8/03/2012

sí, debemos dejar de usar la plata de los jubilados...



La reciente afirmación del neo joven Kicillof sobre lo reaccionaria, neoliberal y hasta abyecta que resulta la posición de considerar que los fondos del ANSES deben ser sólo utilizados para el pago de jubilaciones y pensiones, levantó cierta polvareda mediática opositora.

No parece sustentable el revuelo a poco de analizar algunas de las leyendas que habitualmente se despliega sobre el actual funcionamiento del ANSES. Veamos.

Uno de los argumentos recurrentes de la oposición para invalidar la utilización de los recursos del ANSES en proyectos productivos se condensan en el slogan que advierte "malgastar la plata de los jubilados".

Se da por supuesto que la totalidad del mismo corresponde a aportes y contribuciones de trabajadores activos y patronales.

Como se observa en el gráfico Nro. 1, en el financiamiento de la seguridad social un 37% del total corresponde a "Recursos Tributarios”, mientras un 48% debe imputarse a "Aportes y Contribuciones previsonales".

No es adecuado entonces asumir que el fondo del ANSES solo se componga de aportes a la previsión social, y no tiene fundamento real la fábula de considerarlo con exclusividad como "la plata de los jubilados".

El mejor mecanismo de sustentabilidad del financiamiento de la seguridad y "la plata de los jubilados" entre otras cosas, es garantizar el nivel creciente de aportes previsionales, lo que supone no tanto de la rentabilidad financiera de los fondos, sino fundamentalmente sostener y ampliar el consumo y el empleo local.

Otro argumento crítico frecuente supone que la extensión del haber mínimo al 75% de los jubilados señala el "achatamiento de la pirámide previsional" populista, respecto al pasado de gloria republicana de los años 90. Pueril.

Es evidente que un sistema que aumenta en más de un 80% su cobertura pasando de 3 millones en el 2001 a 5,6 millones de beneficiarios en el lapso 2003-2012 gracias a la incorporación cobrando “la mínima” de 2.5 millones de nuevos jubilados que estaban por fuera del sistema sin cobertura alguna de ingresos y de salud, no puede menos que aumentar de manera sustancial el numero de beneficiarios que cobran el haber mínimo, hasta llevarlo al 75% actual.

Es la casi duplicación de la cobertura previsional la que explica la extensión de la mínima al 75% de los beneficiarios de la pirámide actual ampliada, extensión de cobertura que permite a nuestro país hoy tener la mayor cobertura social de América Latina, el 95%.

Finalmente, el supuesto que señala el estrechamiento de los recursos previsionales producto de las ineficientes políticas desplegadas por el gobierno nacional , en especial por sostener medidas anticíclicas que promuevan la generación empleo con la utilización de fondos del ANSES, resulta rápidamente desmentido cuando observamos cómo creció exponencialmente la recaudación previsional en el lapso comprendido entre los años 2003- 2010

Los motivos del notable crecimiento de la recaudación de la seguridad social, publicados en la revista Entrelíneas de la Política Económica (ver gráfico Nº 2) tiene tres fuentes: la eliminación del tope máximo para las contribuciones patronales, la recuperación de los aportes que se desviaban a las AFJP y el aumento del empleo y los salarios formales.



Con respecto a la primera de ellas, en junio de 2001 se había dispuesto, mediante el Decreto 814, un tope máximo para la base imponible de los Aportes Personales y las Contribuciones Patronales a la Seguridad Social. Este límite se eliminó para el caso de las Contribuciones Patronales con el Decreto 491/04, aunque empezó a regir tiempo después. Esta medida implicó ingresos adicionales al sistema previsional estatal originados en las contribuciones patronales de los salarios más elevados de la escala y en consecuencia corrigió una decisión que conllevaba un sesgo regresivo a las fuentes propias del Sistema de Seguridad Social.

En el segundo caso, en el año 2008 mediante la Ley 26.425, aprobada por amplia mayoría en el Congreso de la Nación, se eliminó el régimen de capitalización individual y se recuperó un sistema único de previsión social basado en un régimen de reparto administrado por el Estado. Aunque no puede ser considerada una medida de política tributaria, su trascendencia en términos del financiamiento del sistema previsional es indudable. Los aportes personales que hasta ese momento se destinaban a las AFJP volvieron a financiar el sistema de reparto y representaron cerca de 1 p.p. del PBI adicionales.

Las fuentes contributivas del sistema de Seguridad Social también crecieron por la dinámica propia del modelo puesto en marcha a partir de 2003: entre 1996 y 2010 se crearon 3,5 millones de puestos de trabajo formales y las remuneraciones aumentaron en alrededor del 360% en valores nominales.

Como se observó, ni la plata del ANSES es de”los jubilados”, ni la mayoría de los jubilados cobra la mínima porque el gobierno acható la pirámide previsional sino porque la duplicó y muy lejos de quitar sustentabilidad a la seguridad social, la gestión del peronismo kirchnerista la potenció duplicando la recaudación destinada a tal fin.

Conclusión queridos lectores : Si este no es el pueblo, el pueblo dónde está ?

1 comentario:

barravas dijo...

nivelando pa abajo se llama eso