Leemos en Nestornautas:
Siguiendo con la línea de los aportes prácticos para la campaña comenzada acá; nos metemos ahora con otro tema muy común en las reuniones sociales, o en las conversaciones con amigos, parientes, vecinos, compañeros de trabajo: los aumentos a los jubilados.
Por supuesto que cualquiera quisiera que los jubilados ganen más, o que los aumentos fueran mayores, eso no se discute, la cuestión es como hacerlo posible.
Si no es muy fácil: en lugar del 82 % móvil (como hizo el "Grupo A") impulsamos el 100 % móvil para todos los jubilados, y ya está, solucionado.
Pero así como todos dicen que los aumentos a los jubilados son insuficientes (aunque desde que está la ley de movilidad le ganan a las paritarias, y a la inflación calculada por las "consultoras privadas"), muy pocos saben como se calculan.
Porque desde que se sancionó la Ley 26.417 de movilidad previsional, los jubilados nacionales tienen dos aumentos anuales, y se vienen pagando religiosamente, o sea que el sistema es sustentable.
Y se basa en una formulita, que es la que pueden ver en la imagen que encabeza el post.
Que cuando se discutió en el Congreso, hubo gente que votó en contra (ver el listado completo acá) porque decía que iba a dar aumentos miserables, de no más del 3 o 4 % por ciento por año: recordemos que este año será del 31,05 % anual.
Muchos también habrán oído decir que hay provincias (como Santa Fe, Córdoba y San Luis) que le hicieron juicio a la Nación reclamando que les devuelvan una parte de la coparticipación que les vienen descontando hace año, pero no lo asocian con los aumentos a los jubilados.
Volvamos a la formulita: se llega a los aumentos haciendo jugar una serie de elementos, a saber los recursos tributarios (impuestos) por beneficios (cantidad de jubilaciones y pensiones que se pagan) por semestre, la evolución de los salarios de los trabajadores registrados en la seguridad social en el mismo período, y los recursos totales (sumando los que vienen de impuestos, más los aportes personales de los trabajadores y la contribución patronal) que ingresan a la ANSES.
Por eso el sistema ha sido sustentable: porque tiene en cuenta la cantidad de beneficiarios, la evolución de los salarios de los trabajadores en actividad y -por sobre todo- los recursos efectivos con los que cuenta la ANSES para hacer frente al pago de los aumentos.
Entre los que se cuenta (y en un rango muy importante, vean los circulitos rojos en la imagen: marcan que aparecen dos veces en la formulita) la parte de la recaudación de impuestos nacionales que se destina a financiar la seguridad social.
Que es el 15 % de la masa coparticipable total; compuesta por la parte que le corresponde a la Nación (6,499 % de ese 15 % total), más la que les toca al conjunto de las provincias (el 8,501 % restante), cosa que nunca se dice; de lo que se extrae una conclusión muy sencilla: si los reclamos de Santa Fe y otras provincias prosperaran, todas las demás harían lo mismo, y la ANSES dejaría de contar con esos recursos.
Lo que implicaría que entonces la formulita (que hasta acá ha venido funcionando eficazmente) tiraría para abajo, y los aumentos serían menores.
A menos que se buscara una fuente alternativa de financiamiento del sistema previsional, que reemplace a esos recursos que se irían del mismo: por ejemplo (como propone acá Artemio López) reimplantar los niveles de contribuciones patronales que estaban vigentes antes de la llegada de Cavallo durante el gobierno de Menem...
Por supuesto que cualquiera quisiera que los jubilados ganen más, o que los aumentos fueran mayores, eso no se discute, la cuestión es como hacerlo posible.
Si no es muy fácil: en lugar del 82 % móvil (como hizo el "Grupo A") impulsamos el 100 % móvil para todos los jubilados, y ya está, solucionado.
Pero así como todos dicen que los aumentos a los jubilados son insuficientes (aunque desde que está la ley de movilidad le ganan a las paritarias, y a la inflación calculada por las "consultoras privadas"), muy pocos saben como se calculan.
Porque desde que se sancionó la Ley 26.417 de movilidad previsional, los jubilados nacionales tienen dos aumentos anuales, y se vienen pagando religiosamente, o sea que el sistema es sustentable.
Y se basa en una formulita, que es la que pueden ver en la imagen que encabeza el post.
Que cuando se discutió en el Congreso, hubo gente que votó en contra (ver el listado completo acá) porque decía que iba a dar aumentos miserables, de no más del 3 o 4 % por ciento por año: recordemos que este año será del 31,05 % anual.
Muchos también habrán oído decir que hay provincias (como Santa Fe, Córdoba y San Luis) que le hicieron juicio a la Nación reclamando que les devuelvan una parte de la coparticipación que les vienen descontando hace año, pero no lo asocian con los aumentos a los jubilados.
Volvamos a la formulita: se llega a los aumentos haciendo jugar una serie de elementos, a saber los recursos tributarios (impuestos) por beneficios (cantidad de jubilaciones y pensiones que se pagan) por semestre, la evolución de los salarios de los trabajadores registrados en la seguridad social en el mismo período, y los recursos totales (sumando los que vienen de impuestos, más los aportes personales de los trabajadores y la contribución patronal) que ingresan a la ANSES.
Por eso el sistema ha sido sustentable: porque tiene en cuenta la cantidad de beneficiarios, la evolución de los salarios de los trabajadores en actividad y -por sobre todo- los recursos efectivos con los que cuenta la ANSES para hacer frente al pago de los aumentos.
Entre los que se cuenta (y en un rango muy importante, vean los circulitos rojos en la imagen: marcan que aparecen dos veces en la formulita) la parte de la recaudación de impuestos nacionales que se destina a financiar la seguridad social.
Que es el 15 % de la masa coparticipable total; compuesta por la parte que le corresponde a la Nación (6,499 % de ese 15 % total), más la que les toca al conjunto de las provincias (el 8,501 % restante), cosa que nunca se dice; de lo que se extrae una conclusión muy sencilla: si los reclamos de Santa Fe y otras provincias prosperaran, todas las demás harían lo mismo, y la ANSES dejaría de contar con esos recursos.
Lo que implicaría que entonces la formulita (que hasta acá ha venido funcionando eficazmente) tiraría para abajo, y los aumentos serían menores.
A menos que se buscara una fuente alternativa de financiamiento del sistema previsional, que reemplace a esos recursos que se irían del mismo: por ejemplo (como propone acá Artemio López) reimplantar los niveles de contribuciones patronales que estaban vigentes antes de la llegada de Cavallo durante el gobierno de Menem...
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