lo importante: sin donantes

 Mientras se discute el nuevo "nivel óptimo" del dólar (SIC) , leemos sobre este nuevo default comunitario:

Desde mediados del año pasado, el mundo Vélez se sintió tocado por el grave estado de salud de Pablo Alem López, un pibe que entonces tenía 11 años y encaraba una feroz batalla por su vida pero no olvidaba seguir atentamente el día a día del club de sus amores. Su padre Rubén se movilizó por todos lados, buscando conseguir un donante para el transplante bipulmonar, y su historia llegó hasta Vélez. De inmediato los futbolistas, cuerpo técnico, directivos e hinchas brindaron todo su apoyo y solidaridad. El plantel compró el nebulizador especial porque a los pulmonesde Pablo les costaba generar oxígeno producto de una fibrosis quística que le fue detectada a los 3 años. Florecieron campañas para juntar fondos, a través de una caja de ahorro y también juntando tapitas plásticas, ya que el tratamiento era sumamente costoso, sobre todo para una familia humilde como la de Pablo; recolectaron alimentos para que el pibe pudiese cumplir la dieta especial; y organizaron cadenas de rezo cuando la situación empeoraba. En Twitter, socios e hinchas velezanos, junto a muchos sensibilizados seguidores de otros clubes, convirtieron la consigna #FuerzaPablito en trending topic.

Ricardo Gareca se emocionó hasta las lágrimas, en octubre del año pasado, cuando leyó una carta manuscrita que le escribió Pablo. "Vos seguís luchando por Vélez, como yo estoy luchando por mi vida", decía una de sus frases. Unos días después Gareca visitó a Pablito en su casa y la alegría del pibe no tuvo límites. Esas visitas se repitieron y el técnico jamás dejó de comunicarse con los padres y de ayudar. Está en la Costa de vacaciones y al llamar por teléfono se enteró de la triste noticia, un golpe tremendo para el entrenador.

Sebastián Dominguez también se involucró en el apoyo: a través de su esposa, médica, estuvo al lado de Pablito y realizó múltiples pedidos en favor de la donación de órganos. Juan Sabia, quien le envió su camiseta autografiada por el plantel, fue otro de los futbolistas que hizo sonreír a Pablo. Las banderas y las camisetas con frases de apoyo que lucían todos los jugadores de Vélez en las previas a los partidos disputados en el semestre pasado eran otra muestra de solidaridad.

En las últimas semanas la salud empeoró, hasta que la vida de Pablo se apagó a los 12 años. "Pablo nos demostró que las adversidades de las que uno puede quejarse a diario son nimias al lado de lo que fue su dura batalla: luchar por la vida, dejar vida en cada segundo de lucha, es una pelea que no da cualquiera, y Pablito la dio. Pero no dependía solamente de él, ni de la asistencia incondicional de su familia ni tampoco del cuerpo médico que lo cuidó celosamente hasta último momento. 

A Pablo le urgía un trasplante bipulmonar que nunca llegó...

En fin, hay que poder morirse así esperando y con 12 años, no?