11/29/2013

desempleo, informalidad laboral y restricción externa en el sector industrial



Cuál es el principal problema de la economía?

Asumidos ya los nuevos ministros, y en plena ofensiva de los medios opositores al oficialismo permeados por los intereses y visión de los sectores vinculados al poder financiero en su intento permanente de instalar su agenda de "principales problemas de la economía" - el trípode inflación, emisión, tipo de cambio - , es necesario repasar la situación del indicador por excelencia para evaluar la consistencia de una política u orientación de gestión económica que requiera ser convalidada periódicamente por el voto popular: la generación de empleo en general y empleo registrado en particular. 

No es caprichosa esta afirmación. Junto al sistema tributario progresivo, el mercado de trabajo es el mayor asignador de ingresos familiares y el trabajo formalizado el dispositivo más eficaz para distribuir equitativamente el ingreso en democracia del que se tenga conocimiento.

Así las cosas, recientemente el INDEC informó sobre la situación global del empleo a nivel nacional en el lapso comprendido entre los dos últimos terceros trimestres de 2012 y 2013 y se observó estabilidad en las principales tasas.

No hubo destrucción ni generación de empleo estadísticamente significativa y la baja en la tasa de desempleo abierto debe atribuirse fundamentalmente a una caída en el nivel de búsqueda o tasa de actividad que disminuyó casi un punto en el lapso bajo análisis, pasando de 46,9 en el año 2012 a 46,1 en el tercer trimestre del año 2013, como se observa en el cuadro.

Tasas
Período
3º trimestre 2012
3º trimestre 2013


Actividad
46,9
46,1
Empleo
43,3
42,9
Desocupación
7,6
6,8
Subocupación
8,9
8,7
Subocupación Demandante
6,2
5,8
Subocupación No Demandante
2,7
2,9
Fuente: INDEC, Encuesta Permanente de Hogares Cont.

Buscando el mayor punto de impacto del amesetamiento en la generación de empleo y en particular el retroceso del empleo formal, observamos el desagregado por sectores en este otro cuadro elaborado por Javier Lindenboim , también en base a datos oficiales de EPH INDEC (1).


La lectura del cuadro del comportamiento del empleo desagregado por sectores es muy demostrativa del núcleo del problema ocupacional. Como señala el propio Javier Lindenboim:

El contraste entre los diez años y los últimos diez trimestres es muy interesante. Puede verse que el rol que en el promedio de la década ocupaban los asalariados protegidos o en blanco pasa –en los años recientes– a una categoría difícilmente asociable con el desarrollo con inclusión, como se afirma habitualmente: el trabajador por cuenta propia. No sólo eso. La única categoría que pierde cuantía es, precisamente, la de los asalariados protegidos, que lideraban el aumento ocupacional en la pos crisis.

En cuanto a los sectores o ramas, las evidencias son contundentes. El empleo industrial creció en el decenio 19%, pero, de esos 19 puntos, 17 se agregaron hasta 2006. De allí en más, el estancamiento es casi absoluto. Comparado el decenio con los diez trimestres recientes, el importante incremento promedio de la década contrasta con la reciente disminución absoluta de la ocupación industrial. En la construcción, hubo una notable baja de la absorción.

En efecto, como se concluye de los datos oficiales el dinamismo en la generación de empleo se ha detenido y el núcleo del problema está en el estancamiento en la generación de empleo industrial como se observa en este cuadro (2).


Esta carencia de empleo formal industrial resulta particularmente gravosa en el tramo etario que va entre los 30 años o menos compuesto por jóvenes que buscan incorporarse al mercado de trabajo, tramo etario donde la informalidad laboral supera el 45% , el desempleo y subempleo duplican al promedio

Por otra parte, la generación de empleo industrial resulta muy heterogénea en la década ganada si se desagrega por períodos. En el lapso comprendido entre los años  2004-2007 la elasticidad empleo -producto en la industria - cuanto empleo se genera por cada punto de crecimiento del producto- es de 0,65 mientras en el lapso 2008-2011 cae a 0,12

Esta circunstancia empalma de manera directa con uno de los temas que más preocupa al conjunto de los trabajadores y al Gobierno Nacional que es, a pesar de la baja de casi 20 puntos en la tasa de informalidad en la década ganada, la persistencia de altos niveles de trabajo ilegal, independientemente ya del nivel de desempleo y crecimiento económico.

Pareciera ser que la tasa de informalidad se ha estancado desde hace un trienio y no desciende al ritmo esperado o lo hace muy lentamente, siguiendo el mismo patrón de comportamiento que el del empleo industrial.

Se sabe qué implica para el trabajador realizar sus tareas en la ilegalidad: ausencia de cobertura social y previsional y salarios promedios equivalentes al 60% de su par formal por igual carga horaria y actividad.

De las explicaciones posibles sobre la persistencia de alta tasas de informalidad laboral la más consistente de las que circulan según creemos , resulta de observar qué está sucediendo con el empleo industrial, en tanto es en el sector industrial donde se manifiestan mayores niveles de formalidad laboral y mejores salarios, a diferencia por caso del sector agropecuario donde, a pesar de las enormes tasas de ganancia del sector, los niveles de informalidad promedio superan ampliamente la media nacional y el salario medio del sector cae bien por debajo del promedio nacional.

Para observar entonces qué sucedió en la década con el empleo industrial extraemos del estudio
"El empleo industrial: Balance de una década (2003-2012)", http://ides.org.ar/archivos/6322 de Adriana Marshall y Laura Perelman, esta interesante reflexión entre la evolución del PIB y el empleo industrial, su productividad y la elasticidad empleo-producto en el período 2004-2011 .

"Se identifican entonces dos fases diferenciadas en el proceso de expansión industrial, una de ellas con fuerte crecimiento del empleo, que transcurrió entre 2004 y 2007 (con una tasa promedio anual de aumento del empleo del 6.8%), y la siguiente, que se desarrolló durante 2008-2011 (con un incremento promedio del empleo del 0.9% por año, incluyendo la retracción del -3.6 % en 2009) o, más estrictamente, la que siguió a la recesión de 2009, durante 2010-2011, con escaso reclutamiento y mayor dinamismo en el avance de la productividad, durante la cual el empleo creció en promedio un 2.3% anual."

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(1)
El empleo en épocas de vacas flacas

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La resolución de la restricción eterna

 Aldo Ferrer


RévoraEn la nota de la semana anterior destaqué que la argentinización de la economía argentina y el desarrollo industrial en las tecnologías de vanguardia eran condiciones necesarias para resolver la insuficiencia de divisas. Vale decir, la restricción externa, la cual, por su carácter estructural, amenaza con convertirse en eterna. Otras dos cuestiones importantes en la misma materia se refieren a la explotación de los recursos naturales y el autoabastecimiento energético. Sobre este segundo tema no me detendré, porque, sobre el mismo, existe suficiente atención de la opinión pública y en el debate político.

Horacio Verbitsky


...  Que no haya una marea que haga subir todos los botes, como en los primeros años, cuando era posible compatibilizar las ganancias extraordinarias del capital con las mejoras de la ocupación y del salario, obliga a discutir sin más dilaciones el modelo de acumulación de capital y a actuar sobre las vertientes centrales de la reaparecida restricción externa. 

Hace dos años, cuando el precio del barril de petróleo superó los cien dólares, el gobierno empezó a prestar atención al peso de los combustibles sobre la balanza comercial. A partir de entonces el saldo energético pasó a ser negativo. La respuesta fue la recuperación de YPF, en lo que Kicillof tuvo un rol central. Pero si se observa el cuadro que se publica en esta página, elaborado por el Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA), el equipo de investigación económica social de la CTA, coordinado por Eduardo Basualdo, se apreciará que el déficit energético, que en 2012 fue de 2.500 millones de dólares, palidece ante el del complejo automotriz, que es casi del doble


 

1 comentario:

Mariano T. dijo...

Si nos guiáramos por el consumo de divisas, la industria parece haber aumentado mucho, no? como es la historia?