6/19/2013

a cuatro años de la gran batalla bonaerense





Por: Eduardo Di Cola*

En las elecciones de hace cuatro años la oposición obtuvo un resultado razonable. Si bien los porcentajes nacionales favorecieron al oficialismo, lo cierto es que aunque ajustado, obtuvo un importante triunfo en la provincia de Buenos Aires.

En aquella oportunidad lograron ingresar como Diputados Nacionales un número mayor al de las elecciones anteriores.

Esta circunstancia lejos de colocarlos en una posición de fortaleza institucional los condujo a otro fracaso. Como ejemplo basta recordar que por primera vez del advenimiento democrático nos dejaron sin presupuesto por un año.

Los dirigentes opositores no imaginaron al resultado logrado en el año 2009 en el distrito electoral más importante del país en términos de cimientos para una construcción colectiva futura.

Hoy se encuentran con que desde lo más exacerbado del individualismo todos quieren la reelección. Todos se consideran indispensables. La “República no se realizará” si no están sentados en la banca. 

Como el que pierde en las PASO queda eliminado de la posibilidad de competir en las elecciones generales, deciden no correr riesgos y las internas como principio ordenador y de saludable competencia son descartadas de plano.

Los principales dirigentes bonaerenses de la oposición han caído en una lógica perversa. 

Ser muchos les genera serias complicaciones en su afán de continuar como Diputados. 

Tienen que provocar tantas divisiones como les resulte necesario para poder encabezar las listas, o en su defecto armar efímeras alianzas sin ningún tipo de afinidad política ni personal. 

Como ejemplo cabe recordar que del total de los 257 Diputados Nacionales, el 45% está integrado al bloque oficialista, en tanto el 55% restante –no oficialista/opositor- está dividido en 34 bloques.

En definitiva, en esa lógica perversa no hay dudas que lo mejor para ellos es ser pocos, poquitos. Mientras menos sean más sencillo les resultará el reparto de los escasos lugares que la democracia representativa les brinda.

Para la oposición los proyectos colectivos no existen. De los otros, los individuales, los que implican trepar sin importar a quien se pisa para desgracia del país los tienen de sobra.

Las actitudes egocentristas son suficientes para dar cuenta de su incapacidad para afrontar hacia el futuro un proyecto de gobierno sustentable y explica hacia el pasado el contundente fracaso de la Alianza.

*Ex Diputado Nacional

3 comentarios:

soyruben dijo...

Según tus números cómo viene Massa compitiendo por fuera del Frente para la Victoria? Lo que se está tirando (que levanta más del 30% del electorado bonaerense)tiene algún anclaje en lo real? Tirame la posta Artemio!

juan carlos paulina dijo...

quedate tranquilo soyruben me parece que massa no va, las encuestas verdaderas (y artemio sabe algo pero calla) deben ser de terror, para ellos ... llega un momento que se termina la sarasa ....

soyruben dijo...

Sí va. Esta noche o mañana hace pública su candidatura encabezando la lista de su partido en alianza con alguna gente del PRO. Entre tanta operación quería más o menos conocer su potencial.