Los argumentos de los sabios neoliberales argentos para que se pague a los buitres , son crecientemente entretenidos.
Por caso para Federico Sturzeneeger, ahora toda deuda soberana se contrae para ser facilmente reestructurada , de un periquete . Leemos?
Una reflexión final sobre uno de los argumentos que presenta el Gobierno para resistir el fallo: que de hacerlo quedaría comprometido todo el sistema financiero internacional, ya que las restructuraciones futuras serían más dificultosas (si es factible conseguir un fallo como éste, ¿quién aceptaría una quita?). Pero, además de que no se vio efecto alguno en las cotizaciones de deuda de países emergentes como resultado del fallo, este argumento implica un desconocimiento de los cambios que se han producido en los últimos años en las emisiones de deudas soberanas.
Hoy los bonos soberanos incluyen no sólo cláusulas de acción colectivas (CACs) que obligan a un bonista a aceptar una restructuración si otros bonistas de su especie la aceptaron,
sino (como se usó recientemente en la reestructuración griega) lo que
se conoce como “super aggregation clauses” (SACs) que dicen que si, de
un conjunto de deuda con varios instrumentos, un número mínimo de
personas acepta la reestructuración, están obligados a ello los
tenedores de deuda de todos los instrumentos. Con lo cual, con una SAC
no hay posibilidad alguna de que un fondo buitre pueda comprar un
porcentaje significativo de deuda de ningún título sin estar luego
obligado a aceptar las generales de la ley.
Sin palabras, ni Daniel Marx se atreve a tanto.
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