Leemos en Analytica una análisis interesante sobre la coyuntura socioeconómica y la estructura asimétrica de restricciones que supone la desaceleración en el ritmo de crecimiento económico de la etapa :
Desde octubre de 2011 el gobierno está dando señales claras de que
los tiempos de abundancia han terminado. La economía no crece con fuerza
y los recursos del estado nacional están sintiendo el impacto de la
desaceleración. El déficit fiscal de este año ha sido financiado con el
BCRA pero sin caer en un festival de emisión. La heterodoxia también
tiene sus límites.
En este escenario, el gobierno eligió proteger a los sectores de
ingresos medios y bajos en detrimento de los altos.
Veamos: los aumentos
de la Asignación Universal por Hijo (AUH), del salario mínimo vital y
móvil y de las jubilaciones y pensiones no tuvieron su correlato en una
suba del mínimo no imponible en ganancias. En igual sentido está
operando el esfuerzo oficial que permitió moderar las subas de salarios
en las negociaciones paritarias, en un contexto en el que la inflación
sigue elevada y con una leve tendencia ascendente.
Para medir el impacto selectivo de estas políticas, Analytica está
realizando estudios en profundidad que articulan distintas fuentes de
información pública y privada. Los resultados son contundentes. En 2011
los ingresos de todos los segmentos socioeconómicos crecieron con fuerza
superando ampliamente a la inflación. En otros términos, la mejora del
poder adquisitivo de las familias fue significativa y transversal. En el
segundo trimestre de 2011 el incremento del poder de compra fue de 4,2%
para los segmentos Alto y Medio-Alto (ABC1), de +8% para los segmentos
Medios (C2 y C3) y de +11,2% para los Bajos (D1, D2 y E). No casualmente
el mayor apoyo al oficialismo proviene de estos últimos estratos.
La realidad de 2012 es distinta. Sólo los segmentos de ingresos
medios y bajos mejoran su poder adquisitivo. En los niveles
socioeconómicos más elevados el poder adquisitivo bajó: -5% en los ABC1 y
-2% en los C2 (datos al segundo trimestre). En cambio, para los niveles
más bajos los ingresos reales siguen subiendo, aunque a un ritmo
bastante inferior a los del año pasado. En el caso de C3 aumentan 7,2% y
para los segmentos bajos (D1,D2 y D3), 4,8%.
En cuanto a hogares, aproximadamente uno de cada cuatro sufre una
caída en su poder de compra (segmentos ABC1 y C2) mientras que los
restantes muestran mejoras (C2, D1, D2 y E).
Precisamente en estos segmentos es donde es más activo el rol de la
política de ingresos que despliega el gobierno nacional. En las familias
de nivel socioeconómico bajo, 26% del ingreso se explica por
jubilaciones y pensiones y asistencia social, mientras que en los
niveles medios se reduce a la mitad.
En los segmentos altos, la
incidencia es marginal (7%).
3 comentarios:
Artemio
¿No habría que agregar los subsidios a los servicios (electricidad, gas...etc) que también perciben los ABC1?
Un abrazo,
r.
si, claro eso atenua las asimetrias pero no las elimina.
salu2!
Artemio, sin acceso a los datos finos de la recaudacion hay algo que me llama la atencion
Los items mas significativos son
IVA y Ganancias
Los derechos de exportación no se incrementaron (la crisis por un lado y los agros no estan vendiendo)
El IVA aportado por todos incide proporcionalmente mucho mas en los sectores pobres que en las capas superiores.
¿ me equivoco?
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