Al igual que Buenos Aires, la provincia de Santa Fe muestra un crónico desfinaciamiento sostenido en una estructura tributaria muy regresiva donde los impustos al consumo dominan de manera abrumadora .
Al respecto, leemos en Nestornautas:
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Primero queremos hacer una denuncia: a partir de éste post de Artemio sobre el déficit crónico de financiamiento de la provincia de Buenos Aires y sus posibles soluciones, fuimos objeto de bullying de su parte en Twitter; conminándonos a analizar si en el caso santafesino sucedía algo más o menos parecido; así que acá estamos, poniendo manos a la obra.
Conforme plantea Artemio en el caso bonaerense, la provincia tiene un déficit crónico de financiamiento como consecuencia de la merma en los puntos de distribución de la coparticipación federal secundaria que sufrió en su momento, no compensada con la generación de recursos propios de origen tributario.
Y esto último obedecería en sustancia a la decisión política de los sucesivos gobiernos de la PBA (incluido en el Scioli) de no impulsar reformas tributarias progresivas, aumentando los impuestos que gravan directamente la riqueza y a los que más tienen (como el Inmobiliario, en especial el Rural); prefiriendo en cambio aumentar el impuesto sobre los Ingresos Brutos, que se traslada en cascada sobre el precio final de los productos o servicios que pagan los bonaerenses.
Dicho en términos del propio Artemio, la opción política de canjear gobernabilidad (sobre la base de no malquistarse con sectores que gozan de rentas extraordinarias, y tratamiento fiscal privilegiado), por dificultades de financiamiento crónicas; que resienten a su vez la inversión pública, y los servicios que brinda el Estado.
Con leves matices (Santa Fe no sufrió merma en los índices de distribución de la coparticipación), el caso santafesino reproduce el mismo esquema: la imagen de apertura (extraída de aquí) nos muestra los recursos captados por el Estado santafesino de diversas fuentes, al 31 de agosto pasado: el 63,52 % de los recursos estrictamente tributarios (es decir, provenientes de impuestos) son de origen nacional; porque provienen del régimen de coparticipación federal y otros impuestos nacionales.
Del 36,48 % (que son los recursos tributarios de origen provincial), Ingresos Brutos (del que está exenta la actividad agropecuaria en todas sus formas) representa el 28,81 %; o lo que es lo mismo, el 79 % de los impuestos provinciales. La Patente Automotor (impuesto directo) tiene incidencia marginal en los ingresos del Estado provincial, porque el 90 % de la emisión del año y el 100 % de la de los años anteriores, se destina a municipios y comunas.
En cambio el Inmobiliario (que se reparte por mitades entre la provincia y los MyC) aporta apenas el 3,56 % del total de los recursos tributarios de Santa Fe, y el 9,78 % de los específicamente provinciales; siendo a su vez un 65 % de su producido proveniente del Urbano, y el 35 % restante del Rural.
Lo que supone que la propiedad agropecuaria (en tiempos de su explosiva valorización por el boom sojero) aporta tributariamente apenas el 1,24 % del total de los ingresos tributarios del Estado provincial, y el 3,42 % de los impuestos estrictamente provinciales; como consecuencia de la decisión (sostenida por todos los gobiernos santafesinos, incluyendo los del FPCyS) de no reajustar los avalúos fiscales desde 1993; habiéndose efectuado mínimos retoques a las alícuotas.
Y el panorama -con matices- es también similar por el lado de los gastos provinciales, cuya distribución muestra el siguiente cuadro, también al 31 de agosto:
PD: Fuente de datos
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