7/24/2014

de qué estamos hablando cuando hablamos de default?




Por Horacio Rovelli:

Estamos hablando de un default donde la Argentina quiere pagar (y tiene los recursos) y no lo dejan, por un lado, y con qué cesa la cláusula RUFO el 2 de enero de 2015 por el otro, no hay antecedentes en los más de 500 años de vida del capitalismo que un país incurra en cesación de pagos por una deuda total que está en torno al 3% de nuestro PIB.

Por lo tanto, acotado como está el default en el tiempo y en el espacio, nada grave puede pasar en el corto plazo, justamente porque nuestro país no depende de nuevos préstamos para pagar deuda pasada, genera de su propia producción el excedente para hacerlo, y tiene capacidad de sobra para continuar el camino de crecer y desendeudarnos, lo dice claramente la Presidente de la Nación: 

“Ante una caída del PBI global, los argentinos debemos incentivar el consumo interno. Fue lo que nos salvó en las épocas de mayores crisis". "Vamos a salir adelante. Si es necesario, vamos a salir a vender caramelos a la calle. A mí no se me caen los anillos para decirles a los argentinos las cosas que tenemos que hacer".

Además el default, limitará severamente al financiamiento externo, pero no debemos olvidarnos que Argentina hace mucho tiempo que no recurre a los mercados para tomar deuda -más allá de las reestructuraciones obligadas en 2005 y 2010- y que su alianza comercial, financiera y estratégica con Rusia, Brasil, los demás países de la UNASUR y, la República Popular China con quién se acordó un swaps por U$S 11.000 millones permiten el oxigeno necesario para transitar los cinco meses y 2 días que duraría el nuevo default. 

Es más, ni Nidera, ni Cargill, ni Luis Dreyfus, o Bunge Cerval van a dejar de comprarnos granos que ya tienen vendido en el exterior, y es imprescindible que lo hagan y a precio oficial (Hoy a $ 5,30 el dólar de la soja, dado el precio de $ 8,16 menos el 35% de las retenciones).

Y decimos exacto el plazo porque a partir del 2 de enero, caída la cláusula RUFO, el gobierno se sentará nuevamente en los estrados del Juez Griesa (o en el bufet de Daniel Pollack el intermediario nombrado por el juez) para negociar con los fondos buitres y de no ponerse de acuerdo, depositar los pagos, condición sine qua non para destrabar el resto de los giros a los demás acreedores. 

El problema va a ser el gobierno que suceda al actual, donde los Rivadavia, Mitre, De la Riestra y Avellaneda van a decir que no podemos salir de los mercados financieros internacionales, que debemos respetar los fallos de la justicia norteamericana, que el gobierno anterior fue inepto y que se debe pagar todo, con lo que los buitres cobran el seguro del default (que pagan las aseguradoras) y cobran el 100% de la deuda más costas judiciales, intereses y punitorios (que paga el pueblo argentino).

1 comentario:

Politico Aficionado dijo...

Efectivamente, no me preocupan las solicitadas de Singer y sus amigos.

Si Griesa decide embargar a Cargill o Bunge y Born, derramaremos una lágrima por estos esforzados empresarios y estatizaremos nuestro comercio exterior.

Lo único que me preocupa un poco es la posibilidad de que la Gran Democracia del Norte nos mande las cañoneras. No estoy muy seguro de que Putin salga a defendernos.