Leemos el habitual análisis de la coyuntura seanal santafesina , realizado por Darío Schueri:
Se espera una semana tensa: algunos gremios estatales pedirán aumentos de sueldos ante la negativa del gobierno que los convocó nuevamente a reuniòn paritaria. El Ministro de Economía Angel Sciara irá al coliseo romano de Diputados a debatirse contra los leones de la oposición peronista. Y los tamberos quedaron a merced de una dirigencia demasiado aficionada para los tiempos que se viven.
Este miércoles el dialéctico Ministro de Economía Angel Sciara irá a explicar en la Presidencia de la Cámara de Diputados los motivos para impulsar una reforma tributaria que cruzó el Senado con serias amputaciones que la transformó según la ocurrente calificación del Ministro en una reforma “minimalista”, solo recaudatoria y no de fondo como pretendía el gobierno.
En la presidencia de Diputados (que una vez mas quedará estrecha para albergar tanta gente) gobierno y oposición se sacarán chispas en un ambiente incandescente y propenso al incendio. Los partes de prensa y las declaraciones de algunos diputados del peronismo desde que se supo de la reforma tributaria presagian un encuentro turbulento.
Es motivo de preocupación de la Casa Gris el desarrollo de la reunión: Sciara irá tan solo para cumplir con el reglamento: nada de lo que diga hará cambiar de idea a los convencidos opositores; solo los azuzará para embestir con más rigor. Sólo resta saber que pasaría, llegado el caso que el Ministro entre en zona de peligrosos turbulencias, con los desconfiados socios radicales.
El final del sinuoso camino, salvo que la actuación de Sciara haga virar a los 15 legisladores del FPCyS, si el disgregado peronismo en diputados no consigue los dos tercios para imponer sus cambios, los senadores transformarán en Ley la media sanción votada en la fría madrugada del viernes 13 de Julio. “Si se aumentan las alícuotas del inmobiliario rural – aun mas que en senadores - acá sale rápido”; confió un exageradamente optimista diputado peronista.
No lo vemos tan cándido. Lo más probable será que la presencia del Ministro Sciara complique aún más el panorama en el peronismo. Por lo pronto “Cachi” Martínez ya avisó: “voy a cargar duro contra los peronistas que voten – aun con modificaciones propias – la reforma”. ¿Tendrá la impunidad de la cartelera pública que usó contra los senadores?.
Reclamo presidencial.
A todo esto, el Gobernador cordobés José Manuel de La Sota comenzó un decisivo posicionamiento rumbo a las presidenciales ante la situación levítica de Daniel Scioli, mostrándole osadamente las uñas al gobierno nacional. De la Sota comenzó por desconocer legislativamente en su Provincia lo que él mismo prorrogó en el año 2005: la renovación del Pacto Fiscal firmado en el año 2000 con Menem y Cavallo, mediante el cual autorizaba a la Nación a que le retenga el 15% de la coparticipación para atender el Ansés. Santa Fe, que también había firmado dicho tratado, a diferencia del gobernador de Córdoba no lo prorrogó a su vencimiento en el año 2005; aunque la Nación le siga detrayendo el 15% de coparticipación para el Ansés, que a Diciembre de este año acumulará de dos mil cien millones de pesos.
De la Sota junto a Hermes Binner, Mauricio Macri y la Gobernadora de Tierra del Fuego Fabiana Ríos que viene trabajando sigilosamente, son hasta ahora los lanzados hacia la sucesión de Cristina Fernández.
Lechería: una tregua rupturista que no beneficia a nadie.
¿A quien terminó beneficiando el conflicto lechero que derivó en un histórico derrame de miles de litros de leche en cunetas de la zona tambera del Oeste santafesino, agresión entre tamberos, denuncias judiciales y diáspora entre las entidades de productores?.
Es difícil arriesgar una respuesta contundente; pero según se observe analíticamente la evolución de los hechos, chambonadas propias de amateurs en luchas gremiales de alta exposición, no exentas de calculadas defecciones entre la dirigencia, convirtieron el justo reclamo tambero por un mayor precio de la materia prima, en una entusiasta asonada regional que ni siquiera pudo desplazar de los medios porteños – adonde se quería llegar para nacionalizar el conflicto – al sainete de la Casán y sus joyas paraguayas, culminando con una onerosa capitulación para los intereses de los tamberos reclamantes, que terminaron canjeando inmunidad judicial por mantenimiento de precios.
El acta firmada el jueves por la noche Rosario, que devino luego en la partición del sector gremial, refleja la más patética improvisación dirigencial a la hora de organizar una conflagración gremial contra el sector industrial que se ambicionaba como épica y terminó gobernada por intereses políticos de unos pocos y la ingenuidad facilista de quienes confiaron sin preguntarse nada, generando un daño económico por todos lados y una ruptura de la red de relaciones sectoriales sin nadie capaz de asumir un rol de liderazgo.
En definitiva: el gobierno nacional tomará dos meses para estudiar “la competitividad de la cadena láctea”; mientras la producción (o sea los tamberos) firmaron “el mantenimiento de los precios de los sólidos pagados en Mayo de 2012 hasta fin de año expresados como precio mínimo”. Lo pagarán “las empresas que se encuentren en condiciones de hacerlo y las restantes en la medida que se les facilite la gestión financiera por parte de los estados Provinciales y Nacionales”.
Quedaron orbitando en otra constelación las inflexibles condiciones de “unas chirolas mas en el bolsillo de los productores” para levantar los bloqueos a las usinas lácteas, pronunciadas por el voluntarioso dirigente tamberto Gustavo Colombero el miércoles por la tarde en el hall del Ministerio de la Producción de Santa Fe en plena ebullición del conflicto, y a horas del desenlace que se vislumbraba poco favorable para los reclamantes, teniendo en cuenta que a la reunión convocada por el Ministro Fascendini “para acercar las partes”, sólo asistió la cooperativa SanCor (que no tenía problemas con sus asociados), nadie del gobierno nacional y nerviosos dirigentes que a esa altura, sin resultados a la vista, ya no sabían como atemperar los recalcitrantes ánimos de los activistas.
La política gremial requiere de dirigentes capacitados en el duro ejercicio de la negociación política en momentos de crisis extremas; líderes que sepan leer la realidad y escrutar el devenir sobre la base de la mejor información para no cometer las fallas garrafales que signaron la reciente confrontación entre tamberos e industriales.
No se puede llevar imprudentemente a los dirigidos a una lucha sin cuartel sin haber siquiera sopesado las consecuencias de un final anunciado antes de comenzar. La leche derramada con mucho dolor y bronca por los tamberos debería dejar una advertencia ejemplar: Estados, dirigentes e industriales no pueden seguir jugando al distraído en este ya endémico diferendo.
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