la tasa de participación significa que muchas personas, en su mayoría mujeres y jóvenes, dejan de percibir un ingreso que puede ser importante para el bienestar de sus hogares. A veces es por motivos positivos, como permanecer en la escuela y completar los estudios, pero en otros casos sucede también por desaliento y frustración ante la falta de oportunidades.

En estas circunstancias, es difícil avanzar en cerrar las brechas de género que aún persisten en los mercados laborales de la región. Aunque las mujeres se han incorporado al trabajo, su tasa de participación es 30% inferior a la de los hombres. En el caso de estar buscando trabajo, deben enfrentar una tasa de desocupación 30% más alta que la de los hombres.

Los jóvenes también están en condiciones de desventaja. El 40% por ciento de los desempleados de la región tienen entre 15 y 24 años y deben enfrentar tasas de desocupación entre 2 y 4 veces mayores a las de los adultos.

La caída de la participación laboral es un fenómeno coyuntural. Muchas de las personas que salieron temporalmente del mercado laboral en 2014 volverán a buscar trabajo a partir del próximo año, sumándose a los jóvenes que se incorporan a la fuerza laboral. La región necesitaría crear casi 50 millones de empleos en los próximos 10 años solamente para compensar el crecimiento demográfico.

Más allá del desempleo, hay problemas relacionados con la calidad del empleo. En un avance de este Panorama Laboral presentado en octubre ya habíamos advertido que en la región hay 130 millones de ocupados en condiciones de informalidad, lo cual habitualmente implica malas condiciones laborales, desprotección, inestabilidad y falta de derechos.

Dado que las economías dependen más de su mercado interno, la baja en el ritmo de crecimiento de los salarios y de la población asalariada es otra señal de alerta.

Este panorama del mercado laboral indica que persiste el desafío de generar más empleo de calidad, y que es aún más complejo lograrlo en un contexto de desaceleración económica.

No hay comentarios.: