Apenas una
semana después de la renuncia de María Eugenia Bielsa a su banca en la
Legislatura provincial ´-que sacudió la modorra de la política
provincial-, el narcoescándalo volvió a los primeros planos: el ex jefe
de policía Tognoli volvió a quedar detenido en la causa en la que se le
imputa connivencia con las bandas del narcotráfico.
Cuando el
socialismo tomaba aire por la desmentida de la justicia federal sobre la
existencia de causas que involucraran a Marcos Escajadillo, la
detención de Tognoli vuelve a poner en el ojo de la tormenta las
consecuencias del desmanejo de la fuerza policial durante todo el
gobierno de Binner, prolongado en lo que va de la gestión de Bonfatti.
Y para Tognoli,
los problemas judiciales vinculados con el narcotráfico podrían
continuar, en la medida en que su situación también podría complicarse
en la causa que investiga el intento de extorsión contra Norma Castaño
(referente social de la lucha contra el flagelo de la droga en Santa
Fe); causa en la que ya hay un ex alto jefe policial procesado.
La detención de
Tognoli (que será sin dudas un tema dominante de la naciente campaña
electoral) encuentra al gobierno provincial cerrando (con la
convocatoria de "100 % Santafesino") la ronda de consulta con los
partidos políticos sobre el cronograma electoral de éste año; e
intentando reencauzar la negociación en paritarias con los gremios
estatales.
En la ronda de
consultas con el gobierno, los partidos opositores pidieron precisiones
respecto al reparto de los espacios de publicidad gratuita en los medios
audiovisuales, conforme la ley sancionada por la Legislatura y
reglamentada hace poco por Bonfatti: una garantía institucional de que
todos puedan competir en igualdad de condiciones pero que -en la
provincia donde todo el mundo ensalza las bondades de la boleta única-
no es ni más ni menos que una réplica exacta de lo establecido por el
gobierno de Cristina, en la reforma electoral del 2009; cuando a su vez
replicó en el orden nacional el sistema de las PASO vigente en Santa Fe
desde los tiempos de Obeid.
En relación al
cronograma electoral, parece existir consenso entre las diferentes
fuerzas políticas (incluyendo al PJ) en unificar las elecciones
provinciales (en realidad, para cargos municipales y comunales) con las
nacionales; e incluso el presidente del PJ Freyre (en una declaración
que demuestra las diferencias internas que existen en el peronismo
santafesino) alabó el sistema de boleta única; que otros referentes como
Agustín Rossi han criticado duramente.
Sistema que no
existe la certeza de que pueda ser utilizado, justamente si las
elecciones se unifican: en todo caso, dependerá de las definiciones de
la Dirección Nacional Electoral sobre la mecánica de la elección
nacional; y lo que dicen las normas aplicables, cuando se unifican los
comicios.
La estrategia
de unificar las elecciones, originariamente planteada por el socialismo
para garantizar la tracción de Binner candidato a diputado, para sus
candidatos locales, podría resultar también adecuada para un peronismo
atomizado; que necesita que sus referentes locales, a lo largo y a lo
ancho de la provincia, pongan el mismo empeño en pelear los votos
municipales o comunales, que los de la lista de diputados nacionales;
que con toda certeza surgirá de un acuerdo de unidad, y sin dudas, será
definida por Cristina.
En ese contexto hay que leer la
ayuda financiera nacional que está empezando a llegar a municipios y
comunas de Santa Fe gobernadas por el FPV/PJ, que sufren a su vez la
discriminación del gobierno provincial; con el protagonismo decisivo del ministerio que conduce Julio De Vido.
Y también en
ese contexto hay que leer la soledad en la que quedó (dentro del
peronismo provincial) María Eugenia Bielsa luego de su renuncia:
subsiste el interrogante de hasta que punto sus argumentos (no ya la
decisión de dejar la banca, que en definitivas es estrictamente
personal) contaron con el aval de Cristina; interesada en una estrategia
que potencie las chances electorales del peronismo en Santa Fe, siempre
con la óptica de fortalecer la representación en el Congreso nacional.
Estrategia que
(quizás a contramano del acto solitario de Bielsa) incluyó el
levantamiento de la "bolilla negra" a Jorge Obeid, recibido en la
Rosada, y con posibilidades de integrar la lista de diputados
nacionales: ¿el premio a su encuadramiento en el Congreso con el
gobierno nacional, aportando desde el año pasado la presencia y el voto
en Diputados de Juan Carlos Forconi, "su" diputado?
En ese sentido,
si bien la diputada renunciante fue la dirigente individualmente más
votada (un capital que no se puede dejar de lado fácilmente), también
demostró sus dificultades para acordar con otros sectores del peronismo,
integrándose en una estrategia de conjunto: sus declaradas aspiraciones
a gobernar la provincia en el 2015 suenan -hoy por hoy- más como una
expresión de deseos personales, que una posibilidad concreta.
Para entonces
falta mucho (una vida se diría) y de por medio están las elecciones de
éste año, un ensayo general en el que todas las estrategias electorales
(entre ellas, un nuevo acuerdo de unidad del peronismo santafesino)
demostrarán si son o no eficaces, de cara a ese lejano 2015. Y en el
caso del peronismo justamente, si María Eugenia Bielsa va o no en camino
de convertirse en lo que por años fue Reutemann: el dirigente que juega
con sus propias reglas de juego, porque se sabe poseedor de los votos;
cuestión ésta que en política -claro está- nunca es definitiva.
Pero hablando
de acuerdos, la denuncia de Bielsa sobre pactos poco claros de sectores
del PJ con el socialismo para canalizar proyectos del Poder Ejecutivo en
la Legislatura, dio en un nervio sensible (si bien omitió la actitud de
los senadores peronistas, centrándose en la crítica en los diputados); y
en breve se sabrá si exageró o no: está pendiente la discusión del
Presupuesto provincial 2013 en Diputados, parado en la comisión que
preside una legisladora que responde al líder de "100 % Santafesino",
Oscar "Cachi" Martínez.
Allí se le han
formulado serias objeciones al mensaje original del Poder Ejecutivo, al
que los senadores introdujeron leves modificaciones (una de ellas,
precisamente, para convalidar los acuerdos alcanzados con el Ejecutivo en lo que denominamos la "Fapnelco",
para éste año): los cuestionamientos apuntaron al nivel real de
ejecución de la obra pública planteada, la deuda flotante de la
provincia con proveedores y contratistas, y la financiación de los
aumentos salariales ofrecidos a los gremios estatales.
Si el
Presupuesto se aprobara sin que medien correcciones del proyecto
sancionado por el Senado, o explicaciones convincentes sobre esas
cuestiones importantes, la denuncia de Bielsa se vería reforzada en su
credibilidad.
Máxime cuando
-hablando de ofrecimientos salariales-, la segunda ronda de las
paritarias con los gremios estatales se desarrolla en el marco de una denuncia hecha por Jorge Hoffman (secretario general de ATE) sobre el ocultamiento de información oficial
respecto a las cuentas provinciales; justo cuando se conoció que la
coparticipación federal tuvo en febrero un aumento interanual del 40 %, y
acumula un repunte del 32 % en el primer bimestre, y ya están
ingresando a las arcas del gobierno de Bonfatti los mayores recursos
provenientes de la reforma tributaria aprobada el año pasado. El hecho
de que el gobierno mejorara las ofertas iniciales (que calificó como
"definitivas") habla a las claras de que había resto para destinar a
salarios...
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