El gato de Schrödinger es la paradoja más popular de la cuántica. La
propuso el nobel austríaco Erwin Schrödinger en 1935. Es un experimento
mental que muestra lo desconcertante del mundo cuántico.
Tiene distintas
variantes, exponemos la más sencilla que nos servirá de ejemplo de las diversas interpretaciones del resultado de las PASO que circulan en este mismo momento en los mentideros de analistas y opinólogos argentos.
Imaginemos un gato dentro de una caja completamente opaca. En su
interior se instala un mecanismo que une un detector de electrones a un
martillo. Y, justo debajo del martillo, un frasco de cristal con una
dosis de veneno letal para el gato. Si el detector capta un electrón
activará el mecanismo, haciendo que el martillo caiga y rompa el frasco.
Se dispara un electrón. Por lógica, pueden suceder dos cosas. Puede que el detector capte el electrón y active el mecanismo. En ese caso, el martillo cae, rompe el frasco y el veneno se expande por el interior de la caja. El gato lo inhala y muere. Al abrir la caja, encontraremos al gato muerto. O puede que el electrón tome otro camino y el detector no lo capte, con lo que el mecanismo nunca se activará, el frasco no se romperá, y el gato seguirá vivo. En este caso, al abrir la caja el gato aparecerá sano y salvo.
Hasta aquí todo es lógico. Al finalizar el experimento veremos al gato vivo o muerto. Y hay un 50% de probabilidades de que suceda una cosa o la otra. Pero la cuántica desafía nuestro sentido común.
El electrón es al mismo tiempo onda y partícula. Para entenderlo, sale disparado como una bala, pero también, y al mismo tiempo, como una ola o como las ondas que se forman en un charco cuando tiramos una piedra. Es decir, toma distintos caminos a la vez. Y además no se excluyen sino que se superponen, como se superpondrían las ondas de agua en el charco. De modo que toma el camino del detector y, al mismo tiempo, el contrario.
Se dispara un electrón. Por lógica, pueden suceder dos cosas. Puede que el detector capte el electrón y active el mecanismo. En ese caso, el martillo cae, rompe el frasco y el veneno se expande por el interior de la caja. El gato lo inhala y muere. Al abrir la caja, encontraremos al gato muerto. O puede que el electrón tome otro camino y el detector no lo capte, con lo que el mecanismo nunca se activará, el frasco no se romperá, y el gato seguirá vivo. En este caso, al abrir la caja el gato aparecerá sano y salvo.
Hasta aquí todo es lógico. Al finalizar el experimento veremos al gato vivo o muerto. Y hay un 50% de probabilidades de que suceda una cosa o la otra. Pero la cuántica desafía nuestro sentido común.
El electrón es al mismo tiempo onda y partícula. Para entenderlo, sale disparado como una bala, pero también, y al mismo tiempo, como una ola o como las ondas que se forman en un charco cuando tiramos una piedra. Es decir, toma distintos caminos a la vez. Y además no se excluyen sino que se superponen, como se superpondrían las ondas de agua en el charco. De modo que toma el camino del detector y, al mismo tiempo, el contrario.
El electrón será
detectado y el gato morirá. Y, al mismo tiempo, no será detectado y el
gato seguirá vivo. A escala atómica, ambas probabilidades se cumplen. En
el mundo cuántico, el gato acaba vivo y muerto a la vez, y ambos
estados son igual de reales. Pero, al abrir la caja, nosotros sólo lo
vemos vivo o muerto.
¿Qué ha ocurrido? Si ambas posibilidades se cumplen y son reales,
¿por qué sólo vemos una? La explicación es que el experimento aplica las
leyes cuánticas, pero el gato no es un sistema cuántico. La cuántica
actúa a escala subatómica y sólo bajo determinadas condiciones. Sólo es
válida en partículas aisladas. Cualquier interacción con el entorno hace
que las leyes cuánticas dejen de aplicarse.
Muchas partículas juntas interactúan entre sí, por eso la cuántica no vale en el mundo de lo grande, como el gato. Tampoco cuando hay calor, pues el calor es el movimiento de los átomos interactuando. Y el gato es materia caliente. Pero lo más sorprendente es que incluso nosotros, al abrir la caja y observar el resultado del experimento, interactuamos y lo contaminamos.
Así es. Una curiosa característica de la cuántica es que el mero hecho de observar contamina el experimento y define una realidad frente a las demás. Einstein expresaba así su desconcierto: "¿quiere esto decir que la Luna no está ahí cuando nadie la mira?"
Conclusión: cuando el sistema cuántico se rompe, la realidad se define por una de las opciones. Sólo veremos al gato vivo o muerto, nunca ambas. Este proceso de tránsito de la realidad cuántica a nuestra realidad clásica se llama decoherencia, y es la responsable de que veamos el mundo tal y como lo conocemos. Es decir, una única realidad. Una sola lectura de las PASO . Decime cuál es la tuya?
Muchas partículas juntas interactúan entre sí, por eso la cuántica no vale en el mundo de lo grande, como el gato. Tampoco cuando hay calor, pues el calor es el movimiento de los átomos interactuando. Y el gato es materia caliente. Pero lo más sorprendente es que incluso nosotros, al abrir la caja y observar el resultado del experimento, interactuamos y lo contaminamos.
Así es. Una curiosa característica de la cuántica es que el mero hecho de observar contamina el experimento y define una realidad frente a las demás. Einstein expresaba así su desconcierto: "¿quiere esto decir que la Luna no está ahí cuando nadie la mira?"
Conclusión: cuando el sistema cuántico se rompe, la realidad se define por una de las opciones. Sólo veremos al gato vivo o muerto, nunca ambas. Este proceso de tránsito de la realidad cuántica a nuestra realidad clásica se llama decoherencia, y es la responsable de que veamos el mundo tal y como lo conocemos. Es decir, una única realidad. Una sola lectura de las PASO . Decime cuál es la tuya?
6 comentarios:
Brillante Artemio!
el otro día el jefe de los rescatistas decía que no encontraban los cuerpos pero que se sentía un olor...
Hoy cesaron la búsqueda
Casualidad, desde otro lado, también me referí al mismo fenómeno cuántico hace unas semanas en este post "http://desperdiciotemporal.blogspot.com/2013/07/sci-fi-massa.html"
Saludos
otro dicho: tus enemigos ven cosas tuyas que tu ni tus amigos ven...o sea que hay que escuchar a la contra. ..ven cosas nuestras que nos es imposible percibir
No está muerto quien pelea y gatos encerrados hay varios, pero no se dice mucho quienes son.
En Beraza se ganó muy bien, voto cuidado.
Los dip pba fueron mas , y?
En la mayoría de las radios (escucho las "aliadas") todo este año me rompieron los oídos con el finado sinatra, ¿hace falta? soy medio conspirativa, pero no me parece necesario, oportuno, nacional, culturalmente conducente hacia una industria cultural propia, y si no, porque grupos como soda estereo, redondos, sumo, florecieron en los 80?
El ejemplo es brillante
Ahora: Más allá , de que los fotones, se comportan como onda o partícula, según el observador : Me quedo con la posdata de una publicación tuya: “Hacen faltan mas peronistas y menos analistas”…..porque en esa frase, presiento que cuando te sacude lo impredecible … lo indeterminado , te cimentas en lo correcto: Un IDEAL
LOS IDEALES son como la fe (para los que son creyentes) Ejemplo: Las circunstancias de perder un hijo, hacen que solo muy pocos dejen de creer en Dios e induzcan a hacerlo (comportamiento onda) …porque la fe, es ese convencimiento de la visión correcta: El ser humano aísla la fe , del principio de indeterminación de Heisenberg : La fe NO tiene objeción. Viene de adentro y evita que se produzca lo que en la cuántica se llama la contrafactualidad “Lo que no se ha producido puede provocar los mismos efectos que si se hubiera producido”
Los seres humanos somos aun más extraños, somos capaces de bi, tri o más comportamientos: Que hubiera 11000000 de personas sin agua potable (por dar un ejemplo) y hoy accedan a ella un 66% , ES UN HECHO…. más allá del comportamiento impredecible de los observadores de la primera sección que en 1 mes se convencieron de no ver, la planta de tratamiento de AySA en Escobar.
Ese hecho….la suma de esos hechos ciertos, que llamamos ideales y que otros llaman fe, definen las elecciones que hacemos: Algunos reencuentran a Dios y otros reforzamos nuestros ideales con la apuesta a una vida digna
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