6/22/2014

buitres: no aceptar el chantaje

UNA CRONICA ANUNCIADA

Horacio Rovelli

Jorge Luis Borges en una milonga con música de Sebastián Piana que título “El muerto” y hablaba 
de la estupidez y la injusticia que significó mandar chicos de 18 años a morir en una guerra desigual, dice en su comienzo: “Lo he soñado en esta casa entre paredes y puertas, Dios le permite a los hombres soñar cosas que son ciertas” para continuar “Se obró con suma prudencia, se habló de un modo prolijo, les entregaron aún tiempo el rifle y el crucifijo, oyó las vanas arengas de los vanos generales y vio lo que nunca había visto, la sangre en los arenales…”

Salvando las distancias, pasa igual cuando se trata de creer en la buena fe de los fondos buitres y en la justicia norteamericana, hay muchos millones de dólares en juego por un lado, y la necesidad de castigar a un país que bajo la administración de Néstor Kirchner se animó en forma unilateral hacer dos canjes con una quita del 65% del capital.

Si tenemos en claro lo afirmado en el párrafo anterior, entenderemos lo que está en juego, porque la deuda reestructurada en los canjes de los años 2005 y 2010 tienen una cláusula, denominada RUFO por sus iniciales en inglés (Rights Upon Future Offers), que hace que si los representantes del Gobierno argentino conducen una negociación pública con los fondos buitre aceptándole pagar en mejores condiciones que a los bonistas que entraron en la restructuración de la deuda (quita del capital del 65% y plazo hasta el año 2038), deben darle igual condición a ellos (a los bonistas que entraron en los dos canjes), con lo que la deuda externa pasaría a ser de tres veces lo que es hoy (U$s 201.0009 millones al 30/09/2013 último dato disponible). La cláusula RUFO vence el 31 de diciembre de 2014.

Lo segundo que debemos saber es porque la Corte Suprema de Justicia de los EEUU decidió a las 10,30 horas nuestras del día lunes 16 de junio 2014, no tomar el caso argentino, con lo que de hecho se aceptan los dos fallos, el del juez Thomas Griesa y el de la Corte de Apelaciones de Nueva York que tienen su particular interpretación del “pari passu” exigiendo que la Argentina no solo reconozca la deuda de los fondos buitres NML Elliot (de Paul Singer), del Aurelius, y de 15 bonistas argentinos que presentaron la causa inicial en el segundo distrito de Manhattan y que terminara en el año 2012 con un fallo del Juez Griesa y en el 2013 con la Corte de Apelaciones avalándolo, cuando el próximo 30 de junio vence un pago más a los bonistas que entraron en los dos canjes, como se viene pagando desde el año 2005.

A eso debemos sumarle que la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito de los Estados Unidos, deja sin efecto la suspensión (“stay”) de las medidas cautelares pari passu dictadas por el Juez Griesa. Las órdenes pari passu le impiden a la Argentina efectuar el próximo 30 de junio el pago de los cupones de deuda en cumplimiento a sus acreedores reestructurados a menos que, en simultáneo, pague la totalidad de lo reclamado por los fondos buitres, que totalizan con capital original, más intereses, punitorios y costa judicial más de U$s 1.500 millones, pero que representa solo el 10% de la deuda que no entró en los dos canjes referidos, por ende la deuda exigible por el fallo de la justicia norteamericana asciende a unos U$s 15.000 millones.

El levantamiento del “stay” por parte del Segundo Circuito imposibilita así el pago en Nueva York del próximo vencimiento de la deuda reestructurada y muestra la inexistencia de voluntad de negociación en condiciones distintas a las obtenidas en la sentencia dictada por el Juez Griesa.

Y acá entra a jugar lo afirmado en la nota de Alfredo Zaiat en el diario Página 12 del 21 de junio de 2014, transcribo el final de dicha nota: “Con el fallo a favor y si cobra la sentencia, Singer ganaría 1600 por ciento por la compra de bonos en default por 48,7 millones de dólares que tribunales de Nueva York reconoce a un valor de 832 millones de dólares. Pero ése no sería el único rédito: ha apostado en el paño del casino financiero global con ficha de Credit Default Swaps (CDS) de la deuda argentina del canje. O sea, Singer tiene un doble objetivo financiero con la deuda argentina. 

Por un lado el fallo del juez Thomas Griesa para cobrar los bonos en default 2001, y por otro conseguir un nuevo default. Para esto último tiene de aliado a Griesa. Argentina no declara el default; lo provoca el juez con el fallo a favor de los buitres, el embargo de los pagos al resto de los acreedores y dictando ayer una orden judicial para impedir el canje de cambio de jurisdicción de los bonos de Nueva York por el de Buenos Aires. 

La ISDA (International Swaps and Derivatives Association, que nació en 1985 y está integrada por 844 entidades financieras de 64 países, entre los participantes se encuentra la mayoría de los bancos más grandes del mundo, además de gestores de activos, empresas de energía y materias primas, aseguradoras y bufetes de abogados y tiene a al Fondo Elliott como uno de sus miembros) y es el que define cuándo una empresa o país incumple los pagos y gatilla el pago de CDS (seguro).

¿La sociedad Singer & Griesa quieren negociar o primero quieren el default argentino, para después de contabilizar las ganancias por los CDS, abrir el juego a un plan de pagos de la sentencia?"

CONCLUSION:

La Corte Suprema de Justicia de los EEUU nos dio el mismo trato que nos dio el gobierno de los EEUU en 1982 en la guerra de Las Malvinas, se alió con Inglaterra. Acá se alió con el capital financiero porque en el gran país del norte “negocios son negocios” y encima castigo ejemplar al país que osó tomar un camino unilateral e independiente.

Entramos en default porque no podemos pagar ni hacer ningún acuerdo hasta el 2 de enero 2015 por la cláusula RUFO, porque de otro modo se deja de nuevo en la interpretación de la justicia si al no ser un pago voluntario, se cumple o no dicha cláusula. Porque si los jueces del exterior dicen que se cumple la cláusula RUFO el 82,6% de los que aceptaron el canje van a querer cobrar con títulos iguales que le paguen a los buitres y allí la deuda se hace enorme porque se pierde la quita de Néstor Kirchner.

La Corte Suprema de Justicia al no tomar el caso avaló la “jugada” de los buitres y de Griesa, y lo hizo el 16 de junio para condenarnos al default y de esa manera Paul Singer cobra el seguro contra el default, además de que se le reconoce toda la deuda que compró a precio vil, que nunca le prestó un dólar a la Argentina y hace que gane el 1.600% en esa moneda.

Lo que nos pasa a nosotros, al pueblo argentino, no solo no les interesa, sino que necesitan del escarmiento. Está en nosotros no aceptar ese chantaje, y llegar al 2 de enero de 2015 “a como dé lugar”, sabiendo que las adversidades están hecha para que las venzamos y no para que nos venzan

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