Docentes advierten que si les ofrecen un 25% no empiezan las clases
La titular de la Federación de Educadores Bonaerense, Mirta Petrocini, insistió que los gremios no aceptarán un aumento salarial del 25 %, aseguró que rechazarán un incremento “por decreto” como el del año pasado y advirtió que las clases podrían no comenzar el 5 de marzo. (Sigue en Letra P)
Este titular que abre el post se repite año tras año y esta de moda limitar el reclamo salarial docente en función del alto compromiso fiscal de las provincias en general y la de Buenos Aires en particular. Por qué sucede esto, es menos debatido.
Es sabido que el Gobierno Nacional invierte más de 6 puntos del producto en inversión educativa, otro logro de la década ganada, se trata del mayor porcentaje de inversión educativa desde la recuperación democrática. O sea, desde el punto de vista del financiamiento nacional la educación es prioridad.
En este contexto nacional, a nuestro juicio, la modalidad de gobernar - la provincia de Buenos Aires en este caso analizado - evitando conflictos con los sectores de mayor poder económico está en la base de la insatisfacción permanente del reclamo docente .
Veamos entonces los fundamentos de esta afirmación analizando qué sucede con el sistema recaudatorio bonaerense.
Veamos entonces los fundamentos de esta afirmación analizando qué sucede con el sistema recaudatorio bonaerense.
Según datos oficiales, el año 2011 concluyó en la provincia de Buenos Aires con un déficit consolidado en las cuentas públicas de 7.600 millones de pesos, según la data oficial del Monitor Fiscal que publica el Banco Provincia, en 2012 ascenderá a casi el doble, y esos pasivos son cubiertos con emisiones de deuda a tasas chinas.
Ahora bien, ante este desajuste que desfinancia a la Provincia y limita la gestión debemos preguntarnos cómo recauda la Provincia de Buenos Aires para, si no resolver, atenuar el déficit.
De acuerdo también a cifras oficiales, durante el año 2011 el distrito bonaerense recaudó $90.107 millonesde este modo: $34.650 fueron transferidos automáticamente desde Nación, vía ley de Coparticipación y Fondo Sojero, entre otros ítems,y los restantes $55.529 fueron ingresos propios.
De esos fondos propios, , descontados fondos federales e ingresos no tributarios (tasas, multas, etc.), Buenos Aires recauda mayoritariamente a partir de cuatro impuestos: Ingresos Brutos (IB), Sellos, Inmobiliario (Rural y Urbano), y Automotor. Los últimos dos son considerados por todos los tributaristas como los más progresivos, al gravar patrimonio y al no poder ser trasladados a los consumidores, vía precios,como si se traslada Ingresos Brutos.
En la provincia, el impuesto Automotor y el Inmobiliario Rural representan el 12% del total (6% cada uno), mientras que Sellos lo hace un 8,3% e Ingresos Brutos, impuesto que se vuelca a los precios, representa el 74% del total. Una estructura tributaria regresiva si las hay.
Esta renuncia del Estado provincial a recaudar sobre los sectores privilegiados se incrementó desde 1983 y con Scioli empeoró como nunca antes esa matriz en un distrito con mucho peso de sectores agropecuarios con importantes rentabilidades, más aún en los últimos años de show de la soja.
Pero no solo empeoró su relación respecto de la recaudación en su conjunto, sino que el Inmobiliario Rural recaudó menos que el Inmobiliario general, a punto de que una casa de 125 metros cubiertos en un terreno de 800 m2 aún hoy paga lo mismo que un campo de 1.000 hectáreas sembrado de soja, apenas unos $450 mensuales.
Es así que, si en 1983 el impuesto Inmobiliario representaba el 36%, a mediados de la década cayó al 28%; en los 90 promedió en el 17%. Cuando Scioli empezó su mandato en 2007 estaba alrededor del 10%, y los últimos datos consolidados del 2011 muestran que es del 6%.
El Inmobiliario Rural, que grava las propiedades del campo, fue perdiendo peso con el paso de los años. Hasta la reciente reforma, se pagaba impuesto por terrenos valuados entre el 10% y el 25% del valor de mercado. Con valuaciones más reales,señala el economista Jorge Gaggero, desde la recuperación de la democracia el Estado provincial hubiera cobrado alrededor de $60 mil millones. Para tener dimensión de esa cifra: entre 2003 y 2011, Buenos Aires recibió por coparticipación $ 105 mil millones.
El cuadro siguiente muestra cómo involucionó la progresividad en la recaudación de Buenos Aires. Los colores rojo y violeta dan cuenta de los impuestos Inmobiliario y el Automotor, considerados como los más justos. Verde y azul se utilizaron para Ingresos Brutos y Sellos.
Sobran las palabras: ¿No es hora de revertir esta penosa matriz fiscal antes que insistir todos los años en acomodar los deprimidos salarios docentes a la capacidad de pago de la provincia, apoyada en esta estructura recaudatoria tan regresiva? Mala onda!
1 comentario:
Entre tantos números recordemos que el básico docente apenas supera los $1.800 y que, con adicionales y clausulas de garantías salariales al maestro sin antigüedad llega a $3.600
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