Leemos a Julio Burdman en Analytica:
Una encuesta de Observatorio Electoral, un proyecto de análisis de la
opinión pública y las tendencias electorales asociado a Analytica
Consultora, indagó acerca de dónde lo ubican a Massa los bonaerenses en
condiciones de votar en las primarias del próximo 11 de agosto.
Se preguntó a los consultados si ubicaban a Massa dentro del
kirchnerismo, o dentro de la oposición, o ni en uno ni en otro conjunto.
En números redondos, el 60% lo consideró opositor, el 26% kirchnerista,
el 10% "ni ni", y solo 4% dijo no saber, sugiriendo ese bajo nivel de
desconocimiento que la "cuestión Massa" está bien instalada en la
opinión pública.
En ese segmento del 26%, se desató una batalla electoral.
Hilando más fino, podemos decir, en primer lugar, que se trata de un
segmento en disminución: dividiendo al estudio por jornadas, a medida
que pasaba el tiempo el segmento de los que consideraba a Massa opositor
aumentaba. Y en segundo lugar, que para aproximadamente una mitad de
los que aún consideran a Massa kirchnerista esto tiene una atribución
positiva, y para la otra mitad (un poco más, en rigor) se trata de algo
negativo. Estos últimos son, en su mayoría, votantes decididos o
potenciales de las listas encabezadas por De Narváez y Stolbizer.
Pero en el primer grupo, la mayoría son votantes del propio Massa.
Este segmento de "massistas kirchneristas", es uno de los blancos de la
campaña del Frente para la Victoria, que busca sumar nuevos votantes a
expensas de los "confundidos" que, de acuerdo con el comando de campaña
de Insaurralde, deberían votarlo a él.
Otra forma de evaluar la ubicación de Massa, es la brecha que aún existe
-no vamos a dar números, por encontrarnos en veda electoral- entre la
imagen netamente positiva de CFK, y la intención de voto por
Insaurralde: la primera sigue siendo mayor que la segunda, y el objetivo
de la campaña del FPV es llevarlas al mismo nivel.
Massa tuvo, en una fase inicial de la campaña, un discurso dirigido a
los "massistas kirchneristas". Pero a medida que fue avanzando la
campaña, el líder del Frente Renovador apostó a crecer por la oposición.
Convenciendo, para ello, a los antikirchneristas que aún lo consideran
kirchnerista, que ya ha dejado de serlo.
Todo esto sugiere, en suma, que
después de las PASO, se viene hacia octubre una campaña que promete ser
diferente, y cuyo resultado está abierto: mientras que Insaurralde irá
por el conjunto de los votantes afines al gobierno, que hoy captura en
buena medida pero aún no en su totalidad, Massa apelará cada vez
claramente a concentrar los votos opositores, que hoy se distribuyen
entre diferentes candidatos.
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