10/26/2012

sobre mercado de capitales y calificadoras de riesgo



El lunes por la noche el país se informaba directamente de la Presidenta del envío de un proyecto de ley que permitará hacer profundas reformas en el mercado de capitales. A grandes rasgos, la intención del Ejecutivo es reconvertir dicho mercado para alinearlo a los estándares internacionales y aproximarlo a mercados que siempre fueron referentes para los jugadores locales. Parecería que desde el Gobierno no está bien visto que el mercado de capitales, tal como está, mantenga las características y especificidades de cara a las demandas de financiamiento que requiere la economía real.

Con un mercado de capitales chico, concentrado, de poca profundidad, poco alcance y con muchas y altas barreras de ingreso, el objetivo del Gobierno es transformarlo en prácticamente lo opuesto. Que sea accesible, mucho más amplio, diverso, inclusivo, que participen más jugadores, con más instrumentos financieros, mejores opciones en moneda local y que tome volumen con menores requisitos para hacerlo mucho más asequible.

Como no es viable cursar créditos en los mercados internacionales por los castigos que las calificadoras de riesgo internacionales les aplican a las notas de deudas soberanas de países que no ofrecen otras variedades de negocios que les representen considerables ganancias, nos queda la aséptica decisión de redoblar los esfuerzos que nos permitan desarrollar, con moneda nacional, opciones crediticias y financieras que estén orientadas al mercado productivo.

En Europa están acusando recibo de los manejos discrecionales y dirigidos que las calificadoras más renombradas, como Standard& Poor’s, Fitch y Moody’s, le dan a sus calificaciones. El Banco Central Europeo (BCE) publicó un informe este mes titulado “Working Papers Series. No. 1484/October 2012. Bank ratings: What determines their quality?”. En el mismo se examina la calidad de las calificaciones crediticias asignadas a los bancos en Europa y Estados Unidos por las tres mayores agencias de calificación durante las últimas dos décadas. “Nuestros resultados sugieren que las agencias calificadoras asignan calificaciones más positivas a los grandes bancos y las instituciones con más probabilidades de proporcionar negocios adicionales”. 
Estas distorsiones competitivas son económicamente significativas y contribuyen a perpetuar la existencia de bancos “demasiado grandes para quebrar”. También se muestra que, en general, las ponderaciones de riesgo diferenciales recomendados por los Acuerdos de Basilea para bancos con grado de inversión no tienen ninguna relación significativa con probabilidades empíricas de incumplimiento. El estudio en cuestión fue elaborado con una muestra de casi 40.000 casos en más de veinte años...

No hay comentarios.: