El línea con su erosión electoral (la segunda minoría en 2011 y 2013 obtuvo el 17% de los votos) la oposición sigue fragmentándose también frente a los temas de agenda que involucran el interés nacional.
Es una crisis estructural opositora que emerge electoralmente bajo el formato de archipiélago, cuyas ínsulas parecen no tener fin. Leemos:
Con posiciones divididas, mientras los representantes de algunas fuerzas reaccionaron reclamando “prudencia”; otros, criticaron las políticas del Gobierno.
En primer término, desde el radicalismo y el massismo pidieron “madurez y prudencia” a la administración de la presidenta, Cristina Kirchner, mientras que el socialismo, Proyecto Sur, el PRO y Unidad Popular cuestionaron la gestión del Gobierno.
Desde el Frente Renovador de Sergio Massa se expresó la vocación de “acompañar las decisiones necesarias para alcanzar una estabilidad económica del país”, y en ese sentido su líder pidió que el tema se convierta en una “políttica de Estado” y se forme una comisión bilateral en el Congreso entre el oficialismo y la oposición para una solución conjunta.
Desde la misma fuerza, el diputado massista Alberto Asseff señaló que “la decisión de la Corte de Estados Unidos de no abocarse es el castigo a la retórica confrontativa del Gobierno” y concluyó en que “este escenario exige un acuerdo de Estado para negociar con los acreedores a partir de una postura nacional unida”.
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