12/15/2014

acorralados: perón, galimberti y la polarización



Juan Perón además de un líder político singular , fue  un brillante analista de opinión pública. Ya observamos en Ramble su teoría sobre la influencia de los medios.  

No es novedad esta circunstancia de cerrojo y distorsión informativa que resiste el Gobierno nacional, es muy común en la historia del peronismo.

Ya el General Perón advertía en el año 1947 cuando la oposición de los medios tradicionales contra su gobierno era tan tenaz como intensa:

“Me he de tomar el trabajo de ser yo mismo quién informe a la opinión pública. ”Yo no he de olvidar jamás una lección que recibí cuando aún era niño.

”Discutía yo con una persona mayor sobre la veracidad de cierta afirmación por haberla leído en un diario. Esa persona tenía un perro al que llamaba León. ‘Mire, amigo’, me dijo, y dirigiéndose al perro lo llamó: ‘León, León, León’. Y el perro vino. ‘¿Ha visto?, me dijo. ‘Le digo León y viene; pero no es León, es perro’...

Igualmente  Juan Domingo Perón en su notable y poco frecuentada faceta de analista de opinión pública exitoso si los hay, en La Hora de los Pueblos brinda una magnífica síntesis del funcionamiento de los sistemas de preferencias en la sociedad argentina contemporánea y una advertencia final sobre su eventual agotamiento: No acorralar 

Pues bien, es de público conocimiento que el Gobierno nacional desde el año 2007 con toda intensidad viene siendo acorralado material y simbólicamente por la opo de medios doméstica y corporativa en particular ( 9 corridas contra el peso!)  a la que se suma ahora la conspiración buitre y sus siervos locales, por lo que el estado de opinión pública ha mutado en línea con ese acorralamiento sistemático y como vimos en el estudio de Consultora Equis, se ha polarizado al extremo.

Señalaba Perón al respecto:

“Normalmente los pueblos están formados por un diez ciento de idealistas y por un noventa por ciento de materialistas. El idealista reacciona por instinto. El materialista solo lo hace por desesperación.

Para levantar a un pueblo han de cumplirse los requisitos indispensables. Los que hasta ahora se levantaron en acciones aisladas han pagado el precio de su valiente actitud negativa con el fusilamiento, la tortura y la cárcel. Los materialistas, aún estando de acuerdo con ellos, no iban en condiciones anímicas para seguirlos y defeccionaron.

Es que en los hombres pasa un fenómeno similar al que se manifiesta en el perro y el gato. El perro es un idealista, con poco instinto de conservación y de reacciones instintivas. Si da un puntapié se echará encima del agresor y hay que matarlo para sacárselo.

El gato, por el contrario, es un materialista con gran instinto de conservación, si se intenta golpearlo él huirá, si se lo encierra en una habitación y se lo castiga, intentará primero meterse debajo de los muebles o subirse por las paredes pero, cuando se persuada que nada de eso es posible, se pondrá en guardia y entonces resulta peligroso pegarle. Es la reacción desesperada del materialista que vive en él.

En los pueblos siempre hay una gran cantidad de gatos y pocos perros, pero cuando la desesperación cunde en los pueblos, hay que esperar reacciones que van mucho más allá de cuanto nosotros mismos podemos imaginar”.

Finalmente ya de niños aprendimos el valor de la polarización. En el año 1972 en el primer regreso de Perón a la Argentina una de sus vistas frecuentes a su residencia de Gaspar Campos era Rodolfo Galimberti, jefe Montonero sobre el que se han montado mil historias como es habitual, pero cuya nota sobresaliente además de su capacidad política y valentía personal ilimitada, la daba su preferencia por los trajes caros y muy elegantes. 

Sabiéndolo vestido de gala cotidianamente, Perón mostraba a su lado a "Galimba"  - que un año después propondría "milicias populares" un mes antes de las elecciones de marzo de 1973, capo!! :) - y cada vez que podía lanzaba la gran consigna polarizadora de aquel momento de plomo, que todos los adolescentes peronistas nos aprendimos a los 16 años y nos quedó de por vida, no se si Daniel la recordará jejeje: 

"Venga, venga, venga m´hijo. Quédese, quédese al lado mío Galimberti que eso los pone muy nerviosos"  le ordenaba el León Hervíboro . Amábamos a este Perón, como se imaginan en 1972 , bastante despreocupado por captar "el voto independiente", o mejor recibir el visto bueno de "los indecisos"... Buajajaja.

2 comentarios:

jfc dijo...

Que feo lo que escribió acá, galimberti era bastante mas gato que perro, muy triste su post, está seguro de lo que insinúa reinvindicando las armas? porque el pocho era mas que gato, león y perro , salvo en su corazón, por lo que se sabe, no era. También tiene fotos con Solanas, y con sus entonces compañeros cineastas. LO que si decía Perón es que sólo con los buenitos no se hace un movimiento.
Muchas veces escuché y lei estos datos que copio
http://gumucio.blogspot.com.ar/2012/04/corazon-de-cedron.html

Artemio López dijo...

Y bue perspectivas diversas ta fue saludos!