12/16/2013

nuevos formatos de representación en la caba II



“Sistema electoral mixto para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”

Por: Nahuel Eduardo Morandi Bel

2- Sistemas electorales

En el mundo existen dos grandes sistemas electorales, los mayoritarios y los proporcionales, a los que se les pueden añadir los sistemas mixtos.

2.1 - Sistemas Mayoritarios

En los sistemas mayoritarios, la característica más importante es que siempre utilizan distritos uninominales. Es decir, que uno vota por un candidato que representa un distrito determinado y el candidato que obtenga la mayor cantidad de votos resulta ganador. Existen casos en los que el ganador es aquel que obtiene el mayor número de votos (mayoría relativa) como Estados Unidos o Gran Bretaña, mientras que los sistemas mayoritarios como el australiano de voto alternativo (2) y el sistema francés de dos vueltas tratan de asegurar que el candidato ganador supere el 50% de los votos (mayoría absoluta).

Se trata, sin duda, de un sistema sencillo y claro, que permite mayor proximidad entre electores y elegidos y, por lo tanto, un mayor conocimiento y control sobre el parlamentario, así como una más exigente rendición de cuentas al final del mandato. Además, tiende a generar gobiernos fuertes y estables.

Sin embargo, el problema con este tipo de sistemas es que tiende a favorecer la formación de dos grandes partidos o coaliciones en detrimento de los partidos más pequeños o en formación, con lo cual resulta difícil que surjan nuevas figuras. En estos sistemas, se favorece a la rendición de cuentas sobre el candidato y no sobre el partido, lo que puede debilitar y dividir a dichos partidos. Otro problema derivado de los sistemas electorales mayoritarios con circunscripciones uninominales es el llamado "gerrymandering" (3). 

Se trata de una práctica que consiste en manipular los distritos electorales de un territorio al unirlos, dividirlos o asociarlos, con el objetivo de producir un efecto determinado sobre los resultados electorales. Puede ser empleado para mejorar o empeorar los resultados de una determinada fuerza política o grupo étnico, lingüístico, religioso, etc. Así, algunos distritos pueden quedar sobrerrepresentados y otros subrepresentados.

2.2 - Sistemas Proporcionales

Por su parte, los sistemas proporcionales son un poco más complejos, porque exigen distritos amplios y se votan listas de candidatos presentadas por los respectivos partidos. Mediante la aplicación de una fórmula matemática, los votos obtenidos se convierten en escaños según criterios de proporcionalidad.

La fórmula proporcional permite que el resultado en escaños refleje mejor el pluralismo político, por lo que las minorías pueden obtener más fácilmente representación y se frena el abstencionismo de quien no se identifica con los grandes partidos.

A pesar de esto, también presenta inconvenientes: primero, al votar a una lista se despersonalizan las elecciones, pues sólo se conoce al primero de la lista; segundo, y más importante, se otorga un gran poder a las direcciones de los partidos que son quienes confeccionan las listas de candidatos.

2.3 - Sistemas Mixtos

Finalmente, los sistemas electorales mixtos son una combinación de los sistemas mayoritarios y proporcionales. Una característica que todos los sistemas electorales mixtos tienen en común es que el votante deposita dos votos: uno que sirve para que un candidato sea el representante del distrito electoral y otro para un partido. Entre los países con sistemas electorales mixtos, existen variaciones en la proporción de los asientos elegidos por circunscripciones uninominales y la proporción de elegidos por lista de partidos.

Un buen ejemplo de sistema electoral mixto es el alemán. En él cada elector dispone de dos votos en una misma boleta: uno para elegir por el sistema proporcional la lista nacional única propuesta por cada partido, y el otro para elegir a un candidato individual en cada pequeño distrito de acuerdo con el sistema mayoritario. 

Así, el ciudadano alemán sostiene una relación cercana con el diputado elegido directamente en su distrito, mejorando la calidad del representante que estará más controlado por los ciudadanos, mientras que la fórmula proporcional aplicada a la lista nacional permite un mayor pluralismo en el resultado final evitando el bipartidismo y la debilidad de los partidos minoritarios. De esta manera, los partidos se vuelven más porosos y abiertos dejando que la sociedad penetre en sus estructuras y sus diputados están cercanos a un público al que deben rendir cuentas. A su vez, la lista nacional permite mantener la columna vertebral de cada partido e impide que se disgregue.

Otra alternativa que se encuadra dentro de los sistemas mixtos, son los llamados “sistemas paralelos”, como el que funciona en Rusia. A diferencia del sistema alemán, no dividen el asiento del distrito uninominal de los asientos de la lista de partido, sino que suman los dos tipos de asientos juntos. Debido a que la banca del distrito y las bancas de lista de partido son independientes unas de otras, los asientos de lista de partidos no corrigen para cualquier asiento las distorsiones creadas por los asientos del distrito uninominal. Los resultados en estos sistemas mixtos han tendido a ser desproporcionados pues no compensan la desproporcionalidad generada en los distritos uninominales. 

[2] Voto Alternativo o Preferencial es un sistema en el que los electores colocan a los candidatos por orden de preferencias, marcando 1 por su primera elección, 2 por su segunda opción, 3 para su tercera opción y así sucesivamente. De modo que el sistema permite que los votantes expresen sus preferencias entre los candidatos en lugar de simplemente expresar su primera elección.

[3] El término es una invención periodística, proveniente en parte del apellido del gobernador del estado de Massachusetts, Estados Unidos de principios del siglo XIX, Elbridge Gerry. Hacia 1912, preocupado porque su partido, Demócrata- Republicano no podía ganar en los distritos del norte y el oeste del estado, decidió unificar todos esos distritos en uno solo, que de ese modo obtendrían menos escaños en la legislatura local. Los periodistas que observaban el nuevo mapa electoral se percataron de que el distrito así creado tenía la forma de una salamandra, a la que pusieron por nombre Gerry-mander, desconociéndose el autor concreto de la expresión.

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