Por Edgardo N. Rodríguez del Barrio
Los conflictos suscitados en varias provincias por los inusitados porcentajes de aumento salarial formulados por las fuerzas policiales, han tenido graves derivaciones por la metodología del reclamo. Pero su impacto mediático y social ha sido mayor por las graves consecuencias derivadas del accionar de grupos, organizados o espontáneos, que han producido saqueos y destrozos y que, incluso, hacen lamentar víctimas humanas.
No es objeto de nuestra nota analizar las intencionalidades políticas y desestabilizadoras que ha tenido la metodología utilizada para este reclamo policial, que ha resultado extorsivo según la calificación de la Presidenta de la Nación con la que coincidimos. Tampoco estamos en condiciones de mostrar que vinculación ha tenido como elemento erosivo de la democracia, en momentos en que se celebraban los treinta años ininterrumpidos de su ejercicio luego de la sangrienta dictadura militar que asoló nuestra nación en la década del 70. Pero, si queremos hacer un aporte respecto de otra deriva de estos lamentables acontecimientos; aquella que pretende vincular los altos índices de aumento salarial obtenidos por las policías provinciales con el incremento anual de la canasta básica y con los porcentajes de aumento que se discutirán en las próximas paritarias.
Podemos mostrar, a partir de datos concretos, que los porcentajes de recomposición reclamados tienen que ver con un retraso histórico en sus remuneraciones y no con los incrementos de precios recientes. Bastará que comparemos sus niveles iniciales de ingresos con los salarios básicos de convenio para verificar que, si bien porcentualmente son exagerados, en sus resultados nominales no hacen mas que ponerse a tono con el resto de los salarios. De hecho, ninguna de las fuerzas provinciales reclamaron aumentos porcentuales sino que plantearon en todos los casos los valores nominales a los que aspiraban y las contrapropuestas de las gobernaciones se fijaron siguiendo el mismo criterio.
Comparando los salarios básicos que remuneraban a los policías de la mayoría de las provincias hasta noviembre de 2013 con los salarios básicos de convenio registrados en el Ministerio de Trabajo de la Nación surge con claridad el retraso que existía en los salarios policiales respecto de los salarios promedio de la economía.
Tal como se puede observar en el cuadro nº 1, el promedio de salarios iniciales de las catorce policías provinciales que ya arreglaron sus remuneraciones para el 2014 era en noviembre de $ 5.263, además con una dispersión muy amplia que iba de $ 3.800 a $ 7.000. Mientras que el salario básico de convenio, promedio de acuerdos homologados, era de $ 7.170 y el salario promedio de 7.530. Esto significa que ni el mas alto de los salarios básicos de las policías provinciales que entraron en conflicto alcanzaba el básico de convenio promedio registrados. Más lejos estaba, aun, del salario promedio de convenio del año 2013, tal como se puede visualizar en el gráfico nº 1.
Si observamos el mismo cuadro y su reflejo en el gráfico nº 1 que abre el post, veremos que el promedio, 14 provincias, de los salarios iniciales que regirán a partir del 2014 es de $ 8.523. Si aplicamos a los actuales salarios promedio de convenio y al promedio de salarios básicos de convenio un 20% de aumento, estos resultarán de $ 9036 y $ 8.603 respectivamente, de forma tal que con ese incremento moderado seguirían por encima del salario inicial promedio de las policías provinciales.
Los conflictos suscitados en varias provincias por los inusitados porcentajes de aumento salarial formulados por las fuerzas policiales, han tenido graves derivaciones por la metodología del reclamo. Pero su impacto mediático y social ha sido mayor por las graves consecuencias derivadas del accionar de grupos, organizados o espontáneos, que han producido saqueos y destrozos y que, incluso, hacen lamentar víctimas humanas.
No es objeto de nuestra nota analizar las intencionalidades políticas y desestabilizadoras que ha tenido la metodología utilizada para este reclamo policial, que ha resultado extorsivo según la calificación de la Presidenta de la Nación con la que coincidimos. Tampoco estamos en condiciones de mostrar que vinculación ha tenido como elemento erosivo de la democracia, en momentos en que se celebraban los treinta años ininterrumpidos de su ejercicio luego de la sangrienta dictadura militar que asoló nuestra nación en la década del 70. Pero, si queremos hacer un aporte respecto de otra deriva de estos lamentables acontecimientos; aquella que pretende vincular los altos índices de aumento salarial obtenidos por las policías provinciales con el incremento anual de la canasta básica y con los porcentajes de aumento que se discutirán en las próximas paritarias.
Podemos mostrar, a partir de datos concretos, que los porcentajes de recomposición reclamados tienen que ver con un retraso histórico en sus remuneraciones y no con los incrementos de precios recientes. Bastará que comparemos sus niveles iniciales de ingresos con los salarios básicos de convenio para verificar que, si bien porcentualmente son exagerados, en sus resultados nominales no hacen mas que ponerse a tono con el resto de los salarios. De hecho, ninguna de las fuerzas provinciales reclamaron aumentos porcentuales sino que plantearon en todos los casos los valores nominales a los que aspiraban y las contrapropuestas de las gobernaciones se fijaron siguiendo el mismo criterio.
Comparando los salarios básicos que remuneraban a los policías de la mayoría de las provincias hasta noviembre de 2013 con los salarios básicos de convenio registrados en el Ministerio de Trabajo de la Nación surge con claridad el retraso que existía en los salarios policiales respecto de los salarios promedio de la economía.
Tal como se puede observar en el cuadro nº 1, el promedio de salarios iniciales de las catorce policías provinciales que ya arreglaron sus remuneraciones para el 2014 era en noviembre de $ 5.263, además con una dispersión muy amplia que iba de $ 3.800 a $ 7.000. Mientras que el salario básico de convenio, promedio de acuerdos homologados, era de $ 7.170 y el salario promedio de 7.530. Esto significa que ni el mas alto de los salarios básicos de las policías provinciales que entraron en conflicto alcanzaba el básico de convenio promedio registrados. Más lejos estaba, aun, del salario promedio de convenio del año 2013, tal como se puede visualizar en el gráfico nº 1.
Si observamos el mismo cuadro y su reflejo en el gráfico nº 1 que abre el post, veremos que el promedio, 14 provincias, de los salarios iniciales que regirán a partir del 2014 es de $ 8.523. Si aplicamos a los actuales salarios promedio de convenio y al promedio de salarios básicos de convenio un 20% de aumento, estos resultarán de $ 9036 y $ 8.603 respectivamente, de forma tal que con ese incremento moderado seguirían por encima del salario inicial promedio de las policías provinciales.
Pretender instalar porcentajes de incremento salarial del 100%, e incluso del 60%, como reflejo de lo ocurrido con los salarios policiales de algunas provincias según alientan algunos medios y no pocos economistas, no tiene fundamento económico, resulta simplemente mas extorsivo y desestabilizador que los autoacuartelamientos policiales y los saqueos consecuentes. Nos pondría en el camino de la devaluación que el capital concentrado busca instalar para terminar en una hiperinflación que terminaría por destruir el salario y el trabajo. Ya hemos tenido dolorosas experiencias.
Cuadro nº 1: Comparación salario policial promedio 14 provincias con salarios promedio de convenio registrados
Remuneraciones | 2013 | 2014 (1) | |
Básico policía promedio 14 pcias | 5263 | 8523 | |
Promedio Operario especializado | 6197 | 7436 | |
Salario promedio Conv. registrados | 7530 | 9036 | |
Promedio básicos de convenio | 7170 | 8603 | |
Elaboración propia s/ datos MTN y datos de provincias | |||
(1) Estimado con un 20% de aumento | |||
1 comentario:
Después de dos años consecutivos de paritarias clausuradas por decreto del gobierno nacional ¿no podemos decir que los salarios docentes están retrasados?
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