2/21/2013

escoba-dlof: otro "progre" que se nos cae , y van...



Leemos a Hugo Pressman

El camino de Santiago

A Santiago Kovadloff no le hizo ruido que la bienvenida a su ingreso a la Academia de Ciencias Morales y Políticas se la realizara un miembro de la misma, el directivo de La Nación Claudio Escribano, el mismo que desde el periodismo “independiente” y profesional le diera al incipiente gobierno de Néstor Kirchner, el 5 de mayo del 2003, cuando aún no había asumido, un ultimátum de cinco puntos para que lo cumpla bajo la advertencia que si no lo hiciera, la Argentina se habría dado gobierno por apenas un año.

En La Nación del 10 de junio del 2011, bajo el título “Kovadloff, el intelectual, el hombre”, Escribano escribió: “Acogemos al intelectual que ha fulminado, sin perder la calma habitual, al lugar común. Le ha imputado la perfidia de humillarlo y humillarnos. Deja al costado las muletillas y las muletas aparatosas de la lengua porque su laboriosidad contrasta con la displicencia de la pereza y porque procura, con proscripción de rutinas y convenciones que nada de bueno aportan, reflexionar en grado máximo de libertad mientras al escribir, crea. La escritura es para Kovadloff un acto de maduración, muchas veces en el saber conjetural que se vive en estado de prueba y revisión continua.

Ante la página en blanco, el desafío depende así menos de la confianza que pueda depositarse en las habilidades fehacientes para el arte, que de la responsabilidad y dedicación con que se gestará cada una de las obras. Ha sido consecuente con la etimología del nombre y apellido que, por llevar, honra: Santiago, que es Jacob, y por lo tanto puente en la cultura compartida por judíos y cristianos; Kovadloff, derivado del ruso kovad , esto es, el herrero que fragua, diseña, engendra…….. El autor de Sentido y riesgo de la vida cotidiana , El silencio primordial , La nueva ignorancia y Los apremios del día , entre otros celebrados ensayos traducidos a varios idiomas, nos ha advertido que desde su visión introspectiva no se escribe "para decir algo que se sabe de antemano, sino para llegar a saber qué se quiere decir y para verificar hasta dónde ese querer se encarna efectivamente en lo que se dice"

Ha triunfado en el equilibrio en que debe debatirse el solipsismo del pensador reconcentrado con la premura comunicativa del ser sociable y ha estado a salvo de la perplejidad en que sucumbe, según se reconviene en ciencia, el profesional que, al no saber lo que busca, no comprende lo que encuentra…. Sorprende la versatilidad de quien en 1975, en tiempos de convulsiones, violencia y persecución, renunció a la docencia en la Universidad de Buenos Aires para abrir talleres privados de Filosofía del Arte y Sociología de la Literatura. Se proclamó, así, con alguna ironía, un portavoz de la cultura de catacumbas. En esa condición, Kovadloff prolonga todavía parte de su actividad cotidiana.

Ella sube de exposición, como es notorio, en la prédica periodística en La Nación y en la tribuna del conferencista que analiza las cuestiones de actualidad. Lo hace con el ánimo de que, quien calla, muere……. Doy en nombre de mis pares la bienvenida a quien ha predicado que "la contemporaneidad se logra cuando la identidad nacional reconoce los caminos que debe recorrer para que su proyecto de vida deje de ser puramente ideal." Doy la bienvenida al escritor de cuentos para niños y al trovador que, con Marcelo Moguilevsky y César Lerner, ha difundido a Borges en la noche de Buenos Aires

Doy la bienvenida al idealista que se ha hecho cargo del desasosiego de Pessoa por los abusos del sentido común, no porque quiera "invalidar las propuestas de la razón", sino porque "quiere evitar que encallen en el suelo pantanoso de la rutina" y porque la fe, ha proclamado con Pascal, dice lo que los sentidos no dicen, pero no dice lo contrario….. Doy en nombre de mis pares la bienvenida a quien ha predicado que "la contemporaneidad se logra cuando la identidad nacional reconoce los caminos que debe recorrer para que su proyecto de vida deje de ser puramente ideal." Doy la bienvenida al escritor de cuentos para niños y al trovador que, con Marcelo Moguilevsky y César Lerner, ha difundido a Borges en la noche de Buenos Aires.”

La Masonería Argentína premio a Escoba con la Medalla de Oro
Entre bueyes no hay cornadas que es lo que se pretende demostrar. Pero Santiago Kovadloff es lo suficientemente inteligente para saber que el diario en que es columnista, cosa que podría evitar para ser mínimamente coherente con el discurso de la calle Montevideo, es el diario más militante desde su fundación el 4 de enero de 1870 por Bartolomé Mitre (el que redujo la población paraguaya a un tercio, en uno de los genocidios del siglo XIX; el que arrasó a los caudillos populares norteños, con sus coroneles Arredondo, Sandes, Paunero, Irrazabal, adelantándose a los Astiz, Acosta, Astic, Donda Tigel, Rádice, Rolón; el que destruyó los embriones de una industria nacional y que como dijera Homero Manzi “fue el único de los héroes de la historia oficial que dejó un guardaespaldas”.Ese diario fue feroz opositor de todos los gobiernos populares, propulsor de todos los golpes de estado, encubridor del terrorismo de estado que sembró de campos de concentración en todo el territorio nacional. Desde esa Tribuna de Doctrina, Kovadloff predica el republicanismo, la división de poderes, los comportamientos éticos, el discurso moralista, la democracia, la supremacía de la ética.
Su discurso de la calle Montevideo da vía libre a la bronca, archiva al licenciado en filosofía, tiene certezas a las que no la atraviesa la menor posibilidad de duda, con un fundamentalismo cuasi religioso que mata el menor vestigio de Kant y Descartes. Contradictoriamente para un hombre a quien el pueblo le pagó su educación pública, cierra su mente olvidando que la misma actúa como los paracaídas, que sólo sirven cuando se abren.

Santiago ha recorrido un largo camino, el camino de Santiago. Del progresismo a la trinchera sanguinolenta de La Nación. En ese sendero está acompañado por otros intelectuales, que como escribió Juan José Sebreli, cuando aún era una promesa, antes de recorrer el mismo camino que Santiago, “que siempre habrá quien no pudiendo cambiar la sociedad de clases, decide cambiarse de clase.” Ese es el Santiago que pronunció el discurso de la calle Montevideo, muy lejos de aquél promisorio joven que posiblemente no reconocería al Kovadloff de hoy.

3 comentarios:

Unknown dijo...

brillante analisis de hugo pressman sobre la mutacion increible de algunos "prometedores",transformados en predicadores del ODIO.

Nando Bonatto dijo...

Gue, este tenia como 15 años volcado, pero a esta altura de la soiree, la pertenencia a la progresia hay que borrarla del Curriculum Vitae.
Entre la Viau, Levinas,Sarlo y demas, si se trata de tomar un vino me lo tomo con alguien que venga de la derecha...
Si al fin y al cabo cuando el Che eligio periodistas argentinos para Prensa Latina lo hizo con tipos que venian de la Alianza Libertadora Nacionalista como Masseti, el Pajarito Garcia Lupo y el propio Walhs,aunque este ultimo era nacionalista onda Lonardi
Sus razones para desconfiar de los progres las tendria el comandante jejeje

Artemio López dijo...

joijoijo!!!