La estructura fragmentada de la oposición, lejos de ceder se profundiza. Los llamados a la "unidad" que se realizan desde las editoriales de los medios opositores , no logran más que episodios aislados, cuyo resultado final no mejora la posición de sus integrantes en 2011.
Tal el caso de Pato Bullrich que no para de mandar solicitadas para desfinaciar al estado algunas y en pos de la tan ansiada unidad otras, solicitadas que nadie lee y alguien pagará, y peor aún el de la alianza Pino-Lilita en capital donde al calor de PPT se unificaron las huestes de tan diversos espacios sin prevalencia de ninguno de ellos, por lo que , moneda mala mata a la buena, es esperable un comportamiento muy pobre.
Más precisamente, algo mejor que en octubre de 2011 para Carrió respecto al 4% de Capital y 1,8% nacional, bastante peor para Solanas respecto a aquella elección y los resultados que el y su grupo hubiera tenido en solitario, resultado que tampoco era para alquilar balcones, desde ya.
Más precisamente, algo mejor que en octubre de 2011 para Carrió respecto al 4% de Capital y 1,8% nacional, bastante peor para Solanas respecto a aquella elección y los resultados que el y su grupo hubiera tenido en solitario, resultado que tampoco era para alquilar balcones, desde ya.
El único que moja el pancito en este menjunje es el pelado Tumini que sea cual fuera el resultado de la alianceta, - pastiche que con otros actores ensaya también en tierras del Malbec - mejora su posición respecto a octubre de 2011 y en realción a los últimos cuarenta años también, cuando a mediados de los setenta en un congreso del PRT-ERP , muy serio le espetará a Roberto Santucho en la jeta: Roby, los pueblos originarios no nos están apoyando como me prometiste, yo me abro.
En fin que para una pincelada de la opo, Julio Burdman, quién sino?
En términos de proyección política, las elecciones legislativas de
este año van a responder dos preguntas clave: cuán fuerte está el
oficialismo (y cómo se posiciona su interna), y quién liderará la
oposición. Sin dudas, lo más relevante pasa por la primera variable, que
incluye a la tensión entre kirchnerismo duro y neokirchnerismo
moderado. Sin embargo, hay no pocas incertidumbres en la segunda.
Probablemente, uno de los cuatro fragmentos opositores (UCR, PRO, FAP
y PJ antiK) salga fortalecido de la elección. Eso va a depender de cómo
salgan en los distritos. Por el momento, ninguno de ellos se proyecta
como líder; siguen, los cuatro, empantanados en el empate.
El PRO no tiene grandes perspectivas. La reciente alianza entre la
Pino, Carrió, la UCR y los socialistas tiene un techo, pero puede llegar
a complicar el primer lugar en la Ciudad que el macrismo creía
asegurado. En 2009 ya se enfrentaron Michetti y Solanas, y la diputada
macrista le ganó por solo 6 puntos; en esta oportunidad, detrás de
Solanas habrá una coalición mucho más importante. ¿Alcanzará? En Santa
Fe, algunas encuestas muestran que Del Sel estaría perdiendo posiciones.
Y fuera de esos dos distritos, el PRO tiene poco para pelear.
El PJ antiK está a la expectativa de lo que suceda con los
kirchneristas moderados. En la provincia de Buenos Aires, los escenarios
de De Narváez y sus aliados dependen de lo que hagan o dejen de hacer
Sergio Massa y Daniel Scioli. Y el FAP, sin crecimiento en el territorio
bonaerense, disgregado en la Ciudad y en retroceso en Córdoba, se
concentra en mantener posiciones en Santa Fe.
En este panorama, la UCR puede llegar a ser una de las fuerzas con
potencial de crecimiento. Las encuestas le auguran un buen resultado en
Córdoba y Mendoza, y participa de la nueva alianza en la Ciudad. Si
logra desempeños dignos en esos tres distritos, el radicalismo será una
de las fuerzas opositoras mejor posicionadas hacia el 2015.
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