11/12/2013

subtes: subejecución presupuestaria y aumento de tarifas durante la gestión pro


Hace unas semanas las tarjetas SUBE empezaron a ser rechazadas por el lector usual del molinete de ingreso. Resulta que este es ahora exclusivo para la tarjeta Monedero (lanzada hace años por el Grupo Roggio y ahora gestionada por VISA), mientras que el SUBE, que fue pensada para justamente integrar el sistema de pago de los distintos modos de transporte, quedó relegada a un segundo lector. 

Luego, el gobierno de la ciudad difundió la noticia de que estaban pensando en también crear una tarjeta específica del distrito para el pago de distintos servicios, entre ellos, los de bicicletas públicas y el subterráneo. En vez de colaborar y participar del proceso de unificación del sistema de cobro del transporte, las autoridades locales favorecieron la duplicación (y quizás la triplicación) de los modos de pago electrónicos. Esta medida, podemos tomarla como una metáfora de las tantas marchas y contramarchas que atravesó la gestión de los subterráneos en el primer año de administración por parte del gobierno local. 

El gobierno municipal, durante los años anteriores, solía acudir a las cuestiones jurisdiccionales para justificar los déficits e incoherencias de las políticas de movilidad porteña. Sin embargo, hace ya un año, las autoridades distritales controlan el trazado urbano (incluyendo el andar a pie y bicicleta), las 33 líneas de colectivo que operan únicamente dentro de la ciudad, el ordenamiento de todas las líneas de colectivo, los subtes y el premetro. 

A continuación realizaremos un repaso por las distintas aristas que nos permiten analizar el sentido y los resultados de las acciones implementadas por parte del gobierno local respecto del sistema de transporte subterráneo de la ciudad de Buenos Aires.
Marco legal 

En marzo de 2012 el Congreso de la Nación sancionó la Ley 26.740 que ratificó la transferencia a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires de los Servicios de Transporte Subterráneo y Premetro, las líneas de colectivos que transitan exclusivamente dentro de la Ciudad y el tranvía de Puerto Madero. En diciembre de 2011 se firmó un Acta acuerdo entre Nación y Ciudad para la transferencia del servicio. 

En ella ambos gobiernos definieron la transferencia de jurisdicción, la cual iba a estar acompañada por el 50% de los subsidios otorgados a la red en 2011 por parte del Gobierno Nacional. Estos fondos fueron transferidos y, en el mes de enero de 2012, el Gobierno de la Ciudad hizo uso de sus facultades aumentando en un 127% la tarifa, lo que provocó una importante expulsión de usuarios. Sin embargo, en marzo del mismo año se anunció que el Gobierno de la ciudad no iba a aceptar las condiciones firmadas en el acta. 

El nivel de conflictividad ante la negativa fue tal que en agosto de 2012 se desarrolló el paro más importante en la historia del subte. Finalmente, el gobierno local aceptó el traspaso a partir de enero de 2013.

Inversión y presupuesto

Después de un año de gestión del sistema de subterráneos viajan menos personas, con menos frecuencia y a un precio más alto. Las obras de expansión son cuestionadas y en algunos casos el mal manejo ha llevado a la parálisis y a la pérdida de fondos. Mientras tanto la gestión del presupuesto es poco eficiente. 

En el primer trimestre del año 2013 no se ejecutó ni un peso del presupuesto porteño dedicado al subte. En el segundo trimestre, ya cerca de los periodos electorales, las autoridades de la Ciudad llegaron a ejecutar sólo el 23% del presupuesto del programa. Sin embargo, tal como demuestra el cuadro 1 de apertura, el programa de subtes es el segundo programa del área de transporte con menor nivel de ejecución. 

Esto no es nuevo. Desde el 2008 el presupuesto sancionado para “Transporte” aumentó un 314 por ciento por encima del aumento del presupuesto en general. Sin embargo, en esos años, la ejecución del presupuesto continuó siendo insuficiente. Por ejemplo, el año pasado fueron subejecutados 386 millones de pesos del presupuesto dedicado a transporte.

También se destaca que los fondos destinados al subte en su mayoría no provienen del tesoro, que solo brinda unos 60 millones de pesos del total de 908 millones que tiene a disposición SBASE. El resto viene del Fondo Subte, del bono emitido en el 2010 para la expansión de la red de subtes que nunca fue utilizada para ese fin, y nuevo financiamiento externo. Casi un tercio del presupuesto se debe a nuevo endeudamiento.

Tarifa ...

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