6/02/2013

los usos de la pobreza - más sobre el oso, observatorio social de la opo -


FUENTE: TELAM

Leemos al Perro:

Quita y pon
El alocado serrucho de la pobreza que tala la credibilidad de la Universidad Católica.

Fuente: Artemio López (Télam)

Otra forma de dimensionar las magnitudes es el cotejo de estos hipotéticos 32 millones que la Iglesia aportaría, con los 31 millones que recibió de la Secretaría de Culto en 2012 en concepto de remuneraciones a 107 obispos y administradores apostólicos y/o diocesanos, a 481 párrocos de frontera y a 1143 seminaristas, un gasto improductivo que se origina en decretos de gobiernos de facto. Es decir, que toman tanto como colectan. La Iglesia no podría hacer mejor aporte a la reducción de la pobreza que costear sus propios gastos, según el plan de renuncia al aporte estatal elaborado hace 18 años por el Episcopado y nunca puesto en práctica. Pero además, aquella suma palidece ante los fondos remitidos a los colegios confesionales, por fuera de la obligación constitucional de sostener el culto.

En 2010, la Nación, las provincias y la ciudad de Buenos Aires aportaron a unos 3500 establecimientos educacionales católicos 4200 millones de pesos. Actualizando esos montos las transferencias para la educación católica rondarían este año entre 5100 y 6300 millones, según se aplique el Indice de Precios al Consumidor del INDEC o el IPC/9 provincias. La Iglesia ha logrado que el presupuesto no discrimine como rubro específico la enseñanza confesional, con el argumento de que se trata de educación pública de gestión privada, lo cual hace engorrosa la reconstrucción. Parte de esos fondos contribuye a morigerar la pobreza en forma indirecta, subsidiando el servicio educativo. 

Pero otra parte se desvía hacia el financiamiento del presupuesto eclesiástico, como en 1955 denunció el presidente Juan Perón y en 1964 el gobernador radical de Córdoba Justo Páez Molina. El miércoles, el papa Francisco almorzó en Roma con dos de los hombres que diseñaron el sistema de succión de recursos públicos para la enseñanza privada: el macrista Luis Liberman, que actuó desde el Estado, como subsecretario de Educación de la Ciudad, y José María del Corral, como presidente del Consejo General de Educación del Arzobispado de Buenos Aires. La afirmación de Radrizzani de que “es mucho lo que se viene haciendo, pero es mucho todavía lo que falta” es una abstracción atemporal.

Todo es poco, cuando se trata de “personas, hombres y mujeres, ancianos, jóvenes y niños” que no constituyen “sólo un problema económico o estadístico sino primariamente un problema moral”, como reza una de las citas de Bergoglio leídas el 25 de mayo. Esto implica desconocer el proceso más profundo de reducción de la pobreza y de la indigencia que haya tenido lugar en tan poco tiempo en la Argentina y en cualquier otro país de la región, mediante la transferencia directa de ingresos, de los sectores más poderosos a los más desvalidos de la sociedad y además con un sistema de pago objetivado en la tarjeta bancaria que reduce al mínimo la explotación clientelística de lo que no constituye una dádiva sino un derecho.

Este grado de transparencia, que contrasta con el opaco manejo de Caritas, ha permitido reducir la brecha entre el 10 por ciento de mayores y de menores ingresos, de 35 veces cuando asumió Néstor Kirchner a 11 veces cuando empiece a cobrarse la última actualización de la AUH, según el cálculo del sociólogo Artemio López. El tema tiene estricta actualidad, dadas las insistentes menciones del papa Francisco a la pobreza y el trascendido de que constituiría el eje de su primera encíclica.

Un milagro

La referencia de Bergoglio-Radrizzani a quién cuenta el número de pobres y excluidos alude al debate por el Observatorio de la Deuda Social de la Pontificia Universidad Católica Argentina, cuyo Gran Canciller era en aquel momento el propio Bergoglio. Desde esa posición azuzó al gobierno con el aguijón del Observatorio, con la coincidencia tomista de razón y fe.

El mismo López se refirió así a esas mediciones:

“La utilización del discurso opositor bajo el formato estadístico es otro fetichismo corriente en estos días donde no existe oposición político-partidaria sólida y capaz de argumentar. Es la Iglesia la que divulga cifras referidas a la pobreza generadas en la universidad privada UCA, aprovechando el imaginario tradicional que supone a la institución católica “comprometida con los que menos tienen”. Nada más arbitrario y contradictorio con la historia reciente de la cúpula eclesial, protagonista de cuanto proyecto conservador y excluyente existió en el país.

Para esta “consultora opositora”, en noviembre de 2011 existía “un 34,9 por ciento de pobres en la región metropolitana. Esto es un nivel similar de pobreza que el de 2004, más precisamente la existente en el segundo semestre de aquel año, cuando la pobreza, según el impoluto Indec de entonces, ascendía a 37,7 por ciento en el Gran Buenos Aires. En ese momento concurrían tres factores que, analizados en conjunto, desbaratan de raíz el cálculo falaz del Observatorio de la Deuda Social:

1 La desocupación, que hoy es de 7,3 por ciento en el GBA, ascendía en 2004 al 15,3 por ciento.

2 El trabajo informal, que hoy asciende al 34,5 por ciento, en 2004 llegaba al 47,7.

3 Hoy existe la Asignación Universal por Hijo, que transfiere el equivalente a 750 pesos por hogar beneficiario, de alto impacto en el universo de ciudadanos bajo la línea de pobreza, cuando en 2004 simplemente no existía.

Recapitulando, según Caritas tendríamos a fines del año 2011 los mismos niveles de pobreza que en el segundo semestre de 2004, cuando se observaba el doble de desempleo abierto, un 30 por ciento más de trabajo informal que en la actualidad y aún no existía la Asignación Universal por Hijo. Un disparate por donde se lo mire”.

A mediados de 2012, el mismo Observatorio adujo que casi el 22 por ciento de la población vivía aún bajo la línea de pobreza, con un núcleo duro de indigencia del 5,4 por ciento. López desmenuzó en términos lapidarios esas nuevas cifras de aquel Observatorio: “No existe ningún ejemplo planetario de reducción tan drástica de la pobreza en tan corto lapso como el que señalan los informes de la UCA: ¡de 34,9 a 22 por ciento de la población en un semestre! Trece puntos de pobreza menos en seis meses. El Observatorio de la UCA pretende decirnos que abandonaron la pobreza en 180 días el equivalente a 5,2 millones de personas. A razón de 860.000 pobres menos por mes, 28.600 por día, 1192 por hora, casi 20 por minuto. Record Mundial, Medalla de Oro Olímpico en desempobrecimiento, si fuera cierto, claro. 


POBREZA: EL SERRUCHO DEL OSO


En fin, que ahora, en materia de baja de la pobreza, el Indec no está solo. El Observatorio de la Deuda Social de la UCA, o sea lo más cercano a Dios en materia de medición de pobreza, lo acompaña”. El último día de marzo de este año Clarín tituló su tapa con un nuevo relevamiento de la Universidad Católica, en el que decía que a fines de 2012, es decir en otro semestre, la pobreza había vuelto a crecer cinco puntos, hasta llegar al 26,9 por ciento de la población. 

López acompañó este análisis con un gráfico (ver arriba) en el que las estimaciones del Observatorio episcopal aparecen como un alocado serrucho, con el que tala su propia credibilidad...

Completo acá

1 comentario:

alejandro dijo...

El solo hecho de llamarse "católica" debería ser suficiente para talas su credibilidad